Cargando



La palabra del domingo



ÓSCAR LLAMAS SÁNCHEZ

Denles ustedes de comer


Domingo 02 de Agosto de 2020 6:52 am


JESÚS multiplicó milagrosamente cinco panes y dos pescados para dar de comer a la multitud que tenía hambre. Jesús nos muestra, de esta manera, que el cristiano debe ayudar a su prójimo en sus necesidades no sólo del alma, sino también del cuerpo. Tenemos que amar al hombre tal como es, en toda su integridad, compendio de materia y espíritu.

El mensaje de Jesús no se reduce a enseñar misterios y administrar sacramentos. Abarca el ser y la vida total de los hombres. Ilumina las realidades del espíritu y hace frente a las necesidades materiales del diario vivir.

Buscar primero el reino de Dios no quiere decir que nos refugiemos en una espiritualidad comodina, cerrando los ojos ante el egoísmo y las injusticias humanas. Combatir el hambre y la incultura es parte integrante del mensaje redentor del Evangelio. Cada hombre doliente, hambriento o indefenso, necesitado de compasión y ayuda, no sólo representa a Cristo, sino que es Cristo mismo que necesita pan, medicina, albergue, compasión, consejo. Lo dijo Jesús muy claramente: “Todo lo que hiciste con uno de esos pequeñitos, me lo hiciste a mí”.

Ahora recordamos con mucha veneración y cariño a San Juan Pablo II, que nos entregó importantes líneas pastorales de actualidad permanente, para la evangelización del mundo moderno. Un nuevo estilo de vida, un cambio radical auténtico. Reflexión profunda, oración comprometida, frecuencia de sacramentos, santidad forjada en el seguimiento de Cristo.

Y al mismo tiempo insistió en que analicemos y hagamos frente a los grandes problemas socioeconómicos que afectan al mundo, luchando por la fraternidad humana, superando cualquier forma de explotación. Soluciones concretas. Reformas que garanticen un orden social más justo y solidario. Sobre todo urgencia de trabajar de manera especial, inaplazable, a favor de los pobres y marginados.

Con las orientaciones humanas y divinas, vemos a todas luces que el cristiano nació para luchar como buen soldado de Cristo, propagando, defendiendo, colaborando en los planes divinos de la salvación del hombre. Así, el catolicismo no sólo es una religión de culto, sino que se ha empeñado, a través de la historia, con aciertos y deficiencias, a servir al hombre en las dos realidades de su vida temporal y eterna.

Amigo(a): Pongamos en las manos misericordiosas de Cristo Jesús todos nuestros propósitos y esfuerzos por pequeños que sean, como cinco panes y dos pescados. Actuando bajo su protección, el Señor transforma lo pequeño en grande, lo escaso en abundante, lo humano en divino. Glorifiquemos a Dios, quien nos ama tanto.