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HÉCTOR SÁNCHEZ DE LA MADRID

El Presidente es vulnerable


Miércoles 27 de Enero de 2021 7:15 am


DESDE que se oficializó la Covid-19 en nuestro país, el 28 de febrero de 2020, se veía venir el contagio del presidente Andrés Manuel López Obrador de esa enfermedad, por la forma ligera e irresponsable en que visualizó la pandemia, de principio a fin, hasta que fue infectado después de casi 11 meses de no cuidarse y de incumplir las medidas sanitarias dictadas por el propio régimen que encabeza.

Los chistoretes de mal gusto e impropios sobre el letal virus, como el mostrar una estampita religiosa y pronunciar en su insoportable conferencia mañanera la letanía: “¡Detente, enemigo, que el Corazón de Jesús está conmigo!” –pisoteando el Estado Laico instaurado en las Leyes de Reforma de 1857 por el presidente Benito Juárez, ícono del titular del Poder Ejecutivo de la Nación–, han sido sus referencias.

Las recomendaciones a la gente para que se abrazara o saliera a los restaurantes en plena crisis, al igual que sus giras por el país sin guardar la sana distancia ni usar el cubrebocas, fueron el mal ejemplo a quienes lo veían en carne propia o a través de los medios tradicionales y las redes sociales contraviniendo la lógica y el sentido común, no digamos las disposiciones dictadas por autoridades y especialistas de la salud.

La primera vez que se le vio usar públicamente el cubrebocas fue en el viaje aéreo que hizo a Washington, D.C., para entrevistarse en la Casa Blanca con su entonces homólogo Donald Trump, pero fue porque no le quedaba de otra que obedecer el reglamento de los vuelos internacionales; sin embargo, ¿cuántas veces aquí, en México, habrá incumplido en sus traslados comerciales las reglas de tomarse la temperatura y el uso del tapabocas?

¿Cuánta culpa tiene López Obrador de las 152 mil 16 muertes por coronavirus en el país, al minimizar y burlarse de la enfermedad, conducta que seguramente han seguido millones de sus seguidores que creen en sus palabras y emulan su comportamiento? No lo sé, pero estoy seguro que son muchísimos los lopezobradoristas que no les importa cuidarse del SARS-CoV-2, solamente porque él no lo hace.

Cómo dejar afuera al subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, encargado del combate a la Covid-19, a quien ningún Gobernador lo respalda en el manejo de la pandemia, particularmente la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, de Morena, quien rompió con las disposiciones federales por el incremento de contagios y fallecidos en su territorio.

Por si fuera poco, la doctora en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard y jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, Laurie Ann Ximénez-Fryvie, autora del libro Un daño irreparable. La gestión de la pandemia en México, considera que el gobierno de Andrés Manuel ha causado “un daño irreparable” a miles de mexicanos que perdieron a sus familiares, que pudieron evitarse con un mejor manejo de la emergencia sanitaria.

En su cuenta de Twitter, la científica escribió: “Elegí no ser indiferente al dolor de los demás y asumir la inmensa responsabilidad de alzar la voz a favor de la salud y la vida. Este es mi grano de arena. Es tarde para los que ya partieron pero quedan muchas vidas por salvar. El rumbo se tiene que rectificar”. El libro saldrá a la venta el 30 de enero en la Ciudad de México y el Estado de México, para el resto del país hasta el 5 de febrero.

¿Sacará experiencia de lo sucedido López Obrador? Nadie lo sabe. Por su carácter terco, que presume incluso, pudiera seguir igual, máxime que al contagiarse producirá anticuerpos que lo volverán inmune por 3 a 6 meses, tiempo más que suficiente para que le apliquen la vacuna contra el coronavirus, así que es muy probable que la reaparición de Andrés Manuel será igual que antes, sin cumplir las medidas sanitarias.

Sin embargo, el haberse infectado podría cambiar su percepción de la enfermedad, sobre todo al comprobar que sí es vulnerable, que no es inmune a los virus, que puede correr el peligro de morir si no sigue los tratamientos médicos al pie de la letra, que es mortal, en pocas palabras. Cualquier persona normal aprendería y sacaría experiencia de haberse contaminado, aunque los síntomas fuesen leves, como es su caso.

Es angustiante y desesperante para la inmensa mayoría de los más de 126 millones de mexicanos comprobar diariamente que el Gobierno Federal no está haciendo lo correcto en el combate a la pandemia del coronavirus. Más grave aún es que no hay trazas de que alguien del Gabinete Presidencial se dé cuenta y trate de convencer al Presidente que estamos mal e iremos cada vez peor. 

P.S. México ocupa el último de los 53 lugares del Ranking de Resiliencia de Covid-19; también es el peor calificado en Latinoamérica, según la prestigiada empresa Bloomberg.