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De ayer y de ahora



ROGELIO PORTILLO CEBALLOS

Problemas de familia


Domingo 19 de Enero de 2020 7:11 am


HACE unos días me invitaron a dar una plática a un grupo de universitarias. El tema: problemas que enfrenta la familia en la actualidad. Acepté gustoso y decidí exponer cuatro problemas. 

Empecé por el problema que se presenta cuando hay desacuerdo en la forma de educar y disciplinar a hijos e hijas. La diferencia de criterio en la educación de los hijos es una de las situaciones más frecuente de conflicto entre padres y madres y que a su vez impacta en los hijos. Lo que provoca este problema es el enfrentamiento entre dos formas o estilos de educar, uno expuesto por la madre y otro por el padre, en el caso de una familia tradicional; o entre la madre y la abuela cuando ésta interviene en la educación del niño o niña. ¿A quién le va a hacer caso el niño? En estas situaciones el enfrentamiento puede propiciar que se polaricen las posturas, una hacia la permisividad y otra hacia el autoritarismo. 

En realidad se trata de lograr un punto intermedio, situación que exige que haya diálogo entre los padres. Muchas veces detrás del desacuerdo se encuentra el temor de decir “no” a los hijos(as) y esto contribuye a un reforzamiento al “poder” de la generación joven para oponerse a las reglas o normas  de los padres. 

Muchos padres temen ejercer plenamente su autoridad por considerar que sus hijos no deben ser contrariados. Esto se ve incrementado cuando tanto padre como madre se sienten culpables de no dedicar suficiente tiempo a los hijos(as), situación que resuelven permitiéndoles cosas que de otra manera no permitirían.

Es importante que padre y madre dialoguen y lleguen a acuerdos relativos sobre qué le pueden permitir a los hijos, qué no se les permitirá, y qué se hará cuando no se cumplan límites ni reglas. Lo fundamental es una disciplina con amor.

Otro problema es el que tiene que ver con la dificultad para negociar y definir los roles familiares. Al convertirse dos en pareja y fundar una familia se requieren los acuerdos sobre el papel, función o tarea que realizará cada quien en la familia. A esto se le llama rol. Recordemos que cada integrante de la pareja se incorpora a la familia con su “equipaje familiar”, es decir, con su modo, actitudes aprendidas, su sistema de valores, sus costumbres… y muchas veces dice: “a mí me educaron de esta manera”. 

Existe muy a menudo una lealtad primaria con la familia de origen, situación que se enfrenta con la otra parte y de la cual tendrá que salir el acomodo de la nueva familia. Vivimos un modelo familiar de transición donde aún coexisten patrones tradicionales de estructura familiar (mujer atendiendo hogar e hijos con padre proveedor) con otros modernos (padre y madre trabajan, hijos en guardería o con abuelos; madre soltera trabaja y abuelos cuidan; divorciados con hijos, vueltos a casar y cuya descendencia convive en dos familias…).

Cuando hay poco diálogo y falta de amor, un factor que complica la definición de roles tiene que ver con la batalla por quién tiene el “poder” dentro de la pareja y la familia, lo que se traduce en una competencia en ver quién tiene la razón o quién manda.

Un factor conciliador en la negociación es el respeto, el diálogo y el que los interlocutores se consideren pares.

Otros problemas familiares son la falta de comunicación y la falta de tiempo familiar. Hay que percibir las necesidades de los demás, estimular la convivencia y estrechar lazos. Del mismo modo aprender a escuchar. Con los niños estar atentos a la forma en que ellos se expresan, por ejemplo: a través del juego, o también antes de dormir, suelen revelar asuntos importantes que les tienen preocupados y es cuando están más dispuestos a contar algo. 

En ocasiones los hijos(as), al sentirse desatendidos, solos o incomprendidos, caen en conductas  riesgosas como un grito de auxilio o llamada de atención a su padre y a su madre.