El Covid-19 y su impacto en la relación de pareja
ROSA EVELIA VILLARRUEL FIGUEROA
Viernes 15 de Mayo de 2020 7:42 am
EN tiempos normales, la mayoría de las parejas tienen sus propias dificultades, producto del proceso de acoplamiento que, por cierto, nunca termina. Pero cuando obligadamente se tienen que compartir los mismos espacios durante las 24 horas del día, es cuando las emociones se manifiestan y se magnifican, orientándose generalmente hacia quienes tenemos cerca. Cada integrante de la pareja tiene necesidades que procura satisfacer en la medida de sus posibilidades, que le aporta un estado de ánimo diferente, pero cuando estas necesidades no se compensan con lo que se tiene a la mano, la satisfacción no se completa, se pospone, pero no se va. La acumulación de insatisfacciones nos lleva a un estado de neurosis que orientamos, por lo general, hacia nosotros/as mismas o a nuestro entorno cercano. La idea original de vivir en pareja no fue concebida para estar todo el tiempo juntos, esto no corresponde a la normalidad, de ahí que esta obligatoriedad nos está llevando a descubrir en el otro u otra aspectos de la personalidad, que no son percibidos en la cotidianidad usual. Al no saber cómo darles un manejo adecuado, se puede caer en la tentación de exagerar, ya sea en su reconocimiento o su devaluación. La conciencia de que estamos atrapados en una situación alterada, ayudará enormemente a comprender mejor con quienes compartimos estos momentos, por lo que no sería conveniente evaluar la personalidad de una persona, por actitudes que sabemos no corresponden a su desempeño cotidiano. A este respecto, no sería conveniente tomar decisiones que a posteriori pongan en riesgo nuestras relaciones familiares, sociales o laborales. A este respecto, podemos decir que en estos momentos se perciben cuatro tipos de parejas: 1.- Quienes, desde un principio de su relación, la decisión fue vivir por separado, cada uno en su propio espacio produciéndose los encuentros cuando ambos integrantes así lo acuerdan. A este tipo de pareja la situación de encierro no le significará mayor problema, si es que además le suman en estas convivencias, conversaciones profundas sobre cómo lo está viviendo cada uno y se comparten sugerencias para sobrellevarla mejor. 2.- Otro tipo sería aquellas parejas que por siempre su relación está basada en la armonía cotidiana, con una madurez suficiente de adaptabilidad a situaciones adversas, se apoyan mutuamente en sus proyectos individuales; las conversaciones giran en torno a cómo sobrellevar juntos el encierro, sugiriendo actividades en casa que coadyuven a establecer mejor un ambiente sano junto con hijos e hijas, si los hay. 3.- Este corresponde a la generalidad de las parejas –que son la mayoría– con sus propias limitaciones de convivencia, pero no de ahora, las vienen arrastrando de siempre y aun así siguen juntas. Sin embargo, entre más dure la contingencia, aumentará el riesgo, ya que no tienen instalada la costumbre del apoyo mutuo, la comprensión, la consideración, y sobre todo, la valoración como personas; luego entonces, estos estados alterados serán un pretexto para trascender hacia estados de ánimo con tintes de violencia. 4.- Por último están las parejas destructivas. Que en contingencia o no, la devaluación hacia ambos lados es una constante, mucho más del hombre hacia la mujer, la mirada de la pareja varón hacia la mujer es la de estar conviviendo con un objeto, no con un sujeto capaz y consciente de su situación, por lo tanto, lo que deviene es la violencia en todas sus manifestaciones. Capitalizar esta contingencia a nuestro favor es implementar mecanismos de comunicación que promuevan la expresión de las emociones o sentimientos. Permitir que ambas partes sean propositivas y valorar las sugerencias emanadas de cada uno. Y tú, ¿en qué tipo de relación de pareja estás? Artículo elaborado a partir de una conferencia dictada por la doctora Miriam Muñoz Polit, directora del Instituto Humanista en Psicoterapia Gestalt, del cual soy egresada. *Ex secretaria de Mujeres de Morena Colima
