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Notas sobre una pandemia



RODRIGO MARTÍNEZ OROZCO


Jueves 02 de Abril de 2020 7:46 am


NADIE duda de que la pandemia provocada por el coronavirus ha tomado por asalto todos los espacios de discusión pública y privada. El problema, evidentemente, incluye la participación de especialistas en ciencias médicas, pero sería un error quedarse únicamente con esta perspectiva. Desde la mía, las diversas crisis provocadas por el coronavirus generarán, impulsarán o acelerarán transformaciones irreversibles en las esferas política, económica y social. Vamos a ensayar algunas de estas posibilidades.

1.- El Estado se ve obligado a intervenir en la economía y en el desarrollo de la vida social. La tendencia de las últimas 4 décadas fue la reducción del Estado a mero garante de seguridad, mientras que la esfera privada, principalmente trasnacional y financiera, ocupó el centro de la lógica económica internacional. La pandemia hace que el Estado resurja como institución predominante que, para brindar seguridad a su población, se ve obligado a reformular el concepto mismo de seguridad que apunta al concepto de seguridad social y una especie de Estado de bienestar en el Siglo 21.

2.- Ante la caída de la producción y la demanda en diversos productos y servicios, algunos Estados han optado por las transferencias en efectivo para generar consumidores que, de otra manera y gracias al coronavirus, verían limitada o hasta impedida su capacidad de compra y consumo. Y no se trata de consumo en las grandes cadenas, sino estímulo al consumo local o nacional, del que dependen muchas pequeñas y medianas empresas para sobrevivir ahora que el espacio público no virtual comienza a desocuparse masivamente.

3.- En no pocas mentalidades políticas, las soluciones de fuerza han ido ganando popularidad, principalmente para los casos de Rusia y China. Es común encontrarse con opiniones favorables al uso de la fuerza para garantizar el cumplimiento de la cuarentena. Este tipo de opiniones generalmente no consideran las condiciones particulares de cada lugar y los medios con los que cuentan los Estados para no recurrir a esta postura. Los autoritarios reafirman su poder por medio de la fuerza, y por medio de la percepción positiva del uso de la fuerza, reafirman también su popularidad.

4.- Es complicado aventurarse a emitir una hipótesis acerca de cómo esta crisis global influirá en la conformación de un sistema bipolar cada vez menos asimétrico. Este sistema tiene en el centro a Estados Unidos y a China pisándole los talones. En medio de una guerra comercial, una crisis por la caída de la producción industrial y del consumo de petróleo, ¿hacia dónde nos llevará el coronavirus en una de las relaciones más importantes del Siglo 21, que es la de China-Estados Unidos?

5.- Si bien los sistemas de salud y el acceso a estos servicios varían a lo largo del mundo, es importante observar cómo los sistemas más cerrados o privatizados se verán, posiblemente, en la necesidad de flexibilizarse para poder maniobrar ante la crisis sanitaria actual. No solamente se trata de un problema de cobertura, que para los sistemas latinoamericanos es un problema, sino una concepción ideológica generalizada acerca del derecho a la salud y quién debe procurarlo, si el Estado o los intereses privados en un ambiente de autorregulación por el libre mercado. Una transformación fundamental del Siglo 21 sería la flexibilización de los esquemas privados de salud y una ampliación del acceso a la salud en los sistemas públicos.

6.- La crisis sanitaria acelerará el uso de espacios públicos virtuales en todos los países. En los de mayores ingresos, generará una nueva dinámica del trabajo, mientras que, en los más pobres, ahondará la brecha entre quienes tienen acceso a internet y a una computadora y quienes no. El aumento progresivo de la importancia de este tipo de desigualdades podría tener mucho peso político en los procesos electorales de los países democráticos.