Contextos
RAÚL JUÁREZ ALBARRÁN
Coronavirus
Sábado 21 de Marzo de 2020 9:55 am
YA algunos de mis colegas de este diario han escrito sobre el coronavirus.
Enfermedad que, como los jinetes del Apocalipsis, nos asecha y preocupa.
Lo malo del virus es que se propaga exponencialmente, les doy un ejemplo de
cómo es lo exponencial. Un súbdito que iba a ser recompensado por el sultán por
un favor concedido le dijo “pídeme lo que quieras y te lo concederé”. En su
Corte había un ajedrez y el súbdito le dijo “dame un grano de trigo
multiplicado por cada cuadro del ajedrez: Uno en el primero, dos en el segundo
y así... “Bueno, dijo el monarca, fácil, no hay problema”. En la tarde el
tesorero del reino le dijo al monarca “ni con todo el grano del reino podemos
complacer al súbdito, al final serían 18 millones de granos y... no los
tenemos”. El tablero sirve de ejemplo de lo que puede crecer el Covid-19 si es que,
como nuestro querido Presidente de la República, no hacemos caso de las medidas
sugeridas por países que ya lo están padeciendo como Italia, Alemania, Francia,
Luxemburgo, Irán y España, por ejemplo. En el país de mi mujer –Italia–
empezaron los obituarios con uno al día; ayer, en un día hubo más de 400
fallecidos. Pero no vayamos tan lejos, EU y Canadá están tomando medidas serias,
inclusive el cierre de fronteras para evitar la propagación del mencionado
flagelo. Además están aportando una buena cantidad de billetes para contar con
lo necesario para paliar el virus que pueda afectar a sus conciudadanos. Les doy un ejemplo de “me vale madres”, del gobierno en este caso, en
carne propia. Un nieto tuvo que regresar de su estancia en Michigan por el
cierre de escuelas. Tomó dos vuelos en EU y dos en México, ¿le hicieron alguna
prueba en Monterrey o en Guadalajara para ver si traía algo? No. En la escuela,
a todos los mexicanos que enviaron de regreso les recomendaron a sus familias
tenerlos en observación 15 días. En cuarentena, pues. No lo puedo saludar y
estar con él a menos de tres metros. En Colima sé de un caso de afectación del virus, no hay problema. Pero
así empezó a propagarse en China, donde surge el jinete negro. Afortunadamente,
y eso hay que aplaudirle al gobernador de Colima, Ignacio Peralta Sánchez, que
se adelanta y toma medidas pertinentes emanadas del Comité Estatal de
Seguridad, recomendaciones tales como: Aislamiento social, o sea, resguardo en
el hogar; cancelación de eventos públicos y privados; suspensión temporal en
establecimientos, en los que se reúnan más de 25 personas; suspensión oficial
en dependencias burocráticas y en escuelas públicas y privadas, entre otras.
Como dice mi nieta, “más vale prevenir que lamentar”. Un europeo nos previene de que el virus que ya se convirtió en pandemia
señala que tarde que temprano afectará a los países latinoamericanos y hace una
serie de recomendaciones: el tema es importante y hay que adoptarlo con
responsabilidad y atención, disciplina para “aislarte”, es decir, separarte de
grupos humanos mayores de 25 personas.
No entrar en pánico pero sí tener en cuentas que el virus es altamente
contagioso y se desarrolla exponencialmente. El Covid-19 no es privativo de algún país en particular, menos de
cualquier gobierno, sea de izquierda o derecha. AMLO no tiene la culpa.
Simplemente le tocó bailar con la más fea. Ahora sí que su medallitas no lo van
a poder salvar. Otra recomendación es no viajar, sobre todo al extranjero, inclusive,
evitar los transportes públicos. Algo muy importante, evitar ir a hospitales,
clínicas o con médicos que son de alto riesgo por el contacto que tienen con
personas infectadas. Es recomendable laborar o estudiar desde la casa y
acelerar medidas de protección como no saludar de mano, no besar y evitar
abrazos.
Es importante evitar el contacto con personas que hayan viajado al
extranjero –a los países mencionados–, lo que hagamos depende del sentido
común, el instinto de preservación de cada quien. Las personas para contraer el
virus de mayor riesgo somos los adultos
mayores, pero los jóvenes no están excluidos, han muerto personas de 35 años o
menos. Así es que a ponerse la pilas y a estar en casita. No hay de otra.