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Vivir con Covid-19



AUGUSTO SÁNCHEZ CÁRDENAS


Lunes 10 de Agosto de 2020 8:18 am


EL motivo es recordarles la falta de responsabilidad de las personas en cuidar su salud y esperar que siempre hay alguien más que se conmueva y las atienda, pero yo como persona, no.

Con incredulidad conocimos el inicio de la pandemia en China, se nos hacía lejos e imposible que nos tocara. Con pesar, los italianos se percataron de las verdades a medias que los chinos dieron respecto al Covid-19 y mediante autopsias encontraron las trombosis pulmonares y generalizadas e iniciaron con éxito el tratamiento actual que reduce notablemente el número de muertos. Había que tratarlas, se debían utilizar anticoagulantes, desinflamatorios esteroides y antivirales antes de que el paciente estuviera grave, se hospitalizara e intubara con ventilador e iniciarse en etapas moderadas para tener menos mortalidad.

Amigos médicos franceses me dijeron que México tenía 2 meses de ventaja con el aprendizaje europeo de la enfermedad.

La mayoría de los países europeos en pandemia se disciplinaron 8 semanas en aislamiento, sólo salía un miembro de la familia a la despensa cada 10 días. La gran mayoría goza de buena salud, hace ejercicio, come sanamente, son disciplinados en sus gastos, y tienen ahorros. Sus gobiernos apoyaron con mecanismos para que fuera factible el aislamiento, con concesiones económicas temporales, hacendarias y exención de pagos gubernamentales.

Con tristeza compartí el video de un médico español llorando, mencionando que el coronavirus se combatía con solidaridad, que, dada la cantidad de enfermos, ningún país del mundo puede afrontar el internamiento de tanto enfermo y menos del personal de salud y equipamiento necesario.

¿En Colima qué hicimos y qué estamos haciendo como población? La mayoría espera que el gobierno les resuelva su necesidad de salud. Que al llegar a un hospital público los atiendan inmediatamente porque pueden morirse de Covid-19, a pesar de que es bien sabido que sin el virus los tiempos de espera en urgencias eran de una a 4 horas, y que exigiendo el servicio a gritos y diciendo que por ellos come el personal de salud por los 150, 307 pesos quincenales que les descuentan de sus nóminas.

El Gobierno del Estado ha dictado oportunamente las conductas a seguir, aunque ni en las dependencias y hospitales públicos se cumplen. La población negada a mover un dedo para cuidarse o mejor dicho cada quien tiene su propio estilo de “cuidarse”, que el gobierno en sus tres niveles tiene que ser estricto con las recomendaciones y obligar a la población, ya es tiempo de que cada quien empiece por cuidarse, ningún gobierno pondrá un policía en cada habitante para que cumpla.

A pesar de los 8 meses del Covid-19, aprendimos que la enfermedad no se comporta igual en cada persona, por lo que no hay médicos expertos, sin embargo, sí los hay extraordinariamente comprometidos y actualizados permanentemente; pero la población común esa sí es experta, hay quienes ya tienen tratamiento en casa por si se enferman, otros cuentan con oxímetros, otros más influyentes tienen acceso a las pruebas Covid-19 PCR (las buenas) a pesar de que no las necesitan. ¿Y el cuidado del aislamiento? Nomás fui a hacerme la prueba, nomás fui a poner gasolina, nomás fui a la oficina a firmar papeles, nomás fui de vista rápida con mis papás. Y entre tantos nomás, hay una posibilidad exponencial de contagiarse. Pero sienten que se cuidan. ¿Qué nos irá a costar más? ¿Tratar de hacer una vida normal o habernos aislado 8 semanas?

¿Que los restauranteros quebrarían? A algunos restaurantes de la ciudad no les cabe ni un alfiler, no se diga taquerías de carretón donde se come hombro con hombro y sin cubrebocas.

Los cuidados son simples, lavarse las manos hasta el codo con agua y jabón más de 10 segundos, usar cubrebocas y aislamiento. La sana distancia casi nadie la respeta, que es de 1.5 a 4 metros. Es todo lo que la población tiene que hacer, pero no, es culpa y obligación de gobiernos anteriores y el actual.

