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A propósito...



FERNANDO MORENO PEÑA

Un proceso catastrófico


Martes 13 de Octubre de 2020 7:27 am


EL Instituto Nacional Electoral (INE), el pasado 8 de octubre, dio a conocer que la segunda encuesta aplicada para definir quién será el dirigente nacional de Morena tuvo un resultado muy cerrado entre Porfirio Muñoz Ledo, con 25.34 por ciento de las preferencias, y Mario Delgado, con 25.29 por ciento, es decir, apenas cinco centésimas de punto entre uno y otro; por ello, de acuerdo con la metodología establecida y acordada en la convocatoria, no se podía determinar un ganador.

La reacción de Porfirio no se hizo esperar y sobre el resultado, con su característico estilo histriónico, acusó: 1.- “¿Cómo me va a explicar que gané dos a uno y ahora me cuasi empatan?, se nota que están dispuestos a todo. No es un fraude, es un complot, es una conspiración contra la democracia”.

O sea, complot y conspiración son las mismas palabras usadas por AMLO cuando perdió la elección en 2006, y resulta que en Morena se práctica, según Porfirio, lo mismo de lo que acusaron al PAN en 2006.

2.- “Es un robo, es un asalto. Estoy indignado porque se ha roto la legalidad por la que hemos luchado en los últimos 35 años”, pero como dice AMLO, la legalidad pasa a segundo plano, lo que importa es lo que el pueblo diga, y el pueblo encuestado dio empate.

3.- “Exijo la renuncia de Delgado a la contienda interna, yo ya gané y estoy arriba por segunda vez y próximamente tomaré protesta como presidente legítimo”.

Así dijo AMLO en 2006 en contra de la resolución del INE, cuando se declaró Presidente legítimo y protestó el cargo en el Zócalo y llamó a Calderón Presidente espurio. Esa película ya la vimos.

4.- “Yo estoy listo para ir hasta el final. Si ellos vuelven a sus cochinadas, me dan más argumentos para los recursos legales”. O sea, va impugnar.

Porfirio se pregunta: “¿Van a seguirme robándome votos o no?, jamás me podrán contestar porque pasé del doble de votos en la primera a un empate en otra encuesta y de todos modos gano”.

5.- Porfirio dijo que su contrincante: “ha gastado mil 500 millones de pesos en su campaña y solamente en la Cámara de Diputados, sus compañeros han detectado incautación de bienes de San Lázaro por 500 millones de pesos”. Esto no se ha demostrado.

Mario Delgado, por su parte, aceptó someterse a una tercera encuesta y declaró: “Me parece que hasta el momento se ha llevado un proceso transparente metodológicamente impecable”. Mario Delgado no le entró al pleito, llamó a la unidad y a evitar descalificaciones.

Alfonso Ramírez Cuéllar pidió una auditoría de las encuestas a cargo de la UNAM y del INP, para disipar dudas sobre metodología y resultados.

Por su parte, el INE declaró que está previsto y acordado que en caso de que hubiere empate en esta segunda encuesta, se aplicaría una tercera para definir quién será el presidente de Morena; o sea, el empate está previsto en la convocatoria aprobada y será el Tribunal Electoral quien defina los nuevos plazos para aplicarla a través del INE.

De la misma manera, será el INE quien determine cuáles serán las tres empresas encuestadoras que realizarán el nuevo sondeo, y se definirá si se eligen por insaculación entre las cinco que participaron en las dos anteriores.

Efectivamente, la convocatoria establece que cuando no haya forma de afirmar que alguna candidatura tiene ventajas significativas sobre otra, deberá realizarse una tercera encuesta.

Debemos recordar que la primera encuesta era para medir el grado de conocimiento de los aspirantes y la segunda era para determinar a quién preferían como presidente de Morena. Por ello, Porfirio Muñoz Ledo y sus simpatizantes no deben olvidar que el nivel de conocimiento no necesariamente determina la preferencia de un votante y en consecuencia, no es válido afirmar que ha ganado dos encuestas.


