Émulos de Hitler
SERGIO JIMÉNEZ BOJADO
Miércoles 23 de Septiembre de 2020 7:24 am
EN días recientes, la arremetida de ataques indiscriminados contra la administración federal, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, rayaron en el absurdo al intentar usar la bandera de la defensa de la libertad de expresión, para golpear a un gobierno que si algo ha ponderado, es precisamente el pleno respeto a los Derechos Humanos de todos y cada uno de los mexicanos. Inspirados por la desesperación y escudados en una represión que únicamente existe en sus cabezas, el pasado 17 de septiembre un grupo de “intelectuales” difundió el desplegado “En defensa de la libertad de expresión” en diferentes medios de circulación nacional, aparentemente firmado por 650 personalidades, intelectuales, académicos, gente del grupo Nexos, Clío, y de Letras Libres, entre otros. Estos personajes aducen en su panfleto: “La libertad de expresión está bajo asedio en México, con ello está amenazada la democracia. El presidente López Obrador utiliza un discurso permanente de estigmatización y difamación contra los que llama sus adversarios. Y al hacerlo, agravia a la sociedad, degrada el lenguaje público y rebaja la tribuna presidencial de la que debería de emanar un discurso tolerante”. Esta infamia sólo es comparable con la estrategia fascista implementada por Hitler a través de Goebbels, su jefe de prensa en la Alemania nazi, a quien se le atribuye la frase “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”. Y como vemos, la mentira y la calumnia se ha convertido en su mejor arma, lo corroboramos día con día, y el ejemplo más claro es el desplegado de marras. Ahora sí que nos encontramos con el mundo al revés, los corruptos pregonando la moral y doliéndose de falta de libertad, cuando lo cierto es que hoy como nunca se han respetado las libertades y garantías individuales consagradas en nuestra Constitución, particularmente el derecho a la libre manifestación de las ideas, como el derecho a disentir, sin que el ejercicio de éstas sufra censura o represión alguna por parte del gobierno como era antes. De ahí que no hay nada más falso y vil que lo expuesto por estos intelectuales orgánicos que quisieran suprimir el derecho de réplica que todos los días ejerce el Presidente para contrarrestar las grotescas, vulgares y chafas mentiras de quienes, al haber perdido sus privilegios, procuran sembrar incertidumbre y desconfianza en la gente, en el intento de ir permeando en el ánimo en ella. De acuerdo al manual del golpe blando, que ha sido utilizado en otros países latinoamericanos, olvidando que los mexicanos contamos con memoria histórica y con una gran fortaleza moral, gracias a nuestra cultura e idiosincrasia, herencia de los hechos históricos consignados en las tres anteriores etapas de transformación que ha vivido nuestro país, y que ahora en este nuevo siglo nos ha tocado la suerte de experimentar un proceso de cambio progresivo y gradual, pero radical que impulsa el Presidente en su proyecto de la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Retomando el tema de los 650 firmantes, es obligado señalar que bastaron sólo unas horas conocer lo visceral del documento en el que apareció el nombre de la ex titular de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien se encuentra detenida en Santa Martha Acatitla, sin embargo, su nombre fue eliminado de algunas versiones del mismo. Otro caso es el de la actriz Patricia Stillman, quien falleció el 3 de mayo de 2004, y para no perder las mañas al más puro estilo priista, les dio por revivir muertos. Más tarde, la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, Patricia Ramírez Kuri, y el ceramista Gustavo Pérez se deslindaron del desplegado, pues nunca participaron ni dieron su anuencia para que su nombre apareciera en el mismo. En contraparte, el 20 de septiembre se difundió una carta firmada por 28 mil personas, descalificando el desplegado de marras. Misma que suscribo en todos sus términos. *Presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena Colima
