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HÉCTOR SÁNCHEZ DE LA MADRID

¿Cuál es el medio más confiable?


Miércoles 19 de Febrero de 2020 7:06 am


NUNCA, como ahora, el proceso del cual emanarán los (quizás una también) candidatos a la gubernatura de Colima de los diferentes partidos políticos, se percibe atípico, esto es, distinto a los anteriores. Es probable que ello se deba a que quienes están en la búsqueda de esa postulación se mueven más en las redes sociales y persiguen el contacto directo con las y los ciudadanos.

Por el momento, la mayoría recurre poco a los medios tradicionales –es la moda actual–, lo entiendo, pero lo que no comprendo es porqué no utilizar a todos, partiendo que hay un segmento importante que sigue informándose a través de los periódicos, de la televisión y de la radio, además de que las opiniones, los análisis más completos, se publican en la prensa escrita.

La confiabilidad del papel impreso está muy por encima de los textos de los celulares y las tabletas, muchas veces tendenciosos o falsos, sobre todo porque carecen de responsable de lo que se informa o se comenta. Tan es verdad, que las y los mismos cibernautas no creen en las redes sociales por lo que buscan el respaldo de un medio de comunicación conocido en la propia internet.

El prestigio en el manejo de noticias y análisis no se construye de la noche a la mañana, sino a través de décadas de realizar un trabajo veraz y transparente que le da confiabilidad y credibilidad a un medio, sea periódico, televisora o radio. Lo que circula en las redes sociales es volátil, perecedero, supuesto y muchas veces falso o inexistente.

De los medios de comunicación, tradicionales o modernos, el que da más certidumbre y confianza es el periódico, pues lo que hace saber y comenta se imprime en papel, el cual es tangible. Incluso, si éste miente o distorsiona el suceso, lo que desde luego llega a ocurrir, el afectado puede presentar una aclaración y hasta proceder a una demanda por la falacia o alteración del hecho.

Lo anterior se puede hacer también en la televisión y en la radio, sin embargo, es más complicado conseguir un video o una cinta para desmentir o demandar la información o el comentario falso o equivocado. Las redes sociales son la jungla, ni más ni menos, pues cualquiera puede calumniar y difamar impunemente a quien se le pegue la gana por la dificultad que representa tipificar la acción punible.

Por supuesto que el celular y la internet son unas maravillas en el tema de la comunicación, pero también es cierto que no tienen la confiabilidad de los medios tradicionales, por la facilidad con la que pueden mentir o engañar, sin que se limite, se responsabilice y menos se castigue a quien haga uso indebido de este aparato y el ciberespacio que vinieron a cambiar la vida del ser humano.

Si no tuviera repercusiones sociales y políticas, muchas veces graves, sería de risa lo que ocurre en las redes con la intromisión de verdaderos pelafustanes que se las dan de comunicólogos y tienen cientos y hasta miles de usuarios que los siguen y lo que es peor, algunos por cándidos les creen las sartas de mentiras y de estupideces que vomitan, y otros por morbosos les engordan el caldo.

No todo lo que ha traído la modernidad y el avance tecnológico es positivo para la convivencia humana, especialmente si no sabemos medir y controlar a una y otro. El celular y la internet cambiaron los paradigmas y transformaron el mundo entero, sin saber nadie a qué lugares nos van a llevar y cuáles serán las nuevas formas y estilos de vida. Lo que sí está claro es que no hay marcha hacia atrás, al mundo que teníamos.

Esta modificación que se va generalizando cada día más y más, es impredecible a dónde y en qué va a parar, al igual que cuánto de lo que hacíamos de pequeños (me refiero a varias generaciones, no solamente a la nuestra) va a perdurar y hasta cuándo. Por lo pronto, de aquellos tiempos muy poco queda ahora y no tardarán muchos años en que desaparezca casi por completo lo que vivimos siendo niños.

Perdón por la disrupción, aunque pensándolo bien, está concatenado el tema del camino de las redes sociales que están tomando los políticos (ya sabremos más adelante si les funcionó o no) con lo que está sucediendo en nuestro entorno provocado precisamente por el instrumento imprescindible que se ha convertido el celular y la internet que es la vía amplísima por la cual nos alejamos del mundo que nuestros ancestros y nosotros conocimos.