En solfa
HÉCTOR SÁNCHEZ DE LA MADRID
Un 2021 impredecible
Miércoles 06 de Enero de 2021 6:29 am
NUNCA, como en esta ocasión, por diversas razones, los colimenses tendremos unos comicios tan diferentes a los anteriores, tanto por los partidos y alianzas participantes, como por las y los candidatos que contenderán por la Gubernatura de Colima, premio mayor que, por cierto, será equivalente a la rifa del tigre; pobre de quien se saque el premio. Ninguno de los abanderamientos registrados se encuentra funcionando siquiera medianamente, la mayoría está recuperándose de las heridas de la batalla de 2018 o apenas formándose y organizándose como tales por distintas circunstancias. Las alianzas, también, son de reciente cuño, ninguna participó de igual forma en el pasado, así que nadie puede criticarlas porque sería como escupir hacia arriba. Las y los hoy precandidatos (hasta el 5 de marzo se registrarán formalmente) hace 3 meses atrás tampoco consideraban participar en las condiciones personales y generales que lo van a hacer, si es que no les sucede algo, legal o partidario, antes de la fecha señalada y cambia parcial o totalmente el panorama que hoy tienen por delante. La política es una arena movediza que puede engullirse a quien caiga en ella. Solamente uno de los aspirantes desde hace tiempo decidió ir solo a la elección, sin coaligarse a otro partido, en una alianza ciudadana, que si llegara a consolidar se fortalecería considerablemente; sin embargo, hasta ahora se percibe sumamente difícil de lograr en los escasos meses que faltan para votar el ya cercano 6 de junio, así que bien por la congruencia y la firmeza, pero quizás será insuficiente para ganar. Otro de ellos escogió el difícil camino como independiente, nominación que primeramente tendrá que alcanzar cumpliendo con los requisitos ante el Instituto Electoral del Estado para participar como tal. De lograr su loable cometido, pasará a la historia política por ese hecho, pero tendrá que trabajar y moverse muchísimo para suplir la falta de estructura partidaria y hacer un papel decoroso en el proceso. Dos dirigentes de partidos y también aspirantes a la candidatura en alianza deshojan la margarita para decidir cuál de ellos va como postulante, la disyuntiva es la diferencia del peso político de los cargos electorales que ocupan, mismo que podría definirse mediante una encuesta seria y confiable que midiera las preferencias ciudadanas y el techo de crecimiento de los políticos con aspiraciones legítimas. La coalición de tres abanderamientos otrora irreconciliables entre sí, encontraron el punto de coincidencia para unirse en contra del Gobierno Federal y su partido, a quienes consideran que dirigen al país al abismo, por lo que buscan conjuntar fuerzas para evitar que obtenga la Gubernatura y la mayoría en la Cámara de Diputados y el Congreso del Estado. Dos damas representan a los institutos más fuertes. Si logran salir unificados del proceso interno que definirá a la candidata de la alianza y a su vez convencen a la mayoría de sus militantes y simpatizantes a votar por la postulante y demás participantes, además de presentar al electorado una propuesta viable, al igual que reconocer los errores cometidos, así como esgrimir durante la campaña una estrategia combativa, que ponga en su lugar a las y los adversarios, podrían retener el Gobierno del Estado. El partido en el poder federal no pudo formalizar la alianza tripartita que se anticipaba, como tampoco efectuar un proceso interno pacífico y unido para ungir a la precandidata designada a la Gubernatura, lo cual provocó el malestar de prosélitos y la renuncia al abanderamiento de una aspirante al mismo cargo, fundadora del instituto político y Diputada federal, quien pronto ingresó a un partido de reciente creación identificado con el Presidente de México. El mismo abanderamiento le ofreció a la Legisladora federal la candidatura al Gobierno del Estado, quien aceptó de inmediato la invitación, situación que vendrá a dividir más a los militantes y simpatizantes del partido en el poder federal y pilar del gobierno de la Cuarta Transformación, ya que el nuevo instituto político ligado al Mandatario nacional se llevará una buena cantidad de votos que se hubieran ido al primero, reeditándose una nueva versión de Kramer vs. Kramer. Por si fuera poco lo anterior, el proceso electoral se desarrollará todavía en la pandemia del Covid-19, que si bien para entonces ya se habrían vacunado a los adultos mayores de 60 años de edad y se estarían inmunizando a los que rebasen los 40 años, las campañas deberán realizarse bajo las estrictas medidas de seguridad sanitaria para evitar el incremento de contagios y, por consiguiente, de fallecimientos por SARS-CoV-2. 2021 se ve difícil para los colimenses.