Con el pie izquierdo

Martes 14 de Enero de 2020 7:08 am

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A 13 meses de que inició este gobierno de la Cuarta Transformación al frente del país, en cuyo lapso, los desatinos y las malas decisiones de nuestro Presidente marcaron 2019 como el peor año desde 1997, en cuanto a la generación de empleos se refiere, con cero crecimiento económico y 380 mil empleos perdidos, la cifra más grande desde la dolorosa recesión de 2009. 

Si a esto le añadimos algunos errores diplomáticos innecesarios, como lo fue el pleito que de gratis, puso a México en contra del nuevo gobierno de Bolivia. O la polémica decisión tomada a unos cuantos días de concluir el año pasado, con la que el Presidente arriesga más de la cuenta, al instruir o simplemente dejar que la titular de la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, exonerara de una manera tan cínica al ahora director de la CFE, Manuel Bartlett, quien había sido señalado como un servidor público corrupto, dueño de 27 inmuebles y 12 empresas no declaradas oficialmente por él. 

No importando las pruebas presentadas en contra del político poblano, la funcionaria concluyó tres días antes de la Navidad, que Bartlett no mintió en su declaración patrimonial, porque la ley no lo obliga a declarar los bienes inmuebles de su pareja o concubina, porque oficialmente a ella no le consta que la señora en cuestión sea del político poblano una de las dos cosas. Además de que las 12 empresas que se le atribuyen al director de la Comisión Federal de Electricidad, no representan conflicto de intereses, porque dejó de participar en ellas antes del 1 de diciembre de 2018, día en que inició esta administración federal.

Veremos si este asunto se le termina resbalando como muchos otros, o si le cuesta la credibilidad al Mandatario en su “aparente lucha genuina” contra la corrupción. 

Volviendo al inicio de este año 2020, a tan sólo 11 días, ya se le empiezan a salir de control algunos importantes temas al presidente López Obrador. Uno de ellos, provocado por la decisión errónea de desaparecer de un día para otro el Seguro Popular y reemplazarlo a partir del 1 de enero, por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que carece de presupuesto, estructura y reglas de operación, por lo que no hay médicos suficientes, ni medicamentos, y aún no existen los convenios con las clínicas particulares, para la debida y eficiente atención de los casi 60 millones de usuarios. Sin duda que este tema traerá pésimas consecuencias, por lo que esperemos que pronto se resuelva. Sin embargo, se ve que muy poco podrá hacer al respecto el titular de este instituto, cuya experiencia profesional se enfoca básicamente en la arqueología y absolutamente nada tiene que ver con el sector salud. 

Otro anuncio hecho por el Presidente, que detonará serios problemas, es la pretensión de que elementos del Ejército Mexicano construirán en el menor tiempo posible 2 mil 700 sucursales del “Banco del bienestar”. En primer lugar, la construcción no es una tarea prioritaria de las Fuerzas Armadas y se trastocan seriamente los intereses de los constructores agremiados del país. En segundo lugar, no habrá presupuesto para tal pretensión presidencial. En tercero, es un propósito descomunal y que deja fuera a las necesidades más apremiantes que hay en el país, pues el Presidente anunció que serán construidas en total 13 mil sucursales bancarias en todo el territorio nacional, cuando actualmente entre todas las instituciones crediticias asentadas en el territorio nacional suman alrededor de 11 mil 700 sucursales. No cabe duda que al Mandatario le hacen falta buenos asesores.

Como colofón, el INAI acaba de emitir una resolución, mediante la que le da al Presidente de la República un plazo máximo de 10 días para que dé a conocer cuáles fueron aquellas razones graves por las que el ex magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Eduardo Medina Mora, renunció a tal cargo hace apenas 3 meses.

Así las cosas, tal parece que este año será clave para las pretensiones del Presidente y la cada vez más lejana mejoría del país.