Jueves 09 de Julio de 2020 8:13 am

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POR unanimidad de los 15 Diputados locales que acudieron a la sesión del pasado martes, el Poder Legislativo de Colima aprobó la solicitud de un endeudamiento por 740 millones de pesos que el Gobierno Estatal le había remitido desde hace unos días.

Tras horas de incertidumbre debido a la toma de la sede del Congreso del Estado, el lunes por la noche, por parte de un grupo de cinco diputados de Morena y una más del PT, encabezados por Vladimir Parra Barragán, finalmente pudo desahogarse, dentro de la legalidad, el trámite legislativo para avalar el crédito.

Al ser imposible realizar la reunión plenaria en el edificio de la Calzada Galván, la sesión se efectuó en una sede alterna, el auditorio de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), donde se aprobó el empréstito.

Los Legisladores que votaron a favor de autorizar el préstamo son Julio Anguiano Urbina y María Isabel Martínez Flores, de Morena; Guillermo Toscano Reyes, independiente; Remedios Olivera Orozco, de Movimiento Ciudadano, y Rosalva Farías Larios, de Nueva Alianza.

También apoyaron la solicitud del crédito Miguel Ángel Sánchez Verduzco, Martha Meza Oregón y Luis Fernando Escamilla, del PVEM; Lizeth Anaya Mejía, independiente; Francisco Rodríguez García, Fernando Antero Valle y Gretel Culin Jaime, del PAN; Rogelio Rueda Sánchez, María Lourdes Berber Corona y Lizet Rodríguez Soriano, del PRI.

En tanto que en la sesión ordinaria del martes por la tarde no estuvieron presentes los integrantes de la bancada de Morena: Vladimir Parra Barragán, Blanca Livier Rodríguez Osorio, Claudia Aguirre Luna, Arturo García Arias, Rogelio Salinas Sánchez y Araceli García Muro. Ni los petistas Carlos César Farías Ramos, Ana Karen Hernández Aceves, Mayra Villalvazo Heredia y Ana María Sánchez Landa. Vladimir Parra y los Diputados que lo acompañaban tuvieron acceso, pero el primero intentó que pasara una turbamulta a tratar de reventar la plenaria, pero al cargar contra los policías no lograron su cometido; sin embargo, Parra Barragán y dos Legisladoras cayeron al piso y se hicieron las víctimas.

Del crédito de 740 millones de pesos que ya puede contratarse con las instituciones bancarias, 500 millones de pesos se destinarán al Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicación, Cómputo e Inteligencia (C5i); en tanto que 176 millones serán para el rubro de salud, para atender la pandemia de Covid-19.

Otros 46 millones se invertirán en la restauración del Palacio de Gobierno, mientras que 18 millones de pesos se reservarán para los gastos que se generen por la contratación de los créditos ante las instituciones bancarias de desarrollo o comerciales que se interesen.

De esta manera concluye el proceso legislativo para adquirir el financiamiento que cumple el requisito de legalidad, además de que ya ha quedado acreditado, por parte de diversas autoridades gubernamentales, algunas federales, que está justificado y es necesario.

Se presentaron complicaciones innecesarias en el Congreso del Estado, motivadas nuevamente por las fobias políticas, la impericia e incluso el dolo del diputado Vladimir Parra Barragán, quien arrastró en esa aventura a otros legisladores de Morena.

El intento de clausurar el edificio parlamentario, apoyado por grupos de choque que tradicionalmente lo acompañan en sus exabruptos, resulta hasta ingenuo por parte del todavía coordinador de Morena, pues la Ley Orgánica del Poder Legislativo prevé la opción de las sedes alternas para sesionar en casos de emergencia.

La aprobación del crédito permitirá que se destinen recursos extraordinarios a los temas de seguridad, salud y cultura, todos ellos prioritarios para la sociedad, sobre todo el correspondiente a la inyección presupuestal para atender la pandemia de coronavirus en la entidad.

Igualmente trascedente es la conclusión del edificio del C5i, pues será un aporte relevante en la estrategia del combate a la delincuencia, una agenda pendiente del actual gobierno y también una de las principales demandas de la población.

