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ALEJANDRO BERNAL ASTORGA
El capital humano, como alternativa para superar la crisis económica
Miércoles 06 de Enero de 2021 6:22 am
EN términos económicos, entre las opciones para que una Nación genere
valor, se consideran el uso de tierra (recursos naturales), trabajo (físico e
intelectual) y capital. Al ser complementaria, la conjugación de estos tres factores
genera ingresos y son utilizados por las organizaciones en diferente proporción
en función de su nivel de especialización; sin embargo, existe un factor que en
el entorno de la pandemia actual, incide significativamente para superar la
crisis que nos aqueja y que encuentra en las personas su principal riqueza. El capital humano contribuye al crecimiento económico de un país al ser el
recurso más importante con el que cuentan las organizaciones, ya que diseñan y
ejecutan los procesos que dan origen a la producción de bienes o la prestación
de servicios que satisfacen las necesidades de las personas. Luego entonces, entre los desafíos que habremos de superar para impulsar
el desarrollo del capital humano, se encuentran los siguientes. A) Proporcionar las condiciones de salud y seguridad para salvaguardar
la integridad de las personas. De acuerdo con la Organización Internacional de
Trabajo (OIT), para los gobiernos y las empresas “la gestión de la seguridad y
la salud deben ser prioritarios ante la pandemia actual. Se debe hacer una
evaluación para conocer cuáles son los riesgos y peligros en los lugares de
trabajo, y adoptar medidas preventivas y correctivas para controlarlos con eficacia,
asegurando que no causen daños a los trabajadores”. B) Incrementar los niveles de inversión en educación. La inversión en
capital humano genera valor al innovar, diferenciar, desarrollar conocimiento
frontera y tecnología de punta, estableciendo las condiciones bajo las cuales
las organizaciones producirán. La inversión pública y privada para el desarrollo de competencias que
incrementan la competitividad en actividades estratégicas, generaría un efecto
multiplicador que tendería a mitigar los efectos económicos negativos del
SARS-CoV-2. En este sentido, las universidades públicas, privadas y los centros
de investigación, son aliados clave para la formación y el desarrollo de
capital humano, que ofrezca soluciones aplicadas a los retos que enfrentan
gobiernos, empresas y la sociedad en su conjunto. El Banco Mundial (BM) afirma que el desarrollo del capital humano
encuentra en la educación de calidad a uno de sus principales impulsores y
destaca que en el largo plazo, la actual generación de estudiantes a nivel internacional,
puede perder ingresos por valor de 10 billones de dólares, como resultado de la
educación que habrán dejado de recibir. Es por ello que para tener sistemas
educativos más adecuados, resilientes y equitativos ante la pandemia actual,
sugiere trabajar con su apoyo en cuatro áreas: -Cerrar la brecha digital a fin de promover el uso eficaz de las
herramientas en línea para el aprendizaje híbrido y reducir las grandes
desigualdades en los sistemas educativos. -Acelerar la inversión en docentes calificados, proporcionándoles
formación práctica para mejorar el aprendizaje y las habilidades en sus
estudiantes. -Integrar en la enseñanza a las familias, garantizando la continuidad
del aprendizaje tanto en el aula como en la comunidad. -Considerar políticas educativas amplias orientadas a proteger a los
jóvenes a través de medidas incluyentes que eviten la discriminación, explotación,
abuso y acoso sexual. C) Generar las condiciones para estimular el talento y evitar la “fuga
de cerebros”. La emigración de mexicanos destacados en los ámbitos académico,
científico, cultural, etcétera, va en detrimento de la necesidad de capital
humano que tiene México. De ahí la importancia de establecer medidas para estimular
el talento y para ello Andrew Almazán, director de investigación del Centro de
Atención al Talento propone lo siguiente: -Detectar a los niños con gran potencial desde pequeños y darles una
educación diferenciada. Considera que en nuestro país se han detectado 10 mil niños
superdotados mediante pruebas de inteligencia, pero se estima que podría haber
un millón de casos más. -Contar con un sistema educativo acorde a las necesidades de formación
de talentos en cada estado, en el que la edad no sea un problema para que se
desarrollen y cuenten con infraestructura y profesores especializados hasta la
universidad, evitando que opten por estudiar en universidades en el extranjero. -Impulsar un sistema de emprendimiento y financiamiento para el joven
superdotado, mediante la incubación de nuevas ideas y empresas disruptivas,
convirtiéndose en generadores de empleos.
Como se puede observar, el desarrollo del capital humano contribuiría a
transformar positivamente a un país falto de oportunidades, que encontraría en
lo mejor de sus ciudadanos, la opción para acceder a mejores niveles de vida.