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Sentido común



PATRICIA SÁNCHEZ ESPINOSA

Polarizados


Lunes 02 de Diciembre de 2019 7:13 am


EL día de ayer, día en que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rindió un mensaje con motivo de su primer año de gobierno, se realizaron dos marchas, una denominada pro AMLO, que desfiló desde el Paseo de la Reforma hacia el Zócalo con la intención de acudir al festejo que se programó para la ocasión. Siguiendo la ruta del Ángel de la Independencia hacia el Monumento de la Revolución, tuvo lugar otro recorrido que se denominó marcha anti AMLO, la cual estaba conformada por integrantes de organizaciones sociales, ciudadanos y ciudadanas comunes, simpatizantes del PAN y el PRD, así como por los activistas Julián y Adrián LeBarón.

Aun cuando no se detectó ninguna situación de violencia derivada de las marchas antagonistas realizadas en la misma ciudad, los mensajes fueron polarizantes y agresivos hacia quienes no formaban parte de su ideología. Por un lado, algunos participantes de la marcha anti AMLO portaban consignas advirtiendo sobre los peligros del comunismo, otras usaban playeras donde explicaban porqué eran fifís, enumerando razones estereotipadas, como “porque trabajo”, “porque me levanto temprano”, o “porque soy ambiciosa”, rebautizando al Zócalo como Fócalo, en alusión a los simpatizantes de López Obrador, a quienes se referían como focas aplaudidoras.

Por otro lado, el desfile pro AMLO reprodujo las mismas prácticas que criticaron de los gobiernos del PRI y del PAN, llevaron camiones con acarreados y repartieron despensas, bebidas y refrigerios. La gente participante se mostró agresiva con el periodista Irving Pineda, de Azteca Noticas, a quien insultaron y obligaron a ponerse un chaleco de Morena, por no gustarles el tipo de cobertura que brinda, quien tuvo que guarecerse en la sala de prensa. Se gritaban consignas contra los Presidentes anteriores y en una orilla había unas lonas con la imagen de priistas y panistas, como Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, de los que decían: “Estos son los corruptos que quieren un golpe de Estado en México”.

La polarización era evidente hasta en la forma en como distintos medios y propagandistas de las redes sociales mostraban el evento. El Universal y Sin embargo dijeron que en el Zócalo se habían reunido 250 mil personas a apoyar a AMLO, cuando la explanada tiene un cupo máximo de 100 mil. Mientras, otros medios decían que la marcha anti AMLO sólo había reunido a 5 mil personas, cuando las imágenes y videos muestran al menos tres veces dicha cantidad. En ambas partes rezumó la intolerancia, en las dos abundó la demagogia. La gran ausente fue la esperanza de la reconstrucción del tejido social.

En todo el circo vivido, las únicas voces que parecían llamar a la reflexión fueron las de los activistas Julián y Adrián LeBarón, quienes participaron en la marcha anti AMLO, para hacer un llamado a proteger la vida de las y los mexicanos frente a los grupos criminales. Los LeBarón manifestaron la necesidad de unirnos en una causa común y evitar que continúe la polarización en la sociedad. “¡Por el amor de Dios, dejemos de pelearnos por cosas secundarias! Vamos a ponernos de acuerdo, que es obligación de cada uno de nosotros defender la vida”, pedía Julián LeBarón en el mitin donde tuvo lugar el antifestejo del primer año de gobierno de López Obrador.

“Debe quedarnos claro este día que todas las divisiones entre nosotros, políticas, sociales, culturales, religiosas, para eso todos tenemos que estar vivos. Lo que está en amenaza ahorita es nuestra libertad. Si no tenemos cómo proteger la vida, si no tenemos cómo proteger la libertad. ¡Tenemos que unirnos para proteger la vida y hacerle la batalla a quienes nos la están quitando, aquellos no son mexicanos!”, continuó.

Los LeBarón tomaron renombre después de que parte de su familia fuera masacrada el 4 de noviembre pasado, por presuntos miembros del crimen organizado, quienes acribillaron y quemaron a un grupo de mujeres y menores de edad. La familia LeBarón es de origen méxico-estadounidense, que tiene su domicilio en la zona limítrofe de Sonora y Chihuahua, en las inmediaciones de la comunidad de La Mora, municipio de Bavispe, Sonora. Han sido muy criticados por haberle pedido a Donald Trump que considere a los cárteles de la droga como grupos terroristas, pues Adrián LeBarón considera que ese es el acto que mejor puede describir las atrocidades que hicieron con su familia, no obstante, asegura que no pretende afectar al país con las implicaciones políticas que tal etiqueta pudiera provocar, sino buscar justicia y protección para los suyos.

En su mensaje presidencial, Andrés Manuel López Obrador culpó al ex presidente Felipe Calderón Hinojosa de haber comenzado la guerra que hoy vive México y haber detonado con ella los niveles de violencia, provocada sobre todo por miembros pertenecientes al crimen organizado, misma que dice querer combatir de distinta manera, buscando la justicia social. Sin embargo, aunque su mensaje habla de paz, pretende culpabilizar a los gobiernos pasados sobre lo que está ocurriendo actualmente, sin tomar responsabilidad por los errores que se han cometido en su periodo de gobierno. Tristemente la sociedad es un reflejo de la política del Presidente, quien insiste en polarizar, atacar a la prensa, a quienes piensan distinto a él y agravar el resentimiento entre las y los mexicanos.

Mientras tanto, la violencia en México sigue en aumento, los grupos criminales parecen imparables y los feminicidios no cesan. Continuar una política de atomización no va a ayudar a recomponer el tejido social necesario para crear la cultura de paz de la que habla el Presidente. Se necesita lograr una causa común y considerar a la delincuencia como el enemigo a vencer, no a las personas que difieran de la forma de gobierno. La causa común debe ser México y la paz, que incluye la libertad de expresión y el derecho a disentir, sólo de esa manera podremos construir un país como el que dice el Mandatario que quiere construir.