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Cantinflas en la Petatera



PETRONILO VÁZQUEZ VUELVAS


Viernes 12 de Febrero de 2021 7:29 am


MUCHO tiempo fue acalorado tema de discusión, el hecho de si el gran mimo Cantinflas, había estado en la Petatera o no. Unos lo aseguraban pero nunca lo habían visto, otros de plano lo negaban, así que un día que vi la foto de Cantinflas que me mostró mi amigo Rogelio Centeno, ni tardo ni perezoso acudí al Archivo Municipal. Primero descubrí que la foto sí existía (espero que aún esté) y seguí buscando hasta que encontré el estado de cuenta en donde quedaba registrado y asentado la utilidad correspondiente a esa corrida.

El informe financiero data de 1948, por lo que se demuestra que fue en ese año y no en otro cuando se presentó en el monumental coso. Ya tenía el dato contable, ahora me faltaba el dato que me corroborara el hecho y fue precisamente mi amigo Pillo Gaytán quien me dio los pormenores del acontecimiento.

Resulta que para ese año, el comité de fiestas había contratado con antelación al gran mimo para que se presentara en la Petatera y el trámite lo habían hecho con su representante. El caso es que llegado el momento y faltando pocos días para la presentación, con el anticipo entregado, la publicidad hecha y las entradas vendidas, el representante de Mario Moreno envió un telegrama cancelando la presentación.

En un acto de desesperación el comité decidió enviar a don Porfirio Gaytán y a otras dos personas a buscar a Cantinflas a Sayula, un pueblo señero enclavado en el corazón de El llano en llamas, en donde se presentaba cada año en las fiestas que se realizan casi a la par que las nuestras. Le rentaron una avioneta a Paco Zaragoza que él mismo piloteó y allá fue la comitiva sopera en busca del súper cómico.

Efectivamente, Cantinflas era asiduo visitante de ese pueblo, invitado por un tío y protector del eximio escritor Juan Rulfo, llamado David Pérez Rulfo, mayor del Ejército, aficionado a la fiesta brava y a la bohemia, muy amigo de Cantinflas.

Esto lo supe porque me contacté con el cronista de aquel lugar, don Federico Munguía, y pude cruzar la información, incluso me dijo que el gran mimo fue asiduo a la fiesta por aproximadamente una década, tiempo durante el cual aparte de presentarse en una corrida, el resto del tiempo gustaba de socializar con los amigos que en buen número hizo en aquella pintoresca población. El teatro principal del pueblo, ahora en desuso, lleva su nombre.

Volviendo al hilo de la plática, don Porfirio Gaytán y acompañantes trastumbaron el volcán en la avioneta de don Paco, llegando pronto a Sayula. Encontraron a Cantinflas, quien les dijo que no estaba enterado de ese compromiso, pero que si su representante había firmado, cumpliría. Es más, dicen que preguntó que dónde quedaba Villa de Álvarez, que en aquel tiempo no pintaba, porque la Monumental Petatera no había cobrado el reconocimiento internacional que ahora tiene. En mucho, la Villa es conocida por sus sopitos y por el monumento artístico de la nación.

Finalmente, el cómico se presentó con mucho éxito para deleite del público colimense y satisfacción del comité, que recaudó la cantidad de 4 mil 646 pesos por ese evento, un dineral si tomamos en cuenta que el total general de ingresos fue de 16 mil pesos (el 25 por ciento del total), firmando el tesorero José María Cruz y el presidente Adolfo Cárdenas.


ÉCHENME EL TORO


Si no tiene nada más que hacer, la próxima semana, a las 7 de la noche, métase a mi página para que vea algunas entrevistas y comentarios que estaremos haciendo en torno a nuestros festejos charrotaurinos. Hablaremos de toreros, charros, los payasos, las reinas, las corridas formales y más, que al cabo hay mucha tela de donde cortar. De 7 a 7 y media, una aportación sencilla pero con mucho entusiasmo para ustedes.