Letras y números
JOSÉ ÁNGEL BRAMBILA LEAL
Cuestión de huevos
Lunes 11 de Enero de 2021 6:30 am
ERAN tiempos de romanticismo político, donde algunos tenían las agallas para enfrentarse a un sistema totalitario, dominado por el PRI a lo largo del país, sabiendo de antemano que existía la posibilidad de ser perseguidos cuando colocaban la publicidad de sus candidatos y, en caso de ser alcanzados, regresar a sus casas llenos de moretones, las piernas quebradas y probablemente alguna costilla rota. ¡Pero con la satisfacción de haber intentado sembrar la semilla de la democracia! Tuvieron que desprenderse del mismo PRI, personajes de reconocida militancia para empezar a escribir una historia diferente, donde ya no sería tan sencillo continuar con las prácticas arcaicas del amedrentamiento y el salvajismo. Algún día se le tiene qué hacer un gran reconocimiento al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y a un grupo de seguidores (Ifigenia Martínez y Hernández y Porfirio Muñoz Ledo, incluidos), quienes, ante la imposición de Carlos Salinas como candidato presidencial, crearon el Frente Democrático Nacional para enfrentarlo en las elecciones de 1988, donde, por cierto, se le cayó el sistema a Manuel Bartlett Díaz cuando en el conteo de votos el Frente llevaba una ligera ventaja. A partir de entonces se establecieron leyes electorales en México, que poco a poco fueron modernizando las elecciones, haciendo que las viejas prácticas de persecución, golpes y vejaciones empezaran a ser tratadas hasta con cárcel para quien las cometiera y, como consecuencia de ello, llegaron los debates, donde civilizadamente se podían dirimir todas las diferencias entre los contrincantes. Pero he aquí que siempre habrá quien eche a perder la historia y quien queme en la hoguera de la guerra las buenas intenciones. ¿Se acuerda usted de aquel Colima pequeño, bueno y noble, donde toda la gente se saludaba por su nombre y caminaba sonriendo por las calles de la ciudad? Bueno, pues he aquí que, cansados de ser ignorados, porque a nivel nacional parecía que no existíamos, un pequeño grupo de hombres y mujeres (sobre todo mujeres) decidió acorralar al líder nacional del partido gobernante en la Presidencia de la República y demostrarle que aquí las cosas se arreglan con huevos. Por si usted no se enteró, el viernes estuvo aquí Mario Delgado Carrillo, que es el mandamás de Morena, y en compañía de la hoy precandidata a la Gubernatura del Estado, Indira Vizcaíno Silva, llevó a cabo una reunión con miembros de la estructura partidista en la sede estatal de ese partido. Cuando abandonaban la reunión, afuera los esperaba un grupo de inconformes por la designación de Indira Vizcaíno y con los huevos en la mano los empezaron a lanzar contra todo lo que se moviera. Vergonzosamente, Indira y Mario tuvieron que recorrer la distancia de la casona a las camionetas cubiertos con lonas que llevaban la publicidad de su partido, para con el espanto en las pestañas salir disparados a cualquier parte. Minutos después, la noticia de ese suceso ya ocupaba los espacios de los noticieros nacionales, justo la víspera de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a las costas colimenses. Desde luego que, para quienes no están de acuerdo con la designación de Indira Vizcaíno como la abanderada de Morena el desaguisado les debe saber a gloria; sin embargo, lo deseable sería que hechos como éste no volvieran a repetirse, pues a nadie conviene empezar desde ahora a ensuciar un proceso al que aún le faltan largos 5 meses para que concluya. Para quienes piensan que Claudia Yáñez Centeno y Cabrera tuvo injerencia en el suceso, ella misma se ha encargado de descalificar este tipo de acciones. “Seguramente en la manifestación se infiltraron provocadores, personas o grupos contratados ex profeso por algún interesado en crear un clima de confrontación que no ayuda a nadie”, expresó Claudia. Recordemos que muchos incendios empiezan con una pequeña chispa. Por el bien de Colima, estemos atentos. ¿Gusta opinar? Lo espero en Las Mentadas. Mi correo: jbrambilaleal@yahoo.com.mx
