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Oráculo político



PEDRO CASTILLO VALDEZ

La otra pandemia


Jueves 26 de Marzo de 2020 7:34 am


COMO si no fuera suficiente la crisis que atraviesa el mundo con el coronavirus, la pandemia petrolera es otro factor que pone en riesgo la economía mundial por la competencia de vencidas que juegan los países de Arabia Saudita y Rusia con la producción del petróleo; esta situación pone en peligro las finanzas de México y con la alta posibilidad de quiebra de Pemex.

El punto de quiebre entre los dos países mayores productores de petróleo en el mundo, Arabia Saudita y Rusia, fue cuando a finales de febrero en una reunión de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), no lograron un acuerdo para reducir la producción y sostener los precios, en un contexto de caída de la demanda por la pandemia del coronavirus.

Esto significa que en el principio económico de oferta-demanda, reducir 1.5 millones de barriles de petróleo por día, forzaría la estabilidad del precio del barril al reducir la oferta, pero esta medida para los rusos no era ideal, ya que significaba sacrificar la producción de los no miembros de la OPEP, para beneficiar con la estabilidad del precio la producción petrolera del esquisto de Estados Unidos, la cual ha venido ganando terreno de su comercialización en el mundo.

Ante este desencuentro, Arabia Saudita, socio comercial de Estados Unidos, con la idea de presionar a los rusos para que se sentaran de nueva cuenta en la mesa de negociación de la OPEP, optó por aumentar la producción, es decir, en el principio económico de oferta-demanda, se incrementó la oferta por arriba de la demanda, desplomando con ello los precios de la mezcla Brent a 28 dólares por barril, su cifra más baja en 15 años.

Esta competencia de vencidas entre los árabes y los rusos, pone en jaque a los países productores de petróleo como son Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Brasil, Venezuela y México. De estos países, Venezuela y México penden de un hilo, ya que sus economías, con sus respectivas diferencias, se encuentran dependientes del petróleo al ser el estado propietario de la producción del mismo, de ahí pues, que la depreciación del peso mexicano tenga un 8 por ciento frente al dólar, por la calificación bursátil de Pemex como bonos triplemente basura.

El precio de la mezcla mexicana se encuentra actualmente a 14 dólares por barril, su cifra más baja desde 2002. Para darnos una idea, esto significa que sale más caro producirlo que venderlo, sumado a ello, las pérdidas millonarias que tuvo el año pasado Pemex pone en alto riesgo la operatividad de la empresa.

Actualmente un barril de gasolina cuesta más barato que el petróleo que se utilizó para producirla, es decir, la oferta está muy por encima de la demanda gracias a que se realizó la reforma energética en nuestro país hace unos años, esto provoca precios más baratos, ya que Pemex y el Estado ya no acapara la venta, ni la producción, ni la comercialización de la gasolina.

Aunque AMLO ha salido a querer colgarse medallas que no le corresponden como el bajo precio de la gasolina, lo que sí debería de hacer y que está en sus manos, es tomar tres decisiones fundamentales para darle competitividad a Pemex y el golpe sea menor para las finanzas de nuestro país: uno, cerrar centros de producción de petróleo que no son rentables; dos, cerrar las refinerías de Pemex junto con la cancelación de la construcción de la refinería Dos Bocas, que significa un despilfarro de 9 mil millones de dólares; y tres, ampliar su capacidad de almacenamiento de petróleo. ¡Despierta, Colima!


CLARABOYAS


1.- Menosprecia Así como en una entrevista radiofónica, la superdelegada, Indira Vizcaíno, afirmó que la vida de un abogado le es indiferente; con las acciones que emprendió de entregar apoyos sociales en eventos masivos en plena contingencia de salud por el coronavirus, significa el menosprecio que tiene por la vida de los que menos tienen. Lamentable.


2.- Acertado En cambio, el alcalde capitalino, Locho Morán, acertadamente está entregando los apoyos sociales municipales en los domicilios de los beneficiarios y con ello evitar poner en riesgo sus vidas.

¡Hasta la próxima!


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