El ejemplo arrasa
RAYMUNDO GONZÁLEZ SALDAÑA
Martes 31 de Marzo de 2020 7:55 am
BIEN dice un conocido refrán que “las palabras convencen, pero el ejemplo arrasa”. Las palabras cuando las escuchamos, tienen el poder de convencimiento, pero cuando estas se acompañan por la experiencia vivida, retoman un gran poder. Por ello, cuando alguien nos quiere convencer de que hagamos algo, dándonos el ejemplo de cómo hacerlo, sin duda ponemos manos a la obra. Sin embargo, cuando alguien nos pide que nos esforcemos más, tirado en una hamaca, es probable que no le hagamos caso. O el padre que exige a sus hijos no subirse a una cuatrimoto, cuando este es un moto-biker extremo. O que no tomen alcohol y no fumen, con la copa en una mano y el cigarro en la otra. Esto exactamente es lo que nuestro Presidente hace continuamente, dejándonos altamente sorprendidos. Por un lado, su Gabinete de Salud anunció este pasado sábado de manera enérgica, que estamos a punto de entrar en la fase 3 para enfrentar esta pandemia, que es impostergable que todos los mexicanos colaboremos sin excusas, con no salir de nuestros hogares, para intentar reducir sustancialmente los contagios del Covid-19. Pero al mismo tiempo, vemos al presidente López Obrador realizando una innecesaria e improductiva gira por varios estados del país, con el pretexto de entregar algunas obras, como si fuera el alcalde de cualquier mediano municipio del país. Contraviniendo las disposiciones de Salud, visitó este pasado sábado, un mercado en Bahía de Banderas, Nayarit, y una escuela primaria sin concluir aún, en el estado de Sonora. El domingo recorrió un camino que une Badiraguato, con Guadalupe, en la sierra sinaloense, en donde en un punto saludó familiarmente a la mamá de El Chapo Guzmán. En todos estos eventos dignos de un regidor o del director de obras de equis municipio, el Presidente se hace acompañar de escoltas, personal de comunicación, técnicos y periodistas, saludando de mano, abrazo y apapacho a los asistentes, generando de manera irresponsable riesgos totalmente evitables. Puede ser que el Presidente sea demasiado inquieto y no soporte estar encerrado en su oficina trabajando o en su casa descansando todo un fin de semana. O tal vez no le gusta el trabajo ejecutivo, ese que requiere concienzudo análisis de información, valoración de gráficas y estadísticas. O simplemente, el Ejecutivo de verdad se la creyó que es inmune y que tiene una fuerza moral que lo protege. PENSANDO EN VOZ ALTA El próximo 2021, Colima al igual que otros tres estados, renovará a su gobierno estatal. Además de nuestro pequeño y hermosísimo estado, existen otras cuatro entidades federativas que no han conocido la alternancia política. Campeche, Coahuila, Hidalgo, Estado de México y Colima, siempre han sido gobernados por el PRI. El Partido Acción Nacional, en por lo menos tres ocasiones, estuvo a punto de hacer el relevo en nuestro estado, pero eso ya es historia. Ahora, el panorama político es muy diferente, y podemos decir que no hay nada escrito. Sin duda, el partido del Presidente, es decir, Morena, tiene una gran fuerza que de unos 20 meses para acá la ha ido perdiendo, tanto por los errores y desatinos de López Obrador y su pésima gobernación, como por la decepcionante actuación de su fracción parlamentaria local. Para colmo de males, también a algunos alcaldes postulados por ese partido les ha quedado muy grande el puesto. El PAN, a pesar de sus esfuerzos, después de la avalancha de 2018, no ha podido convencer a los colimenses de que es la mejor opción para el estado y no puede en aras de sobrevivir, hacer alianzas innombrables, porque perdería su esencia y la poca, pero muy valiosa confianza ciudadana que aún tiene. Por ello, al PAN sólo le queda apostar por un cuadro con experiencia y que no deje dudas de honestidad, y para ello aún cuenta con excelentes cuadros como Jesús Dueñas, para ponerles solo un ejemplo. El PRI, muy dividido, sólo le apuesta (de nueva cuenta) a las alianzas para intentar permanecer en el poder. *Ex dirigente y actual consejero estatal del PAN
