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Alerta en el mundo



LOURDES CARRILLO BERNAL


Sábado 18 de Enero de 2020 8:09 am


POR sus características geopolíticas y geoeconómicas, Oriente Medio –junto a las amenazas acumuladas por la expansión de la OTAN hacia las fronteras de Rusia– sin duda es otra región propensa a generar escenarios de intensificación bélica que hacen temer una Tercera Guerra Mundial (TGM), así lo han advertido líderes involucrados y especialistas. (John Saxe- Fernández, La Jornada 16-01-20).

Lo que se vivió y vive después del asesinato de Qasem Soleimani fue y es hoy una operación imprudente y peligrosa por su potencial de intensificación bélica, por lo complejo del contexto geopolítico y geoeconómico, además de lo étnico-religioso, cultural y de guerras y estado de excepción post 11/S, que nos aterroriza ante una TGM. Y lo sabe el orate que lanzó la tea al arsenal nuclear por ambición electorera.

También sabe que en esta región yace la mayor reserva de petróleo convencional y no convencional, con una vasta infraestructura petrolera y gasera que alimenta la economía global, lo cual se detecta en la volatilidad de los precios del crudo al ritmo de los eventos que se efectúan en esa región. Advierten científicos del gran riesgo de colocar cientos de ojivas nucleares en despliegues balísticos y antibalísticos intercontinentales y de otros alcances en condición de “alerte máxima”, lo que en crisis aumenta los riesgos de lanzamientos por error, accidente, equivocación o no autorizado. 

En el reciente conflicto EU-Iraní,  ya se registró un lanzamiento iraní de ese tipo contra un avión civil con resultado de casi 200 muertos. No son hechos infrecuentes en los arsenales nucleares según documenta la Unión Concerned Scientists (UCS), comunidad científica mundial. La propuesta es aminorarlos. No es asunto unilateral. Los gobiernos de Estados Unidos y Rusia tendrían que acordar el modus operandi para desactivar la alerta máxima. La posibilidad de una devastadora guerra regional provocada por un tercero, ocurre en un orden de probabilidad que preocupa a militares y políticos de EU y Rusia, encargados del manejo de poco más de 90 por ciento del arsenal nuclear.

Para los analistas militares de EU, los campos petroleros del Golfo Pérsico son un polvorín geoestratégico. Sólo Arabia Saudita tiene más de 800 pozos conectados por más de 4 mil 800 kilómetros de oleoductos. El perímetro alrededor de sus cinco pozos principales comprende un área de 16 mil kilómetros cuadrados. Cada uno con instalaciones y complejos interdependientes en los que cualquier unidad con problemas puede afectar la operación total, son muy vulnerables. Los efectos de esto serían devastadores y precipitantes de tipos de intensificación bélica incontrolables. 

Todo esto nos debe preocupar por la cercanía geográfica con EU y a su afán de lograr la supremacía energética que impulsarían el fracking (rechazado por AMLO), para abastecer al mundo resucitando el Plan Puebla-Panamá con combustibles fósiles shale y minerales. Sin duda, el petróleo nos lo escrituró el diablo. (Ramón López Velarde, Suave Patria).

El magnate que este martes enfrentará el tercer juicio político de la historia a un presidente de EU, aumenta las presiones contra Irán. Pero Irán no se rendirá. “Al asfixiarlo económicamente y amenazarlo militarmente, Trump exacerba al extremo una causa de conflicto bélico que podría arrasar el Medio Oriente, pero también arrastrar a la humanidad al abismo nuclear, si se complica” (Ángel Guerra Cabrera, La Jornada 16-01-20).

Este miércoles Donald Trump firmó un acuerdo con China, sin quitarles los aranceles vigentes sobre productos chinos, así como los gravámenes de represalia sobre las exportaciones agrícolas estadunidenses. “Hoy damos un paso trascendental que nunca hemos dado antes con China, que asegurará un comercio limpio y recíproco”. Estas expresiones deben avergonzar a quienes valoramos aún a la verdad. El problema es que nos hemos acostumbrado tanto a las mentiras que ya ni nos importa que un representante de la más poderosa nación diariamente las vierta impunemente.


*Ex presidenta de la ACPE.