Cargando



Maldonado dice



CARLOS MALDONADO VILLAVERDE

Fuenteovejuna


Jueves 16 de Enero de 2020 7:25 am


UN niño abriendo fuego contra su maestra y sus compañeros de escuela habla de un problema social que se refleja en una crisis estructural del grupo escolar, pero que afecta profundamente a toda la sociedad. Sin duda, es muy diferente de los actos criminales que con contenido “político”, “religioso” o de otras perversiones similares, han realizado diversos individuos, sobre todo en la unión americana. Este acto, a mi parecer, supone un grito desesperado en un momento de máximo conflicto con su entorno. 

¿Por qué no hubo señales? ¿Qué tan mala era la comunicación entre los integrantes de la institución y el alumno para no darse cuenta del caldo de cultivo que se cocinaba en la mente del niño? Es el gran riesgo de la educación moderna mal entendida en muchos casos por quienes ejercen la educación, dedicada a desarrollar “campeones” y no seres humanos felices y completos.

Parece un juicio lapidario, pero acabo de leer decenas de posts en la página oficial del Colegio Cervantes y todo apunta a la creación de “niños prodigio”, a conseguir premios y reconocimientos, como si la educación se centrara en la competencia y no en la colaboración, en apabullar al contrario y vencer indiscutiblemente. El valor de la persona, en un contexto así, se centra en ser “triunfador”, “exitoso”, “superior”… Los maestros –como ellos mismos lo afirman– están comprometidos con la “excelencia”, no con el desarrollo de seres humanos capaces de servir a su comunidad.

Su misión resume la incomprensión de la función del maestro: “Formar personas que cuenten con los conocimientos y habilidades necesarias para enfrentar exitosamente los retos de competitividad propios del mundo actual…”. Crear ganadores, no hay lugar para el perdedor. Así, los posts hablan de: “Medallas en la Olimpiada Nacional de Matemáticas” (4 de junio 2019), “Techno-Girls” (7 de junio), “Houston Championship 2019” (12 de junio), “Ganadores en First Global México” (15 de junio), “Representantes en el mundial de Robótica” (17 de junio), “Dos alumnos recibirán reconocimiento del Presidente de la República” (27 de junio), “Diseña, construye, programa, compite” (4 de julio), “Competirán en la olimpiada de matemáticas” (20 de septiembre), “Segundo lugar en torneo de ajedrez CAT” (8 de octubre), “Puntaje más alto en la olimpiada de matemáticas” (8 de octubre), “Equipo mexicano rumbo a Dubai” (22 de octubre), “Representan a Coahuila en la olimpiada de física” (25 de octubre), “Medalla de Oro en Mundial de Robótica (2 de noviembre), “Triunfo en concurso Primavera de Matemáticas” (8 de noviembre)… Así durante todo el año y todos los años, los héroes, los dioses del Olimpo son los jóvenes que traen trofeos al altar del Director del colegio.

Como muchos, este colegio ha perdido el rumbo, diseña su programa de trabajo para estar presente en la mente de la comunidad por sus éxitos en competencias y por sus presentaciones “virtuosas”, sean de música, teatro o cualquier otra cosa. Sin duda, la maestra Mary recibió el castigo inmerecido por aquello que la comunidad educativa no supo dar a ese alumno que zozobró en la vorágine de una presión a la “excelencia” que no cuadra por ningún lado con las necesidades de un niño.

Ahora, el abuelo del menor está en la cárcel, acusado del delito más ridículo que he escuchado: “homicidio de comisión por omisión”, lo que más o menos quiere decir que es su culpa el homicidio por tener en su hogar armas de fuego. Pero no es más que un intento de chivo expiatorio, está muy claro que el artículo 10 de la Constitución nos da derecho a “…poseer armas en su domicilio, para su seguridad y legítima defensa, con excepción de las prohibidas por la Ley Federal y de las reservadas para el uso exclusivo del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional”. El fiscal está complaciendo a la turba indignada, poniéndoles enfrente a un culpable, pero la culpa es de Fuenteovejuna y Fuenteovejuna tiene un nombre: Colegio Cervantes.


carlos.maldonado.v@hotmail.com