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Sentido común



PATRICIA SÁNCHEZ ESPINOSA

Voto de castigo


Lunes 19 de Octubre de 2020 7:03 am


LAS elecciones de ayer en Hidalgo para renovar 84 Alcaldías fueron un ejercicio interesante, no sólo por la fiesta democrática que implica, sino porque nos permite darnos una idea, en los hechos, sobre cuál será la calificación que la gente le dará al desempeño de Morena y, sobre todo, al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

La elección de 2018 fue un fenómeno social, en el que la figura de López Obrador arrasó con las preferencias electorales, arrastrando consigo el voto masivo a Morena. Hasta cierto punto es común que el candidato presidencial influya en las preferencias del voto en las candidaturas federales, pero el caso de Andrés Manuel fue especial, porque su imagen contribuyó también al voto a favor de los partidos de la coalición Juntos Haremos Historia de los Ayuntamientos y las Legislaturas locales. Las circunstancias de aquel entonces eran las de un pueblo harto de la corrupción y de los privilegios que un pequeño grupo enquistado en el poder le entregaba toda su confianza a un candidato que en el discurso parecía auténticamente comprometido con la transparencia, la justicia y el combate a la pobreza.

La esperanza era enorme, pues López Obrador se había convertido en el rostro de una significativa parte del pueblo que se sentía desfavorecido, olvidado, explotado, empobrecido, ridiculizado y sin acceso a la justicia, por lo que le favorecieron con el voto tanto a su persona como a quienes competían bajo su égida, aunque ni siquiera conocieran al candidato o candidata que los representarían. Le dieron todo el poder, por lo que esperaban que no tuviera problemas para cumplir sus promesas y dirigirlos a la Tierra Prometida.

La desilusión comenzó a llegar una vez que la gente se dio cuenta que el eterno candidato tenía muy buenas intenciones, pero no un plan real para llevarlas a cabo, que utilizaba el poder para saciar viejas rencillas y despotricar contra quienes opinaran distinto a él desde su púlpito de las mañaneras, y que su manejo de las crisis era tan cuestionable que incluso podía ser considerado como negligente. No obstante, las encuestas no parecían indicar un malestar de la población a su gestión, al continuar colocándolo con buenos números de aprobación, lo cual no significa que la gente vea con los mismos ojos a Morena, sobre todo después de los desatinos de muchos y muchas de sus militantes.

Sin embargo, la verdadera encuesta es la que se da el día de las elecciones, que es cuando la gente acude a las casillas a ejercer su derecho al voto, y las que se sostuvieron ayer en Hidalgo y Coahuila no parecen favorecer al partido fundado por el Presidente, en donde los resultados preliminares parecían indicar una amplia ventaja para el Partido Revolucionario Institucional, instituto que podría llevarse el “carro completo”. 

De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares, ayer a las 9:37 de la noche se tenían contabilizadas el 53.89 por ciento de las actas capturadas en Coahuila, con las cuales el PRI obtendría 16 distritos electorales con el 48.9 por ciento de los votos. En Hidalgo, la herramienta “Preliminares Hidalgo 2020” por la tarde daba una ventaja para el PRI en los municipios de Pachuca y Mineral de la Reforma, pero dejó de funcionar 3 horas después del cierre de casillas, lo que desató rumores de una “caída del sistema” y un intento de fraude electoral. Mientras tanto, las encuestas de salida marcan una fuerte tendencia a favor del PRI, partido que aseguraba a noche que llevaban ventaja en 21 Ayuntamientos.

Estos datos fueron desconocidos por el dirigente interino de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, quien aseguró que Morena se encuentra revisando sus actas y dijo que su partido se encontraba aún “en la competencia”.

Para conocer los resultados oficiales y saber cuál partido se erige como ganador definitivo, habrá que esperar hasta el miércoles, pero las encuesta de salida y los resultados preliminares muestran una tendencia clara, que la gente no está contenta con el desempeño de Morena, ni con el de Andrés Manuel, pues más que un voto a favor del PRI, lo que sucedió ayer fue el ejercicio del voto útil, de castigo, en contra de Morena.

Por tanto, se confirma que no es lo mismo una boleta en la que figure López Obrador, a una en la que vayan los candidatos por su cuenta, razón por la que el Presidente había sido insistente en incluir la revocación de mandato en la misma boleta electoral en la que se renovará la Cámara de Diputados.

Lo ocurrido ayer es un enorme triunfo para el PRI y una fuerte llamada de atención para Morena, partido que debe dejar de colgarse de la figura de Andrés Manuel, comenzar a hacer política y trabajar por su electorado, lo cual no se ve fácil a escasos 8 meses de las elecciones intermedias.