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Despacho político



ARMANDO MARTÍNEZ DE LA ROSA

La casa pierde


Miércoles 22 de Enero de 2020 7:06 am


MIENTRAS el país se divierte con la gracejada de rifar el avión presidencial que no se pudo vender en 130 millones de dólares, suceden muchas cosas que pasan inadvertidas. 

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la posibilidad de sortearlo mediante la Lotería Nacional. Días antes, el 14 de enero, la Lotería Nacional para la Asistencia Pública había desaparecido al derogarse la Ley Orgánica que la regía. El mandato, ahora, es que se fusione a Pronósticos Deportivos para la Asistencia Pública, en un plazo máximo de 180 días a partir de la fecha del deceso de la centenaria lotería. 

En el barroco institucional de moda, el neonato Pronósticos Deportivos para la Asistencia Pública desaparecerá apenas se fusione con el cadáver de la lotería, para dar paso al nuevo ente que se llamará Lotería Nacional. Entonces, tal vez, sí pueda sortear la aeronave que “no tiene ni Obama” y que podría poseer si compra boleto y lo gana.

Me recordó al torero Cagancho, Joaquín Rodríguez, cuyo mote llevaría por nombre y en su honor, décadas después, el caballo, también recientemente fallecido como la lotería, del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, que vendrá a La Petatera el mes próximo, por cierto. Nacido en Triana, gitano hijo y nieto de gitanos, bien pudo motejarse con un nombre más taurino, digamos que Gitano de Triana, que antes hubo, a principios del siglo pasado, un Gitanillo de Triana, Francisco Vega, en los ruedos. El abuelo de Cagancho fue un cantaor de flamenco, de los Cagachos. Al niño le llamaron, por eso, cagacho o cagachín, que es un pájaro de canto bello. Otra versión cuenta que su padre, herrero, forjaba ganchos para ropa y enviaba al hijo a venderlos “a cinco reales ca’ gancho”, esto es, cada gancho.

Así me vino a la mente Cagancho, con la oferta del Presidente: “A 500 pesos cada cacho”, para el sorteo del avión. 

En la celebración del diluvio de memes, el Presidente se carcajeó. “Son geniales”, dijo. Sí, por supuesto, mientras acaparen la atención pública, otros asuntos pasarán a segundo o tercer plano.

Así, podemos mirar a otro lado cuando aparecen las cifras de homicidios dolosos de 2019, la más alta desde que comenzaron a contarse. Esos que antes fueron “los muertos de Calderón” y “los muertos de Peña”, han de quedar hoy en mera referencia estadística para la que no hay más explicación que una repercusión del pasado, la guerra del expresidente panista, continuada por el priista, y ahora convertida en una paz sepulcral o, mejor dicho, paz de fosas clandestinas. No son ahora “los muertos de López”. Y no deben serlo, porque son los muertos de todos, porque a nada contribuye asignarlos a una persona o a un Presidente. Lo que importa es detener la violencia.

De eso se trata precisamente. Sin embargo, tanta sangre derramada por la violencia criminal nos revela el fracaso de la estrategia de “abrazos, no balazos”, que no es en realidad una estrategia, sino un dejar hacer, dejar pasar, mirando a otro lado, la negación de la realidad para no enfrentarla. Si la estrategia de los dos sexenios precedentes fracasó, según la versión oficial, ha de colegirse, por tanto, que al actual gobierno le bastó un año para mostrar ineficiencia en la pacificación del país. ¿Y ahora? Empeñarse en cerrar los ojos y distraer a la gente con rifas y sorteos, de ninguna manera anula los hechos, la sangre, el crimen. 

Con el avión a sorteo, la imaginación vuela y hace que se olvide la escasez de medicamentos, las víctimas mortales de enfermedades graves a causa de la deficiente atención hospitalaria, mientras por las mañanas el Presidente dice que no, que todo está bien y que la ambición de las farmacéuticas provocó desabasto. Los franceses vendieron a México medicamentos 17 pesos más baratos que los de los ambiciosos que surtieron al sistema de saluda en el pasado reciente. El sistema de salud nuevo funcionará bien el próximo diciembre. Mientras, muchos pueden morir en paz.

Y pasa de largo, como los toros ante el capote de brega de Cagancho, el nuevo cálculo del Banco Mundial sobre el crecimiento económico previsto para este año en México. Y así irá, de recorte en recorte, de trincherazo en trincherazo, hasta quedar como en 2019, en cero, o peor, si antes una reacción inteligente del gobierno no aparece.

Por ahora, sigue la rifa. Compre boleto, que la casa pierde.


MAR DE FONDO


** “Aquí pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto,/ y sin un peso./ Sólo poetas, putas y picados conocieron sus versos./ Nunca estuvo en el extranjero./ Estuvo preso./ Ahora está muerto./ No tiene ningún monumento./ Pero/ recordadle cuando tengáis puentes de concreto,/ grandes turbinas, tractores, plateados graneros,/ buenos gobiernos./ Porque él purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo/ en el que un día se escribirán los tratados de comercio,/ la Constitución, las cartas de amor, y los decretos./ La Guardia Nacional anda buscando a un hombre./ Un hombre espera esta noche llegar a la frontera./ El nombre de ese hombre no se sabe./ Hay muchos hombres más enterrados en una zanja./ El número y el nombre de esos hombres no se sabe./ Ni se sabe el lugar ni el número de las zanjas./ La Guardia Nacional anda buscando a un hombre./ Un hombre espera esta noche salir de Nicaragua”. (Ernesto Cardenal, nicaragüense, 1925-. Estancias I y II de Epitafio para Joaquín Pasos.)