Hay sustento legal y argumental para adquirir el financiamiento y además no se trata de un cheque en blanco para el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez, dado que hay instancias competentes para vigilar el uso de los recursos, como el Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización Gubernamental (Osafig).

Los trámites para la formalización del crédito deben comenzar de inmediato, pues es necesario contar con la disposición de los recursos para atender el crecimiento de la pandemia en el estado. Igual de trascedente es concluir e iniciar la operación del C5i y terminar la remodelación y reforzamiento de Palacio de Gobierno, patrimonio de los colimenses.

Nacido para perder

EN el historial político del diputado Vladimir Parra Barragán pululan las derrotas. Uno tras otro, con apenas dos triunfos, el coordinador de lo que queda de la fracción de Morena en el Congreso del Estado, acumula fracasos. El más reciente es el resultado de su escandalosa insistencia en no autorizar al Gobierno del Estado la contratación de un crédito de 750 millones de pesos que quedó en 740 millones.

Siendo estudiante de la Universidad de Colima, intentó derrocar a las autoridades y falló. Se colocó en plantón en casas de campaña en el jardín de la Rectoría. De ahí se levantó con unos pocos alumnos más sin que nadie lo obligara. Desde entonces se obsesionó contra la Casa de Estudios y como Diputado intentó una reforma a la Ley Orgánica de la institución a sabiendas de que eso es posible sólo a solicitud de la máxima autoridad de la UdeC, el Consejo Universitario. En esa intentona estuvo a trasmano Indira Vizcaíno Silva, delegada estatal de Programas para el Desarrollo de la Secretaría de Bienestar.

La beligerancia le viene de naturaleza. En condición de dirigente de Morena en Colima, terminó peleado con quien pretendía ser candidato a Gobernador, el general Francisco Gallardo Rodríguez, en ese tiempo hombre de todas las confianzas de Andrés Manuel López Obrador. Todo nació del afán de Parra Barragán de controlar el partido e imponer a un incondicional.

Uno de sus triunfos fue ganar el distrito VIII local en las elecciones de 2018. Su mérito fue pegarse a la ola de López Obrador. Constituida la fracción de Morena, la presidió el diputado Miguel Ángel Sánchez Verduzco. Desde un principio, Vladimir grilló contra su compañero hasta defenestrarlo para colocarse él. Sánchez Verduzco se cambió entonces al Partido Verde. En la misma fracción, entró en conflicto con las diputadas Claudia Aguirre Luna y Jazmín García Ramírez, a quienes vilipendió y acosó políticamente en un acto más de misoginia. Denunciado por violencia política, fue sancionado por la Comisión de Honor y Justicia de Morena. La ex morenista Alma Lizeth Anaya denunció a Parra en la tribuna del Congreso de amenazas y acoso para obligarla a votar en determinado sentido, en enero de 2019.

Conforme pasó el tiempo, volvió a confrontarse con otros Diputados, entre ellos Guillermo Toscano Reyes, a quien orilló a separarse de la fracción esta semana en medio de la pelea de Vladimir para negar autorización al Gobierno Estatal para contratar el crédito arriba citado. Con legisladores del Partido del Trabajo, aliado de Morena, igualmente ha sostenido peleas, si bien menos estridentes.

La segunda ocasión que ganó fue con el descuento universal al transporte urbano para estudiantes. No obstante, no pudo anular el acuerdo entre camioneros y la Federación de Estudiantes Colimenses ni se ha complementado la reglamentación de la rebaja.

En Zacualpan, su intervención ha provocado la agudización de la división y confrontación interior de esa comunidad indígena del municipio de Comala. Llegó al grado de “tomar” la estación de bombeo que surte de agua a gran parte de la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez. A sus seguidores de ese pueblo los utiliza cada que necesita alborotar una sesión del Congreso o requiere que abucheen a alguien que no está de acuerdo con él. También los llevó a la toma de la sede del Poder Legislativo.

