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CARLOS MALDONADO VILLAVERDE

Las elecciones en los tiempos del Covid-19


Jueves 06 de Agosto de 2020 7:08 am


¡QUÉ tiempos aquellos cuando los procesos electorales se reducían a mítines con pancartas y floridos discursos alabando las virtudes del candidato! Por su parte, el candidato seguía un esquema más o menos sencillo: agradecer a la gente, alabar el lugar donde ocurría el evento y hablar de un par de reivindicaciones sociales, de las muchas que había. La gente vitoreaba, se soltaba confeti o papel picado desde algún edificio cercano y, si era de noche, hasta el cohetero del pueblo se lucía con un breve espectáculo de luces en el cielo.

Sin embargo, las cosas se fueron complicando. Ya no era únicamente la torta y el refresco de los pininos democráticos de México. Las personas empezaron a pedir camisetas y playeras, en tanto que los medios de comunicación obligaban a un discurso más amplio e informado y los candidatos se vieron obligados a bajar de su torre de marfil y trabajar “gastando suela” en atraer la atención y ganarse el favor de los votantes, a veces uno por uno.

Pero el cambio no terminó allí. Para la elección de 2015, las redes sociales pasaron de ser un elemento casi marginal de las campañas a ser la herramienta clave para marcar la diferencia. Desde luego esa tendencia continuó y se afianzó en 2018, abriendo un frente increíblemente complejo de atender, pero fundamental para ganar una elección. Día a día, los estrategas políticos tuvieron (y tienen) que utilizar herramientas de medición y administración como Ágora Pulse, Hoot Suite, Brandwatch, Social Mention, Twazzup, Addictomatic, etcétera.

En el centro de la pandemia, la estrategia digital puede convertirse en la verdadera campaña. Las redes segmentan de por sí al público objetivo, unas con más espacio para el lenguaje de la imagen y otras con más espacio para ampliar los conceptos y generar contenidos más complejos. Así, el candidato que desee participar con posibilidades en esta próxima elección debe considerar no únicamente tener su página web y quizá un blog, sino espacios en Facebook, Twitter, Instagram y hasta en Tik-Tok, usar WhatsApp, Telegram, Zoom, etcétera.

Decía Marshall McLuhan que “el medio es el mensaje” y, por lo tanto, para cada red social el tratamiento es diferente, los mensajes deben producirse y editarse con infinito cuidado y la sincronización con el mundo real es imprescindible para maximizar el efecto. Liderar los espacios digitales es un arte que requiere de técnicas depuradas, mediciones permanentes y generación de contenidos alineados con el propósito último de una campaña: convencer con un proyecto político explícito que comprometa a más electores a acudir a votar y después, como ciudadanos, a participar activamente en la transformación de la sociedad.

Así es. El modelo paternalista ya no da para ganar. La temática de campaña es y será la transformación y la colaboración, bajo las líneas discursivas de cada partido y de cada candidato, pero necesariamente alineadas con las aspiraciones de los ciudadanos. Lo malo de esto, es que el mensaje que se haga para Facebook no sirve para Twitter y debe ser reescrito, o para Tik-Tok o para WhatsApp y así, tratando de cubrir una cadena de mensajes que para cada red social poseen una semántica y una semiótica diferente.

Pero, en tiempos del Covid-19, las dificultades que las redes sociales presentan son un magnífico nicho de oportunidad, pues quien domine las redes, seguramente hará llegar su mensaje mucho más lejos.

Es muy probable que no se puedan hacer grandes mítines de apertura de campaña y, si las restricciones permanecen, ni de cierre. Es posible que muchos eventos políticos a los que estábamos habituados no se realicen. Entonces, la presencia en las redes será el único camino viable. 

Pero desde ya, deben tomar en cuenta los posibles candidatos que el liderazgo en redes sociales no se “acarrea”, ni se paga, éste se construye cada día con mensajes que generen empatía en las comunidades, en los grupos sociales, en los grupos de edad, en todo el abanico de posibilidades que existen en la sociedad colimense. Solamente por esa vía, podrán ganar la próxima elección.