La población está cansada del aislamiento que no ha hecho.

¿Cómo es la vida en los hospitales públicos de Colima que atienden a la gran mayoría de pacientes Covid-19 hospitalizados?

El personal de salud en marzo, con mucha tensión, exigiendo que haya todo lo necesario para garantizar la atención de los covidosos y la seguridad de personal que de primera leña se expone. El resultado de siempre, nunca ha habido material suficiente y ahora menos. Trabajadores y algunos sindicatos presionando. El Sindicato de Salud apoya haciendo cubrebocas/caretas y los distribuye en el personal, alguna sociedad médica donando regaderas de sanitización para quien voluntariamente quiera usarlas, y desde luego, los siempre inconformes que a todo se oponen y comportan como población general y no como médicos.

Todo el personal tiene miedo de enfermarse o contagiar a los suyos, los médicos y enfermeras de primera línea: urgenciólogos internistas, neumólogos e intensivistas los de mayor riesgo, la mitad de ellos ya salió positivo o enfermó, algunos muy graves. Algunos de ellos exigen que todos los médicos deben rotar por los servicios que atienden Covid-19, en algunos casos ya hay médicos de otras especialidades atendiendo el virus, tales como cardiólogos, urólogos y oftalmólogos, no se diga médicos generales. El presupuesto oficial para médico general suplente en Covid-19 es de 420 pesos diarios. ¿Y los casi 500 que contrató el Insabi para Colima?: Nadie los conoce, no están capacitados para atender coronavirus y el presupuesto en algunos casos se está utilizando para pagarle a contratados que tenían de 3 meses o más sin pagarles.

Ya hay canibalismo médico, los siempre inconformes claman a las autoridades que regresen a trabajar los comisionados por riesgos de salud, mayores de 60 años, diabéticos, hipertensos, entre otros, sin detenerse a pensar que el problema es que la autoridad no destina recursos para suplentes e insumos y que regresar a los comisionados es llevarlos al matadero.

Lo que no se ve: Dadas las carencias conocidas, hay mucho personal comisionado y no, que está donando parte de su sueldo quincenal o cooperando con electrolitos, refrigerios, y artículos de limpieza para los equipos Covid-19 de los diferentes hospitales, todos ellos anónimos. Con la coordinación de diferentes empleados en cada institución, funcionando eficientemente, pero con la gran necesidad de muchas más donaciones.

¿Cómo es un día en las salas de Covid-19 de los hospitales públicos de Colima?

Actualmente en los hospitales públicos de Colima hay de dos a siete diarios contagiados por coronavirus. Cada vez se están ampliando a mayor número de camas Covid-19 por el aumento de casos, desde luego sin los recursos humanos y equipo suficientes para atenderlos.

Se fue la luz por rayos. En lo que tarda la planta de emergencia en entrar algunos equipos se apagan o dejan de funcionar.

Las tomas de oxígeno tienen fugas y los reservorios ya se rompieron, no hay quién los cambie ni cómo reponerlos. A ponerles cinta adhesiva.

No hay oxímetros ni termómetros infrarrojos suficientes. No hay camilleros para mover los pacientes de Covid-19.

Los operadores de rayos x y laboratorios, entre el miedo y la falta de tiempo, no han ido a hacer los estudios. No hay médicos ni enfermeras suficientes.

Ya le hicieron el estudio, pero no ha habido tiempo de que los suban a la red o de revisarlo. Necesitamos otro respirador. No hay.

Es angustiante, frustrante y decepcionante trabajar así, sin embargo, como previamente mencioné, es extraordinario el compromiso de quienes están en la primera línea de atención, nadie quiere aplausos, ni nadie es héroe, trabajamos por vocación, lo que se necesita es que te quedes en casa, que te laves las manos y que uses cubrebocas.

Y si puedes donar los artículos necesarios para los equipos Covid-19, hazlo, ayudará mucho.


*El autor es Médico Cirujano, Especialista en Radiología e Imagen