Este reciente escándalo sumó un fracaso estrepitoso a su historial. De ser coordinador de la mayoría en la Legislatura, no pudo reunir sino a cuatro legisladores de Morena y una del PT, que con él sumaron seis. Antes, trató de boicotear la sesión de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la que no forma parte y no tenía nada qué hacer ahí. Llegó al grado de arrebatarle el micrófono al presidente de la comisión, Julio Anguiano. Grabado en video, negó el acto vandálico. Cuando la mayoría de Diputados aprobó el cambio de sede para someter al Pleno el dictamen sobre el crédito, llevó a una treintena de personas a meterlas por la fuerza. No pudo pasar el resguardo de la policía. A los seis Diputados sí les dieron acceso, como se muestra en videograbaciones. Frustrados, cargaron contra la valla de gendarmes y dos Diputadas y Vladimir cayeron. Exhibieron raspones diciendo que los habían agredido. Mentira tras mentira, fracaso tras fracaso. Generador de violencia, cuando pierde se hace pasar por víctima.

Detrás de él se encuentra la delegada estatal de Programas para el Desarrollo en Colima, Indira Vizcaíno Silva, quien finalmente salió a presumir la maternidad del movimiento agresivo y violento de Parra Barragán. Indira, sin pertenecer a Morena, le ha hecho más daño a ese partido, usando a Vladimir, que todos sus adversarios juntos. Han dejado la imagen del Congreso por los suelos. Y se ostentan como la voz “del pueblo de Colima” cuando apenas los siguen medio centenar de rijosos que, además, agredieron a periodistas que cubrían la “toma” de la sede legislativa.

El periódico Milenio edición de Jalisco publicó y documentó la semana pasada la presunta relación de Parra con delincuentes –asesinos, ladrones y narcotraficantes– cuyos carros se registraron en el domicilio propiedad del legislador, donde ahora mismo vive. Se quiso excusar diciendo a Milenio que rentó la vivienda “a una señora”. Eso no basta. Se deben cotejar las fechas del contrato de renta con el registro de vehículos, para saber si entonces vivía ahí Vladimir. Tampoco ha mostrado el presunto contrato. La Fiscalía General del Estado debe abrir una carpeta de investigación. Los hechos son graves.

Ese es el coordinador de la cada vez más disminuida fracción de Morena que fue mayoría. Como si no hubiese tanta violencia criminal, todavía abona con sus arrebatos y berrinches a las confrontaciones políticas llevándolas a lo físico cuando se ve perdido, como ha sido casi siempre. Ese es el nivel de Vladimir Parra y su pastora Indira Vizcaíno, quien durante 2 días consecutivos ha acusado a la administración de José Ignacio Peralta Sánchez de “saquear” el erario. Ninguna prueba ha presentado, pero insiste en la agresión y a la vez no puede ocultar la frustración porque los planes no le salieron como pensó. Está desatada insistiendo en esa deplorable costumbre de acusar sin probar, mientras contra ella sí hay pruebas de afectación a la Hacienda Pública de Cuauhtémoc por alrededor de 100 millones de pesos que cometió siendo alcaldesa de Cuauhtémoc. Así actúa la funcionaria federal.

Servicios deficientes

ENTRE la población de Colima ha bajado el nivel de satisfacción de los servicios básicos que brindan los Ayuntamientos, no obstante que en las comunas hay más personal de confianza, de base, sindicalizados y directivos.

El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) reveló que en los últimos 6 años se ha deteriorado la percepción de la población sobre la calidad de los servicios públicos que prestan los Ayuntamientos. Por ejemplo, en el periodo que va de 2013 a 2019 el nivel de satisfacción por el servicio de agua potable cayó del 83.7 por ciento al 70.4 por ciento.

En el rubro de parques y jardines, el nivel de satisfacción de los colimenses bajó del 66.8 por ciento al 49.7 por ciento; en la recolección de basura, la disminución fue del 95.2 al 83.6 por ciento. Además, en el servicio de policía que prestan los municipios, el nivel de satisfacción de los ciudadanos pasó de 58.1 por ciento en 2013, a 35.9 por ciento en 2019.

