Virus vs Virus

Viernes 20 de Marzo de 2020 7:38 am

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CIERTO que, en nuestro país, como seguramente en otros, no estamos preparados para una situación como la que estamos viviendo en estas últimas semanas, y más agudizadas, parece ser, en las que vienen, sobre esto que ya tiene la categoría de pandemia: el coronavirus.

Claro que no se puede desdeñar todo lo que científicamente se ha compartido en los diferentes medios de comunicación, sobre el origen, propagación y efectos mortales que este virus ha generado en todo el mundo, pero una cosa es la promoción en la prevención como un elemento clave para protegernos entre personas y familias, y otra cosa es llevarnos a estados de miedo paralizante, creado a partir de la distorsión de la misma información, pero con sesgos de paranoia generalizada.

Cuando se habla de reforzar el sistema inmunológico, inmediatamente llega a nuestra imaginación una farmacia completa de medicamentos y demás fórmulas de patente, porque a eso nos ha llevado la industria del consumo desmedido, y cuando llegamos a surtirnos, como en estos momentos de la psicosis del coronavirus, los estantes están vacíos y lo que llega es la frustración y nuevamente el miedo hace su trabajo.

Nuestro sistema inmunológico no sólo reacciona a niveles biológicos y fisiológicos, también emocionales, de ahí que cuando nos saturamos de informaciones negativas y alarmantes, las defensas bajan y somos el blanco perfecto para la adquisición de cualquier virus o bacteria que ande en el ambiente, claro que hay unos más agresivos que otros, que contienen sus propias especificidades, como el coronavirus, y para ello, sirve la buena información y los métodos de prevención que el sistema de salud aporta.

Las redes sociales no están abonando mucho en esta situación especial, se encuentran saturadas de información más alarmante que real y científica, revisarlas constantemente en estos momentos, lo único que generan es incertidumbre, dudas, miedos, nos sentimos atrapados/as más que nunca en una maraña de sentimientos confusos que no nos permiten analizar conscientemente la situación y darle un curso que verdaderamente coadyuve a la protección en términos de comunidad, pues este asunto nos corresponde a todas y todos.

Así reaccionamos los seres humanos, es una cultura muy arraigada, sólo en emergencias nos percatamos de la importancia de la prevención en todos los ámbitos posibles, cuando, desde mi punto de vista, esta tendría que ser una constante en nuestra vida cotidiana. Se prefiere el consumo del refresco, en lugar de aguas de frutas naturales; la chatarra en lugar de verduras; así puedo enumerar varias situaciones más.

Poner a funcionar nuestra sabiduría organísmica centrando la atención sólo en las partes positivas de esta pandemia, ayudará a nuestro cuerpo a desechar la “chatarra”, el otro virus que también enferma, pues el miedo, siendo uno de los cinco sentimientos primarios con los que nacemos los seres humanos, cuya función primordial es protegernos de peligros inminentes al reconocer su humana existencia, si trasciende a un estado de pánico, inmediatamente lo convertimos en nuestro peor enemigo.

La teoría de la Gestalt nos aporta un concepto de nombre “ajuste creativo” que su pertinencia es adecuada en estos momentos, dice: “si las personas encausan su energía para entablar un contacto satisfactorio con el ambiente y si resiste bien al contacto, sus fuerzas van a dar fruto, si cree en ellas y en la capacidad de retribución sustentadora del medio, lo enfrentará con apetencia, confianza y atrevimiento”.

Un buen libro, armonía familiar, juegos creativos, sólo noticias relevantes, serán el antídoto al otro virus que también nos pretende aniquilar. Pues creo firmemente, que algunos gobiernos, como el nuestro, están exagerando hasta el punto de elevar a decreto las prevenciones necesarias, esto, cuando en otros momentos de verdaderas contingencias como la lábil seguridad y los feminicidios, no han tenido una respuesta tan contundente como en este particular caso.

*Ex secretaria de Mujeres de Morena Colima