Retos en Ciapacov

Miércoles 15 de Enero de 2020 7:12 am

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EL pasado viernes el grupo de Analistas Políticos Colimenses, sostuvimos interesante diálogo con el director de Ciapacov, Nicolás Contreras Cortés, y algunos de sus principales directivos. Francisco J. Ávalos, director de Abastecimientos, dio a conocer las aplicaciones tecnológicas que pone en práctica la intermunicipal, para detectar fugas en automático en cualquiera de los 350 kilómetros de la red que cubre todas las calles de la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez.

En esta parte de la exposición, expresé mi esperanza de que esos buenos propósitos de la automatización de fugas en la red se haga pronto realidad, ya que con frecuencia en el tramo de calle donde radico, por ser calle de bajada, se rompe la tubería y se queda tirando el agua por días, no obstante mis avisos telefónicos para su reparación. También comenté que tras la reparación de fugas, los operarios deben recomponer el empedrado o pavimento que abrieron, ya que tardan varios días en dejarlo como estaba.

Hubo muchas preguntas, dudas y comentarios de todo tipo de los colegas comentaristas sobre los servicios que presta esta Comisión Intermunicipal, la gran mayoría referidos a las altas cuotas de los tres servicios por los que cobran mensualmente: Consumo de agua potable, uso de drenaje y saneamiento; este último relativo al oneroso pago de la planta de tratamiento de aguas residuales.

Sobre el tema de la PTAR hubo intenso diálogo de los colegas columnistas, ya que esa planta construida durante el gobierno de Silverio Cavazos, que desechó la aportación federal para su construcción, se decidió financiarla con recursos locales, sí, pero resulta que dicho financiamiento no quedó a cargo del gobierno estatal, sino que quedó a cargo directamente de los  140 mil domicilios donde hay una toma de agua.

En un principio se determinó que en los primeros 20 años se pagaría totalmente el costo de la obra y su operación, que está a cargo de una empresa privada, adeudo que se cubriría hasta enero de 2026; pero de manera sospechosa resulta que dicho adeudo, corrijo,  dicho pago de los consumidores, se alargó por otros 15 años más, es decir, seguiremos alimentando el negocio de “saneamiento” hasta el año 2041.

Según los datos que tiene Ciapacov, esa planta de tratamiento ya se ha pagado tres veces hasta esta fecha, lo que constituye un verdadero atraco para los residentes de Colima y Villa de Álvarez; los asistentes a ese encuentro demandamos que se esclarezca esta grave irregularidad, ya que pasa igual que con la caseta de Cuyutlán, se pagó pero extendieron la concesión otros años más. Tarea para el Congreso del Estado.

Se informó que un 70 por ciento del agua que consumimos proviene del manantial de Zacualpan, el resto lo toman de las decenas de pozos que tienen operando en varios puntos de la zona conurbana. El manantial de Zacualpan puede surtir mayor cantidad de agua si se ocupa, el problema es que por los años de uso de la tubería, hay mucho desperdicio del preciado líquido, aproximadamente un 25 por ciento de la que distribuyen.

Otro de los clamores de los asistentes estuvo referido a la falta de miles de medidores para el consumo de agua; fijar una cuota mensual no resuelve el problema, ya que la gente deja tirar el líquido porque “de todas maneras me cobrarán lo mismo”, sostienen. Hay personas que desde hace tres años vienen reclamando la instalación de esos medidores para bajar sus cuotas de pago, Ciapacov ya se apura a la compra de miles de ellos.

La cartera vencida se estima en un total de 500 millones de pesos. Por desgracia, la cultura del pago de servicios no tiene tantos seguidores en Colima y la Villa. Si todos tuvieran medidor y todos pagaran, podrían reducirse las altas cuotas que hoy se cobran,  sostuvieron los directivos.

Los temas a tratar quedaron a medias, pero vemos la disposición de Nicolás Contreras y su equipo por ir dando solución a viejos problemas y a las muchas cosas negativas que heredaron de administraciones pasadas. Confiamos en tener  resultados pronto.