Las estadísticas señalan que en el estado de Colima hay 939 servidores públicos municipales por cada 100 mil habitantes, la decimoprimer tasa más alta del país y muy por encima de la media nacional. El promedio de servidores públicos municipales por cada 100 mil personas es de 817.

Los datos indican que los estados de Nuevo León, Quintana Roo y Colima tienen la mayor proporción de municipios que ejercieron presupuestos de más de 15 mil pesos por habitante, los más altos del país, dado que la mayoría de demarcaciones en México se encuentran en un rango de 5 mil pesos por habitante.

En esta capital, es frecuente ver montones de basura en las esquinas que no es recogida por los camiones recolectores, inclusive en el centro se observan los desperdicios que no se los lleva el servicio de limpia en los días y horarios establecidos.

Además del deficiente servicio de recolección, muchas calles de la ciudad capital se encuentran descuidadas, con machuelos despintados, baches, empedrados destrozados, sobre todo en las colonias de las zonas oriente y sur. En el servicio de alumbrado, que en un principio pintó muy bien, ahora surgen las deficiencias, zonas que permanecen en penumbras por la falta de luminarias, así como lámparas led nuevas que han empezado a fallar.

En el caso de Villa de Álvarez, con una población de poco más de 117 mil habitantes, también la población padece los mismos problemas, servicios públicos deficientes, calles y áreas públicas desatendidas. En el caso de la Villa, su presupuesto es inferior al que recibe el municipio capitalino, que tiene arriba de 150 mil habitantes, sin embargo, tampoco es una justificación para que incumpla los servicios que debe brindar a la población.

En Manzanillo, Armería, Tecomán y Coquimatlán también los servicios públicos son malos. Donde están un poco mejor son Comala, Cuauhtémoc, Minatitlán e Ixtlahuacán.

Hay constancia de que el alcalde villalvarense, Felipe Cruz, se esfuerza por mejorar los servicios públicos, sin embargo, poco se ven los resultados. Su actual administración no es mejor que las que presidió en los trienios 2000-2003 y 2006-2009.

El alcalde de Colima, Leoncio Morán Sánchez, nada tiene qué ver con el Locho que gobernó el municipio capitalino en el trienio 2003-2006. En aquella ocasión era notorio su trabajo en todo el municipio, en la zona urbana y la rural; la ciudad se veía más limpia, ordenada y en términos generales bien atendida.

Además de las claras deficiencias de su gobierno, el alcalde capitalino, Leoncio Morán, decidió deshacerse del servicio de rastro y cerró la Procesadora Municipal de Carne, generando un problema a ganaderos, introductores y carniceros. Hoy el sacrificio de animales se hace en Comala o Coquimatlán, rastros que no tienen la capacidad suficiente para atender la demanda y, además, podrían provocar un problema de salud pública.

La Constitución y la Ley del Municipio Libre obligan a Morán Sánchez a brindar el servicio de rastro. Con su decisión de cancelarlo manda un mal mensaje a la población, porque aspira a la gubernatura y lo primero que pensarán los electores es que si llegara al cargo y no le gusta tal o cual servicio, o le parece una carga, entonces se va a deshacer del mismo.

En el tiempo que les resta, las actuales administraciones municipales deben mejorar los servicios públicos. La mayoría de los Alcaldes tiene aspiraciones de reelegirse o brincar a una diputación local o federal, y ahora la mayoría de los Ediles no tienen una buena carta de presentación.

A la postre…

HIZO bien el diputado Guillermo Toscano Reyes en renunciar a la fracción parlamentaria de Morena en el Congreso del Estado, en donde sólo ataques y violencia política estaba recibiendo, como él mismo lo denunció.

El martes pasado, acudió al Comité Ejecutivo Estatal a presentar esa renuncia a un grupo parlamentario que por la pésima actuación de su coordinador, Vladimir Parra Barragán, se ve cada vez más disminuido.

