Maldonado dice

Vicepresidenta

Jueves 13 de Agosto de 2020 7:09 am

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CUANDO en agosto de 2008, el candidato republicano John McCain anunció que su candidata a la vicepresidencia sería Sarah Palin –a la sazón, gobernadora de Alaska–, sorprendió no sólo por elegir a una mujer, sino también porque ella abanderaba las ideas más conservadoras, lo que radicalizaba la posición de McCain sin necesidad. El error fue claro en cuanto la Gobernadora se convirtió en tema central de la campaña tanto por su posición extrema a favor de la portación de armas y en contra del aborto y el matrimonio homosexual, como por su notoria agresividad casi grosera contra el candidato demócrata Barack Obama.

Desde luego, Palin no era la primera mujer que aspiraba a ser vicepresidenta, ya había tenido su oportunidad Geraldine Ferraro en 1984, haciendo equipo con Walter Mondale. Pero ni Palin, ni Ferraro ganaron la elección. Hoy, la selección hecha por Joe Biden, al nominar a Kamala Harris se da en el momento en que hasta las encuestas que publican los medios tradicionalmente republicanos, le favorecen. Es altamente probable que Kamala sea la próxima vicepresidenta de la nación que –hasta hace poco– era indiscutiblemente la más poderosa del orbe.

Además de mujer, Kamala es negra, hija de inmigrantes, el uno jamaiquino, la otra hindú. En una Nación que acrisola culturas y razas, Kamala es un ejemplo y al mismo tiempo un símbolo de que la normalidad no es ser WASP (blanco, anglosajón y protestante), que el norteamericano es de cualquier raza, de cualquier etnia, de cualquier creencia y heredero de la tradición de inmigrantes que se remonta a la llegada de los primeros ingleses para fundar las 13 colonias.

Kamala, de 55 años, es senadora por California, hija de Shyamala Gopalan Harris, científica especialista en cáncer de mama, y de Donald Harris, profesor de economía de la Universidad de Stanford. Es interesante que la Wikipedia menciona que “Un artículo del New York Times de 2008 que enumeró a las mujeres que podrían tener el potencial de convertirse en presidentas de los Estados Unidos, incluyó a Harris, sugiriendo que tenía una reputación de dura luchadora”. Hoy, ya está en la antesala del primer escalón que podría llevarla, por la vía de la sucesión directa o por las elecciones de 2028 hasta ese puesto de tantas responsabilidades como privilegios.

Desde antes, Joe Biden había asegurado que elegiría para el puesto de vicepresidenta a una mujer. Su selección tuvo muchos matices estratégicos para el momento electoral: una mujer negra, perteneciente a minorías étnicas, hija de inmigrantes, de pensamiento moderno, pero sin fanatismos ni radicalismos. Quizá lo único extraño es que en las elecciones primarias demócratas, Kamala se había ido a la yugular del ahora candidato, acusándolo de colaborar con Legisladores segregacionistas en el pasado. Pero parece que cualquier herida que pudiera haber sufrido Biden ya cicatrizó y estuvo dispuesto a tener la mejor candidata a vicepresidenta disponible. La mejor en campaña y –sin duda– un extraordinario elemento cuando lleguen a la Casa Blanca, a limpiar el tiradero que Trump habrá dejado.

Kamala ha sido férrea opositora a la pena de muerte y, como Fiscal General de California, tuvo un destacadísimo papel en la protección de los ciudadanos contra los acuerdos bancarios en la crisis hipotecaria. En medio de la mayor crisis financiera de nuestros tiempos, la fiscal Harris logró que los bancos garantizaran hasta 32 mil millones de dólares para los propietarios de vivienda en alivio de la deuda.

Sin duda, ella es una estrella en ascenso y seguramente la veremos incidir fuertemente en las políticas del gobierno de Biden para, después, llegar a habitar la Casa Blanca. Como el senador Mark Leno dijo: “Las jóvenes que se acercan a ella están simplemente deslumbradas... Se puede ver la maravilla en sus ojos, alguien que está inspirando a la próxima generación de mujeres y líderes”. Si alguna duda tenía Trump de que perdería la elección, ahora debe estar completamente seguro.

carlos.maldonado.v@hotmail.com