Cargando



Despacho político



ARMANDO MARTÍNEZ DE LA ROSA

Hacia un Estado policíaco


Martes 19 de Mayo de 2020 7:34 am


CIERTAS corrientes de la izquierda son libertarias mientras están fuera del poder político. Cuando lo asumen, les brotan los afanes autoritarios. Así le está ocurriendo a Morena, al menos a su ala más radical.

Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente interino de ese partido, ha propuesto una reforma constitucional para que al Inegi se le dote de la facultad de ingresar a los domicilios particulares a fiscalizar los bienes muebles y “la riqueza” que en ellos guarde su propietario, así como libre acceso a las declaraciones fiscales que los contribuyentes presentan ante el Servicio de Administración Tributaria para fines de pago de impuestos. Igualmente, a enterarse de las cuentas bancarias de los ciudadanos. Tal reforma pretende, según el dirigente de Morena, conocer la riqueza (o la pobreza) de cada mexicano y medir la concentración de la primera. 

De aprobarse, varias libertades y derechos humanos que la Constitución garantiza serían anulados y sustituidos por un Estado con atribuciones porfirianas para vigilar y controlar la vida de la población. Una suerte de Big Brother (hermano mayor), de la novela 1984, de George Orwell, al que nada se le escapa porque irrumpe en la privacidad de cualquiera en el momento que le plazca, vigila a todos permanentemente y modifica la historia conforme su propio interés.

Con el pretexto de convertir en colectivista a la sociedad, el Big Brother y su partido establecen una cada vez más férrea dictadura. Alegoría de regímenes dictatoriales como los de Adolfo Hitler y José Stalin, la novela de Orwell, publicada en 1949, muestra la vocación autoritaria de los gobiernos que se dicen salvadores de su comunidad y terminan oprimiéndola y reprimiéndola, siempre con un líder incuestionable a quien la disidencia le causa prurito, enojo y violentas reacciones. El frecuente juego de la conversión del prócer en sátrapa.

Lo más preocupante de esta iniciativa del interino de Morena es la precisa coincidencia con el discurso presidencial de la medición de la riqueza nacional. El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que se necesita medir el bienestar de las personas para conocer la riqueza de la Nación. Tal fue su reacción ante los datos de decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que él mismo anunció que se elevaría a 4 por ciento anual, primero, y después a 6 por ciento. Lo contrastaba con las cifras de 2 por ciento durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, que le parecían raquíticas.

Cuando el PIB no creció en 2019 y cuando se prevé una caída estrepitosa de la economía nacional en 2020, el Presidente se niega a las mediciones del PIB y pretende dimensionar el bienestar, que según sus datos es alto en México. Respecto a esa nueva forma de medición, López Obrador dijo el 14 de mayo: “Lo voy a fundar (el método de medición del bienestar) en cómo hay que cambiar los parámetros y no estar pensando en el Producto Interno Bruto ni en el crecimiento, sino que hay que estar pensando en el bienestar y en la felicidad del pueblo, y lo voy a fundar”.

Este es el punto de partida de la propuesta de Ramírez Cuéllar, el motivo de la irrupción en la vida privada de cualquier ciudadano mediante una reforma que faculte al Inegi a entrar a las casas a husmear qué poseen y qué no poseen sus moradores. ¿Qué objetos tomarán en cuenta? ¿Contarán zapatos, calzones, calcetines, corpiños, pantalones, camisas, blusas, camas, cortinas, sofás, comedores, estufas, cuadros de pacotilla y de autores de renombre por igual, libros, lámparas, refrigeradores, televisores, hornos de microondas, licuadoras, cucharas, escobas y trapeadores? ¿Los valuarán al instante?

Ante el SAT, todos los contribuyentes tienen la obligación de declarar ingresos y gastos. El SAT está facultado para verificar la veracidad de tales manifestaciones cuando lo considere necesario. Eso dice la ley y es correcto. ¿Qué pretenden el gobierno y su partido, Morena, con duplicar las atribuciones del fisco y depositarlas en el Inegi?

La propuesta del gobierno por medio de Morena es ridícula y a la vez preocupante. Puede sentar bases de un Estado que disminuya paulatinamente las garantías constitucionales y acote Derechos Humanos. Es una suerte de terrorismo de Estado que sólo las dictaduras militares y los regímenes policíacos utilizan. Ya será innecesaria la orden de cateo expedida por un juez; ahora, será el trabajo legal de rutina de un organismo del gobierno.

¿Estamos ante destellos de un Estado dictatorial, destellos que terminarán incendiando al país? ¿Y todo porque al Presidente no le cuadran las cuentas si se mide la producción anual total de bienes y mercancías para obtener el PIB, que es herramienta para guiar acciones económicas y sociales de un gobierno? A ver si los dejan.


MAR DE FONDO


** “Palabras oscuras, que entonces/ me parecían, ¡ay! , tan claras./ Hoy me estaría aquí pensando/ hasta el alba, desesperadamente,/ sin arrancarles un sentido:/ ¡tan de otro me suenan,/ tan lejanas!/ En cambio ésta aún no modulada/ que en mí dirá una voz innata,/ ¡qué desnuda la siento,/ qué nueva aún y ya qué conocida!/ Está en mí -y en ti, libro,/ como un recién nacido en el regazo/ frío de este silencio, este cadáver,/ hoy, de aquellas palabras” (Gilberto Owen, mexicano, 1904-1952. Final).