Malas compañías
MARIO ALBERTO SOLÍS ESPINOSA
Naturaleza benigna
Miércoles 13 de Mayo de 2020 7:36 am
EL estado de Colima todavía se encuentra en la fase 2 de la contingencia sanitaria generada por el coronavirus (Covid-19); con la menor cantidad de casos en todo el país, un total de 47 y ocho fallecimientos, conforme al reporte diario de las autoridades locales de la Secretaría de Salud. Con esas cifras, la entidad deberá enfrentar, en los próximos días, la disyuntiva de iniciar o no la reanudación de actividades productivas, sociales y educativas en las próximas semanas; el gobierno estatal y los municipales deberán tomar decisiones importantes. El ritmo de contagios en el estado se mantiene bajo control, varios son los municipios que en este momento no registran casos de la enfermedad; en términos generales, el contexto local es mucho más benévolo que en el resto del país. Sin embargo, tendrá que revisarse la pertinencia de iniciar una desescalada de las medidas adoptadas en la contingencia, pues se corre el riesgo de un aumento de los casos, cuando es sabido que en Colima, el sistema de Salud se encuentra en ruinas debido a la expoliación que ha sufrido en los últimos años. Un ligero aumento de los enfermos, sobre todo de los que necesitan cuidados intensivos, generaría una crisis de disponibilidad en los centros hospitalarios de Colima, donde la norma es el desabasto de medicamentos y la falta de insumos básicos para el personal sanitario. A estas alturas, no se conoce con exactitud cuál es la infraestructura con que cuenta el estado para hacer frente a un eventual brote de contagios, tampoco el número de ventiladores o del personal capacitado para operar ese sistema de respiración artificial. El titular del Poder Ejecutivo, anunció en días pasados una inversión de 100 millones de pesos para el sector salud, sin embargo, no está claro en qué se invirtieron esos recursos, o si en realidad se aplicaron, la falta de transparencia genera suspicacia. Por cierto, tendrían que revisarse con mayor detalle los motivos de la alta mortalidad en la entidad, la cual asciende a 17.3 por ciento, seguramente una de las más drásticas en todo el país y en el resto del mundo. Es necesario revisar el contexto en que ocurrieron esos decesos para evitar futuros casos. Las circunstancias sanitarias han sido favorables a Colima, la acción gubernamental efectivamente ayudó con diversas medidas, pero la baja incidencia del coronavirus en el estado obedece más a una situación aleatoria que a las estrategias oficiales. Por eso es tan importante proceder con cautela; el regreso de las actividades no esenciales e incluso de los alumnos a las escuelas, podría acelerar la transmisión del virus, lo que a su vez traería la saturación de los hospitales, ya de por sí inoperantes por la falta de equipamiento. Una vez que el Gobierno Federal difunda la estrategia para regresar paulatinamente a la actividad, las autoridades estatales deberán tomar sus propias determinaciones, basadas en la circunstancia local, es decir, en la estadística actual y, sobre todo, en las proyecciones. Se deben ponderar muchos factores, pero sobre todo infundir confianza a la población en las acciones que se vayan a tomar, pues los titubeos o las medidas extremas resultarían contraproducentes en una sociedad que ya presenta síntomas de cansancio. BREVE HISTORIA PARA CAMILA La cuarentena ha cambiado hábitos de las personas y nos concede momentos que en otras circunstancias no hubiéramos imaginado, por ejemplo, en días recientes, la princesa y yo, luego de nuestras actividades cotidianas, seguimos un programa de moda que en realidad le interesa a ella, pero como es uno de nuestros momentos juntos, pues me siento junto a la moconeta y aprendo de los outfits que a ella le gustan, cuáles ya no tolera y otros consejos. Por cierto, me ha señalado que recuerda cuando la vestía como niño, yo me defiendo y le aseguro que las playeras de su tierna infancia eran rositas, y sus tenis siempre venían estampados, solo refunfuña y me deja ver cuáles son sus estilos favoritos y que en lo sucesivo, no cederá un ápice al momento de vestir.
