Bolivia, libre al fin
LOURDES CARRILLO BERNAL
Sábado 24 de Octubre de 2020 8:02 am
EL Fondo Monetario Internacional (FMI)
es uno de esos típicos movimientos favorables al capitalismo mundial, quiso
imponer al gobierno mexicano en funciones lo que siempre logró imponer a los
gobiernos anteriores: cancelar proyectos estratégicos como el de la refinería
de Dos Bocas, y disminuir el gasto social. El rechazo del presidente Andrés
Manuel López Obrador a esa decisión tendría que haber sido evaluado como un
acto histórico. México rechaza el “sistema deuda” fondomonetarista eje del
coloniaje de Estados Unidos al sur del Bravo. Significativo cuando Bolivia
retoma con voto pacífico y abrumador el control de su destino y de su vasta
riqueza, entre ellas el litio (vital para el abandono de combustibles fósiles).
Bolivia vivió
una jornada histórica el domingo pasado. Recordamos que a casi un año (363
días) de las elecciones presidenciales que marcaron el inicio de una turbulenta
crisis electoral y desembocó en un golpe de Estado dirigido por Estados Unidos
por conducto de la OEA, poniendo en peligro la vida del mandatario Evo Morales,
pero en una acción de rescate por el gobierno de México con el argentino
Alberto Fernández, la noche del 10 y 11 de noviembre de 2019, lo sacó del país
junto con más de 60 funcionarios. Además, la Embajada de México en ese país,
dio asilo a otras personas más, lo que acarreó el encono del gobierno “de
facto” de Jeanine Añez ordenando un asedio a la embajada de México y expulsando
a la Embajadora de nuestro país en Bolivia. Todo esto hoy lo agradece Evo
Morales y el triunfador de la elección democrática Luis Arce Arcona del MAS,
quien triunfó con el 51 por ciento de votos contra 31 de su opositor apoyado
por el régimen golpista. Toda esta
hazaña hoy marca el lugar de México en la historia de la democracia y la
fraternidad latinoamericana. El pasado 18 de octubre Bolivia llevó a cabo una
ejemplar jornada electoral, con una amplia e histórica
participación que no sólo es trascendente por sus implicaciones para la Nación,
sino porque también disipa dudas sobre lo acontecido en octubre de 2019. Las
recientes elecciones muestran con claridad la voluntad popular y son un ejemplo
para el mundo. La relación con Bolivia mira a un futuro prometedor. Bolivia
enfrenta una grave caída en su economía del primero al último lugar en la
región, urgente necesidad de atacar el hambre de inmediato con un bono de mil
bolivianos, ya prometido por el mandatario electo. Dio a conocer que restaurará
relaciones diplomáticas con Cuba, Venezuela e Irán en clara señal de que
Bolivia vuelve al camino independiente y latinoamericanista (Ángel Guerra
Cabrera, La Jornada, 22-10-20). Latinoamérica
exige la salida de Luis Donaldo Almagro Lemes, secretario General de la
Organización de Estados Americanos (OEA) por su indebido involucramiento en las
decisiones soberanas de diversas naciones de América, rebasando las facultades
técnicas del cargo y asumir decisiones que claramente no son de su competencia.
Durante las elecciones del año pasado en Bolivia, declaró supuesto fraude
electoral que condujo a la inestabilidad y violencia política y social, luego
vendría el lamentable golpe de Estado. El gobierno de México cuestionó la
autoridad moral de Almagro, quien en las elecciones que enfrentó Evo Morales
por su cuarto mandato, denunció supuesto fraude. Almagro no garantiza la
convivencia pacífica de los pueblos latinoamericanos, debe salir de la
OEA. Como mano que
mece la cuna, Donald Trump ha encontrado en Almagro su aliado (lacayo), quien
ahora aprobó una resolución crítica al gobierno del presidente venezolano
Nicolás Maduro, en la que denuncia “la carencia de condiciones democráticas
mínimas para los comicios del próximo 6 de diciembre para renovar la Asamblea
Nacional”. Con cinismo declara sus esfuerzos para que en estos comicios
“Venezuela recupere la democracia y acabar con la tiranía” y más. Logró la
votación de los representantes a favor de los requerimientos del opositor Juan
Guaidó. Con la abstención de México y Argentina. El proceso electoral de
Estados Unidos está en puerta. El 3 de noviembre será la elección. Sin embargo,
aún en el último debate de esta semana entre Trump y Biden no se aprecia una
diferencia de proyecto. Uno imprudente y otro mesurado, pero no se podrá
esperar mayor cambio en el próximo gobierno de Estados Unidos.
*Ex
presidenta de la Acpe