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Despacho político



ARMANDO MARTÍNEZ DE LA ROSA

La vida sigue igual


Miércoles 06 de Enero de 2021 6:26 am


1.- De diciembre a enero, la vida sigue igual. Nada ha cambiado. Sería de ingenuos esperar de la sola vuelta del calendario la maravilla de la desaparición de la vorágine donde estamos atrapados. Buenos deseos, eso sí. Qué más da, si tal es la costumbre de fin de año, un poco para alentar la esperanza, un tanto para conjurar el empeoramiento.

De cualquier manera, ciertas luces se han encendido. Para nuestra fortuna, no son rojas. Por lo contrario, son claras, si bien aún lejanas. Una lejanía relativa, porque si ya transcurrimos un año terrible, hemos de aguantar un poco más en tanto las cosas de verdad se modifican. O las modificamos, para expresarlo mejor. Podemos.

2.- Con 2021 empiezan a llegar las vacunas. Pocas, insuficientes, pero están ya las primeras. Irán arribando los embarques con las semanas y los meses. Ya nos han dicho que el antígeno por sí mismo no acabará la pandemia. La disminuirá, sin embargo, al punto de permitirnos regresar a la normalidad. No a una nueva, ni mejor ni peor, sino a la de antes de la desgracia.

Las reacciones clínicas de ciertos receptores de vacuna, unos pocos, han causado una reacción mediática exagerada, como si se tratara de desalentar a tomar la dosis cuando corresponda. Tal el caso grave de una doctora que omitió informar acerca de alergias que padece. Supondría que la profesional de la medicina conocía el riesgo y prefirió correrlo antes que exponerse a contagio sin defensa. 

3.- Como siempre hay quienes nadan en contrario, debe explicarse por qué el proceso de elaboración de las vacunas fue tan rápido en comparación con otros antígenos. Conglomerados de científicos en todo el mundo se aplicaron a investigar en largas jornadas. Financiados con miles de millones de dólares y euros, dispusieron de la información genética del virus, decidieron varios caminos para generar defensas en los receptores de la vacuna y encontraron una senda breve: en lugar de desactivar al bicho paso a paso, tomaron una parte de su información genética y dieron con el remedio. La tecnología disponible posibilitó apresurar los procedimientos y, por ende, los resultados. La burocracia sanitaria, cuya conocida indolencia requiere de años para aprobar un antígeno, despertó y se apresuró a autorizarlo.

Esas son las razones de la rapidez con que se crearon las vacunas. Digamos que se aceleró la fase 3, usualmente la más lenta.

4.- Suspicaces, quienes desconfían de las nuevas vacunas están en su derecho. Esperemos que sus razones provengan de conocimiento científico y no de percepciones subjetivas ni convicciones ideológicas o religiosas. Ya podrán permitir que se las apliquen o rechazarlas. Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que se trata de un interés colectivo, más allá del individual. Un contagiado puede difundir el virus a muchos otros. Corresponde al Estado nacional convencer a la mayoría del beneficio de recibir la inmunización y de la seguridad médica del remedio.

5.- Aun así, la esperanza es tenue todavía. En tanto la vacunación sea incompleta, estamos en las mismas. El gobierno federal debe apresurar la compra de dosis de las diversas marcas que ya están en el mercado. De esa manera, acortará el proceso de inmunización. Además de Pfizer, están Moderna, Sputnik V y Oxford, entre otras más. En esta última, la inversión de Carlos Slim facilitaría el acceso de México al antígeno, que tiene ventaja sobre la de Pfizer porque se conserva a una temperatura no extrema de modo que el manejo clínico será sencillo.

Menos grilla, menos discursos y más celeridad sanitaria. Cada día de retraso, son más contagios y más fallecimientos. Sólo si se apresura la vacunación, 2021 será mejor que el año pasado, el aciago 2020.


MAR DE FONDO


** A cada santo le llega su función. Hoy, el Congreso de Estados Unidos le dará la puntilla a Donald Trump. Le quedan 2 semanas en la Casa Blanca. El día 20, Joseph Biden asume la Presidencia. Tampoco hay que hacerse muchas ilusiones, pero no hay uno peor que Trump.

** Avísenle al alcalde Leoncio Morán que numerosas calles de la ciudad son iluminadas de noche sólo por la luna. Y el fin de semana habrá luna nueva, así que ni esos fulgores alumbrarán. Y donde brillan las luminarias, con frecuencia la luz es obstruida por el follaje de árboles en la vía pública. Podarlos es el remedio.

** “Su luna de pergamino/ Preciosa tocando viene/ por un anfibio sendero/ de cristales y laureles./ El silencio sin estrellas,/ huyendo del sonsonete,/ cae donde el mar bate y canta/ su noche llena de peces./ En los picos de la sierra/ los carabineros duermen/ guardando las blancas torres/ donde viven los ingleses./ Y los gitanos del agua/ levantan por distraerse/ glorietas de caracoles/ y ramas de pino verde.// Su luna de pergamino/ Preciosa tocando viene./ Al verla se ha levantado/ el viento que nunca duerme./ San Cristobalón desnudo,/ lleno de lenguas celestes,/ mira a la niña tocando/ una dulce gaita ausente//. Niña, deja que levante/ tu vestido para verte./ Abre en mis dedos antiguos/ la rosa azul de tu vientre” (Federico García Lorca, español, 1898-1936. Fragmentos de Preciosa y el aire).