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Escenario político



GABRIEL GONZÁLEZ CASTELLANOS

Urgencia


Miércoles 22 de Enero de 2020 7:10 am


LA génesis, desarrollo, fortalecimiento y solidificación de una organización política progresista, ha de encontrarse en el escenario de la lucha de clases, con un conjunto de situaciones adversas que le impedirán su crecimiento, por lo cual, su militancia y su dirigencia habrán de sortearlas para lograr su propósito fundamental. Se trata de una organización política que representa los intereses de las grandes mayorías, de los grupos sociales que se encuentran totalmente alejados de la acumulación de la riqueza.

Una parte de la escalada de la reacción contra la organización progresista, es infiltrarla empujando alianzas con organizaciones políticas comparsas del adversario político, y se suma además la llegada de individualidades perniciosas que en su momento y desde el interior de la organización revolucionaria, golpearán para confundir y facilitar su debilitamiento.

En nuestra entidad federativa, los oportunistas están haciendo su labor, y se hacen notar falaces en su discurso, agnósticos en su contenido ideológico, volubles en su conducta. Su propia ineptitud política, no los hace percibir que la rueda de la historia apunta a colocarlos en donde se concibe firmemente que son elementos políticos tanto falaces como anacrónicos.

En la Legislatura local hay tribunos con mínima responsabilidad parlamentaria, que sólo han estado en presencia física cuando se desarrollan las sesiones ya sean ordinarias o extraordinarias. No trascienden en proponer iniciativas de ley, o alguna otra cosa legislativa con la cual pudiesen ausentarse del llamado turismo parlamentario. Pero ello quizá puede deberse al “intenso ritmo de trabajo” que realizan entre sus representados o al sector que les es afín, por su actividad normal, como sucede también con algunos diputados federales y senadores.

Hay, además, posturas de tribunos que reflejan ausencia de formación y capacidad política, que se muestran en la actitud cambiante, intencionadamente voluble, de “brincar” de una fracción parlamentaria a otra, en claro papel de juguetes del adversario político. Se exhibe así, la característica deslealtad y mezquindad de quien utiliza el espacio legislativo sólo para su interés personal.

Pero es necesario precisar que son la militancia y su dirigencia quienes tienen la viabilidad de cuidar el crecimiento cuantitativo y cualitativo de la organización progresista, de la misma manera que ubicar su quehacer en el marco de la legalidad y la acción parlamentaria, para configurar un sólido movimiento social que sirva de bastión en el desarrollo y solidificación de la 4T.

Para el conjunto de las fuerzas progresistas, no son tiempos de ingenuidad para imaginar escenarios candorosos que distan demasiado del contexto general de la lucha de clases. Se insiste en la necesidad de unir las fuerzas progresistas, mediante el trabajo político que se refleje en las tareas concretas, inmediatas, que generen conciencia y organización.

Ocurre que hay 30 millones de insurrectos que tomaron la determinación de echar del poder al conservadurismo. Es toda una fuerza social, que requiere de la dirección política de la organización progresista para concretar el poder de las masas, garantía de la defensa del nuevo gobierno popular. Porque, mientras se sigue en una tónica que adolece de toma de decisiones estratégicas, incluso producto de la improvisación, el adversario político se reorganiza y acude a sus clásicos procedimientos de hacer política: la provocación, la falacia, la mentira, la demagogia… Están en su papel, pues, no tienen otra.

La lucha política es clasista, y se requiere precisar que hay tiempos que se agotan y decisiones que obligan estrategias y tácticas políticas. Urge lo urgente… Krupskaia, Comment est ma reine? Il s’agit d’une épreuve ne vous regarde et ne pas vous avoir à mes côtés. A quelle heure nous irons demain? C’est tout le temps possible?