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Red abierta



ARMANDO MARTÍNEZ OROZCO

La emergencia internacional


Viernes 20 de Marzo de 2020 7:34 am


UN enorme terror invade al mundo. Es la pandemia del coronavirus y muy poco sabemos sobre ella. España tiene 14 mil 534 contagios –hasta anteayer– y 630 fallecidos. Italia tuvo 475 en un solo día. México contaba hasta el reporte del jueves por la tarde, 118 casos. Ese mismo día, por la noche, se confirmó el primer fallecimiento en México, de un hombre de 41 años que enfermó el 9 de marzo y padecía diabetes.

En realidad, cuando hablamos del coronavirus, debemos referirnos a los coronavirus, pues estamos ante una diversa cantidad de virus capaces de infectar tanto a seres humanos como a animales. En humanos sobrevienen las enfermedades respiratorias, manifestándose como un padecimiento parecido a un simple resfriado, hasta la formación del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Covid-19 es una enfermedad infecciosa descubierta hace poco en China, si bien ahora hay incertidumbre acerca de si ahí se originó o si ocurrió en otro lugar. No se sabía nada sobre este virus específico (recuérdese que estos conglomerados moleculares tienen una gran capacidad de mutar) y de la enfermedad desde el estallido de los coronavirus en diciembre de 2019. He ahí la alarma internacional. Al mundo entero lo tomó por sorpresa.

Fiebre, cansancio, dolor de garganta y tos seca son los principales síntomas causados por el coronavirus, y pueden desencadenarse en congestión nasal, rinorrea (la abundante segregación de líquido por la nariz, en un flujo frecuente), dolor de garganta o diarrea.

Algunos podrían infectarse y no presentar síntoma alguno. El 80 por ciento de las personas se infecta y se recupera con total normalidad. En cambio, el padecimiento puede ser letal cuando afecta a personas de más de 60 años y se complica cuando se trata de enfermos con otras dolencias, como diabetes, hipertensión arterial y en niños mal nutridos.

La enfermedad se propaga por medio de gotas de saliva u otros líquidos de boca y nariz que van a dar a las mucosas de personas sanas que así se contagian. Al hablar, toser o estornudar, un infectado puede contagiar a quienes estén cerca. También por el saludo de mano o el beso. El paciente tiene el virus en manos y lo transmite a quien le saluda, si este último se toca ojos, nariz o boca.

Estas gotas pueden caer sobre objetos inanimados de cualquier casa o sobre superficies de las cuales está rodeada una persona. Si esos objetos son tocados por alguien contagiado por Covid-19 y otros entran en contacto con tales materiales y después tocan su nariz, ojos o boca, contraen el virus.

Por ello, es importantísimo lavarse las manos frecuentemente, sobre todo después de tocar superficies, perillas, puertas y cualquier cosa expuesta al uso público, después de ir al baño y antes de comer con desinfectantes con alcohol, agua y jabón.

Cuando alguien presente fiebre, tos o dificultad para respirar, deberá acudir a una institución médica, pues podría haber contraído coronavirus. Los síntomas se manifiestan días después de la infección, de modo que una persona de apariencia sana, podría portar el agente viral.

Según la propia OMS: “Como se ha comprobado en China y en otros países, es posible detener los brotes de Covid-19 y poner fin a su transmisión. No obstante, la gran rapidez con que pueden aparecer nuevos brotes nos obliga a ser conscientes de la situación en los lugares donde nos encontramos o donde tengamos intención de ir”.

Uno de cada cinco infectados será hospitalizado. Aquellas personas con hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes, son propensas a desarrollar la enfermedad de manera más grave.

Los antibióticos no funcionan contra el coronavirus, pues sólo actúan frente a enfermedades bacterianas. Por ello, al presentarse cualquier síntoma sospechoso, debe acudir la persona probablemente infectada al médico.

Cabe distinguir, dice la OMS: “El genoma del virus que causa el Covid-19 y el responsable del SRAS, son similares pero no iguales. El SRAS es más letal pero mucho menos infeccioso que el Covid-19. Desde 2003, no se han registrado brotes de SRAS en ningún lugar del mundo”.

Por cierto, la mascarilla sirve sólo a quienes han sido infectados por el o los coronavirus y sólo debieran utilizarse una vez.

“El ‘período de incubación’ es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de síntomas de la enfermedad. La mayoría de las estimaciones respecto al periodo de incubación del Covid-19 oscilan entre 1 y 14 días, y en general se sitúan en torno a 5 días”, señala la OMS.

Aunque existe el caso de un perro presuntamente infectado en Hong Kong por el coronavirus, no existe prueba alguna de que cualquier animal, doméstico, sobre todo, pueda contagiar el coronavirus.