ENTRE VOTACIÓN Y ENCUESTA


La argumentación de Porfirio Muñoz Ledo y de quienes simpatizan con su candidatura y la duda de quienes no encuentran explicación de por qué se declaró empate, si Porfirio obtuvo un 25.34 por ciento y Mario alcanzó 25.29 por ciento de preferencias, si se considera que en la democracia con un voto de diferencia se gana, ese argumento es válido en una votación, pero en una encuesta no, porque se trata de un ejercicio estadístico que mide porcentajes de preferencia y no número de votos.

En una encuesta, la preferencia tiene un intervalo de confianza y no es precisa; en cambio, en una votación, un sufragio hace la diferencia, pero en la encuesta no se tiene un universo completo como en una elección, porque lo que se tiene es una representación nacional y no un universo de votantes, donde el resultado es preciso y claramente determinado y en la encuesta, existe un nivel de confianza y un margen de error.

Los expertos de la UNAM, asesores de este proceso, consideraron siempre la imposibilidad de cuantificar los votos a favor de cada candidato si tomara en cuenta el intervalo de confianza y la representatividad nacional.

En esta segunda encuesta, la preferencia tiene un intervalo de confianza y el índice para Muñoz Ledo tuvo un límite inferior de 23.48 por ciento y el superior 27.19 por ciento, que sumados dan 50.67 que divididos entre dos le dan una preferencia de 25.34 por ciento. Mario Delgado tuvo un límite inferior de 23.56 y uno superior 27.03 que sumados dan 50.59 que dividido entre dos da 25.29; en consecuencia, desde el punto de vista estadístico, no hay ganador visible.


EL PLEITO ARRECIA


Porfirio Muñoz Ledo advierte: “Este resultado va a provocar la ruptura de Morena y va a desviar el curso de la historia con un sexenio corto de Andrés Manuel López Obrador”. O sea, reitera lo que anteriormente había dicho, de que si Mario era el presidente de Morena, Marcelo Ebrard sería el vicepresidente de México, lo que debilitaría la presidencia de AMLO.

Porfirio reitera que la victoria de Delgado en Morena implicaría adelantar la sucesión de 2024, fortaleciéndose Ebrard como presidenciable “y” hasta el riesgo de comercialización de las candidaturas.

Ante la autoproclamación de Porfirio como presidente legítimo, Mario Delgado sostuvo que Porfirio “busca hacer una suerte de golpe de Estado al partido y con este nivel de vehemencia puede en cualquier momento desconocer a nuestro presidente AMLO o hasta atacarlo”.

Mario Delgado ha pasado a la ofensiva y acusa que Porfirio no puede ser presidente, porque Morena no se puede dirigir desde un escritorio y no está facultado para recorrer el país y organizar al partido y lo acusa de golpista y que, además en el último año, Muñoz Ledo ha sido un claro opositor a las políticas del Presidente. Mario se asume como defensor del Presidente para obtener respaldo de los seguidores de AMLO.

La respuesta de Muñoz Ledo fue dura: “Mis adversarios están diciendo de una manera mendaz, estúpida y peligrosa –y de esto culpo personalmente a Mario Delgado–, que estamos construyendo un partido para quitarle el poder a Andrés Manuel López Obrador; esto es gravísimo, más cuando ellos son los oportunistas, la gente de última hora”.

Porfirio declaró a la periodista Adela Micha, que desde su casa rendirá protesta como Presidente legítimo y que ya habló con Santiago Nieto para que investigue los mil 800 millones de pesos de la campaña de Mario.


LA RESPUESTA DE AMLO


En el enfrentamiento por la dirigencia de Morena, el presidente López Obrador dijo que no opinará sobre ello para no inmiscuirse en temas de partido, porque una cosa es Morena y otra el gobierno, pero pidió “que ya se pongan de acuerdo”.

AMLO minimizó el tema y dijo que no se meterá en cosas del partido, “solamente cuando haya una cosa grave, pero esto no lo es, es algo muy común en los partidos”.

AMLO ha declarado que la pandemia no es grave, está controlada, domada la curva, y Gatell dijo que si llegábamos a 60 mil fallecimientos sería un escenario catastrófico, y en ese escenario estamos en materia de salud. ¿Qué sigue de lo catastrófico?, ¿catastrófico y medio?, ¿hipercatastrófico?

En el caso de Morena, AMLO dice que no es grave, quizá va a intervenir cuando el escenario de Morena sea catastrófico.

¿Cuándo será catastrófico?