Momentos
EVA ADRIANA SOTO FERNIZA
Abrir y cerrar
Sábado 16 de Mayo de 2020 11:15 am
CON el perdón, pero aquí la comedida frase
de: “O te aclimatas o te aclichingas”, es muy oportuna para lo que estamos
viviendo. Se ha inaugurado una nueva época en la que el temor a lo inesperado y
todavía desconocido de este singular Covid-19, tiene al planeta en vilo. Y como
dijo el doctor Hugo López-Gatell, en respuesta a la pregunta de la conductora
Denise Maerker: “Doctor, las personas nos preguntan, ¿cuándo vamos a regresar a
la ‘normalidad’, a la vida que teníamos antes? ¿Qué contesta a eso?”. “Yo
contestaría que lo más probable es que, “¡nunca!”. Así, pues, nos tenemos que
aclimatar y buscar en gran medida “nuevos horizontes”. Quejarse sólo exalta la
situación, mejor es seguir el sabio consejo que reza: “El pesimista se queja
del viento, el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”.
Podemos escoger la opción que más nos satisfaga. Y según el Dalai Lama
-y esto conviene ahora más que nunca-: “Si la mente está ocupada en
pensamientos positivos, es más difícil que el cuerpo enferme”. Verdad
universal, que estoy casi segura estamos experimentando en nuestros propios
organismos, pero de manera negativa; ya que gran parte de los padecimientos que
afectan a nuestro cuerpo físico están agudizándose en la sociedad atemorizada
por esta pandemia. El espíritu es fuerte, no hay que olvidarlo, porque es quien
sostiene el edificio de carne y huesos que nos hace humanos. Y dentro de esta
enredada madeja de sugerencias y decisiones de todo tipo sobre la pandemia
actual, que tienen confundido a más de medio planeta, encontré un buen ejemplo
que proporciona, además, cierta tranquilidad. Tiene que ver con el coronavirus
en EU, específicamente en Seattle, la ciudad que afrontó la crisis de la
Covid-19 cediendo el liderazgo a los científicos. En apenas dos meses y medio
pasó de ser motivo de alarma y preocupación a convertirse en ejemplo de
eficacia y gestión exitosa. Hay que saber que Seattle, en el estado de
Washington, fue la ciudad en la que se reportó el primer caso de coronavirus en
todo el país. Era el 21 de enero y se trataba de un hombre de mediana edad que
acababa de regresar de Wuhan, China. Un mes después, fue
también en las cercanías de Seattle donde se registraron las primeras muertes
oficiales por Covid-19 en EU. Desde entonces, tanto la ciudad como el estado
han logrado aplanar la curva y han quedado fuera del foco mediático,
concentrado principalmente en la tragedia que se vive en Nueva York. Aunque las
autoridades de Seattle y Washington saben que los casos pueden repuntar en
cualquier momento, no cabe duda que la suya es una historia de superación que
despierta el interés en otros lugares del país y del mundo. La receta mágica se
compone de datos y ciencia, como ingredientes principales. Los responsables
políticos del estado de Washington no lo dudaron: los científicos debían tener
las riendas no sólo de la investigación del coronavirus, sino también de la
comunicación. En una alerta
sanitaria sin precedentes en la que un tercio de la población mundial está
confinada, la voz de los especialistas aporta sosiego y puede ayudar a que los
ciudadanos estén más dispuestos a aceptar normas que van a alterar sus vidas.
“A nosotros nos guía el equipo local de salud pública”, puntualizan las
autoridades de Seattle. La cautela respecto al futuro está muy presente en las
declaraciones que hacen expertos y representantes políticos: “Ahora hay que
desandar lo andado. Fuimos muy rápidos en cerrarlo todo y ahora hay que ver
cómo reabrimos”, expuso Laurel Nelson, funcionaria del Ayuntamiento de Seattle. “Debemos hacerlo
teniendo en cuenta los datos métricos y el consejo de los expertos para que no
se produzcan repuntes como en zonas que han abierto demasiado pronto”, explicó.
Y también como López-Gatell reconoció: “Personalmente creo que esto, va para largo.
Va a ser un tira y afloja, tendremos que observar los datos y, si hay un gran
aumento de casos, tendremos que volver a cerrar”. Creo que, y coincidiendo con
la estrategia que la población de Seattle ha llevado, tenemos que darle a
nuestro sistema de salud el espacio para encontrar una vacuna, un tratamiento,
y asegurarnos de que están más preparados para atender todos los casos. Tenemos
que colaborar todos y cada uno de nosotros, tener mucho cuidado y estar listos
para una segunda ola o para otra pandemia. ¡Abrir y cerrar!
bigotesdegato@hotmail.com