Llama la atención que Toscano Reyes declaró que dejaba la fracción parlamentaria, más no su militancia en el partido, sin embargo, entrevistado por Diario de Colima, el presidente estatal de Morena, Sergio Jiménez Bojado, aclaró que Guillermo Toscano nunca fue ni es militante y, por tanto, no está en el padrón de afiliados.

De cualquier modo, fue responsable el actuar del Legislador villalvarense, quien como Presidente del Congreso del Estado hizo lo necesario para garantizar el funcionamiento del Poder Legislativo a pesar de la irresponsable e ilegal acción de Vladimir Parra y otros Diputados afines, que tomaron la sede y buscaban impedir que se sesionara.

Toscano actuó de inmediato, convocó primero a una sesión virtual en la que se acordó realizar una sesión en una sede alterna (el auditorio de la FSTSE) para que se analizara el dictamen presentado por la Comisión de Hacienda y Presupuesto sobre la solicitud del Ejecutivo para contratar una línea de crédito por hasta 740 millones de pesos, lo que fue aprobado por unanimidad de los 15 Diputados que asistieron a la sesión.

En tanto, luego de hacer su escándalo afuera del Congreso, a donde Parra Barragán llevó a grupos de choque para que insultaran a Guillermo Toscano y otros Legisladores y agredieran a reporteros, los Diputados de la 4T fueron al edificio de la FSTSE con la intención no de participar en la sesión, sino de reventarla, para lo cual se hicieron acompañar, nuevamente, de esos grupos de choque. No lograron su objetivo.

Habrá que esperar el camino que tome ahora Toscano Reyes, si se queda independiente o se une a alguna fracción, mientras que la de Morena se sigue desmoronando por la actitud hostil de su coordinador, que lejos de cumplir esa función se ha encargado de dividirla.

Los efectos negativos en materia económica que ha provocado la pandemia de Covid-19 han sido elevados y hasta devastadores para diversos sectores productivos y sociales.

El de los prestadores de servicios náuticos en Manzanillo no ha sido la excepción, y es tal la desesperación de ese sector del que dependen alrededor de 100 familias que a inicios de esta semana amenazaron con que si no les permiten ya ofrecer sus servicios, están dispuestos a bloquear el canal de navegación del puerto.

Es comprensible su angustia, pero de ahí a que cometan el delito de bloquear el canal de navegación hay un abismo, pues con eso pondrían incluso en riesgo sus vidas, ya que una embarcación que llegué a atracar al puerto podría arrollarlos.

¿Dónde están los Senadores y Diputados federales que evaden la forma de apoyar a estos prestadores de servicios náuticos?

De la Diputada federal por ese distrito, Rosa María Bayardo, no se sabe de trabajo que haga en favor de los manzanillenses, mientras que Claudia Yáñez Centeno, aunque es del otro distrito se ha movido en apoyo a los porteños, pero en este caso tampoco ha ayudado.

Los senadores Gricelda Valencia de la Mora y Joel Padilla Peña tampoco se han aparecido.

Es ésta una buena oportunidad para que el secretario General de Gobierno, Rubén Pérez Anguiano, se estrene en la solución de este problema. Que dialogue con los afectados y encuentre la manera de que con todas las medidas sanitarias, sobre todo por estar en Manzanillo, vayan teniendo ingresos.

Buen trabajo está realizando la auditora superior del Estado, Indira García Pérez, al frente del Osafig. A pesar de la contingencia, ese organismo operador sigue trabajando y hace unos días recibió un reconocimiento por parte del Infocol por cumplir 100 por ciento en materia de transparencia, lo que contribuye a la mejora de prácticas administrativas y al combate a la corrupción, según señaló la propia García Pérez al recibir el galardón.

El gobernador José Ignacio Peralta Sánchez tuvo una reunión virtual con miembros de su Gabinete, a quienes pidió no se descuiden los compromisos y metas de gobierno, que les pongan atención y le den seguimiento puntual. Este exhorto del Mandatario estatal lo hizo apenas el mes pasado, al anunciar cambios en su equipo de trabajo. ¿Habrá algunos colaboradores que no le hacen caso?