Cargando



Verdad contra calumnia



RAÚL PÉREZ OSORIO


Martes 02 de Marzo de 2021 7:03 am


“El idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… se lo llevaron todo y nos dejaron todo. Nos dejaron las palabras”, Pablo Neruda. Así se refiere Pablo Neruda, poeta chileno, al pillaje que cometieron los conquistadores sobre Latinoamérica, pero nos dejaron la lengua que hablamos. ¿Qué es el lenguaje? Tratando de ser sensible y sencillo, es la palabra que nos da el significado real y directo de una expresión, es decir, que el contenido se puede comprobar con nuestros sentidos y no se interprete de manera diferente.

Si nos enfocamos a la forma e intención de cómo utilizamos el lenguaje, dejamos al descubierto rasgos, debilidades y maledicencias de nuestra personalidad, de tal forma que hace un abogado fanfarrón, quien deja aturdido a su cliente o a su interlocutor, para justificar sus honorarios, imponiendo condiciones para cobrar sus servicios profesionales.

En el terreno médico, el argot lingüístico que se utiliza muchas veces lleva intenciones criminales para aterrorizar al paciente o familiares, a través del lenguaje técnico y científico; su intención no discrepa de lo anterior, justificar la depredación que se estableció, inmediatamente después que se desmantelaron las instituciones de salud pública, para que todo nos condujera a lo privado, haciendo trizas en lo económico a los necesitados de ese servicio para el ser humano.

Utilizar el lenguaje es delicado en lo cotidiano de nuestra vida. Para no ir tan lejos encontramos el siguiente ejemplo. El pasado domingo se hicieron notar las expresiones de unos pasajeros en un avión comercial en donde viajaba el Presidente de la República, el más honrado del que se tenga memoria (esto lo he escuchado de personas de Finlandia y últimamente de Argentina, de mucha gente de este continente). Las lacras lingüísticas tienen su matriz en los odios frenéticos.

Existe una confusión para los ciegos, culturalmente hablando, entre verdad y calumnia. Hemos caído en un maniqueísmo, que consideramos normal estar divididos en positivo y negativo, utilizando de manera perversa la realidad y el lenguaje.

Es difícil, para la mayoría de los mexicanos, comprender lo relacionado con David Rogelio Colmenares Páramo, auditor Superior de la Federación, en este momento desconozco su situación legal, porque ayer fue llamado a comparecer ante la Cámara de Diputados. De manera increíble, el Auditor se ha retractado de los manejos impresionantes de corrupción del actual Gobierno Federal, ha causado un daño letal a la institución que representa, si es que se comprueba la calumnia financiera. Está atentando contra la institución por ser totalmente independiente, utilizándola como un instrumento contra su enemigo político, Andrés Manuel López Obrador.

La infodemia es un río por donde transita la corrupción a través de medios impresos y digitales que apoyan al corrupto pasado neoliberal, le dieron todo el apoyo irracional a quien mintió para dañar a quien los Frena odian. Esto confirma que la calumnia ya es una parte medular de ciudadanos embravecidos, porque ellos consideran que expulsar su odio es libertad de expresión. Esos mismos medios de comunicación y ciudadanos jamás señalaron un error de asesinos, inmorales y corruptos fueran políticos o empresarios; tan es así que si alguien les explica la forma en que se llevó a cabo el huachicoleo y la evasión fiscal, no lo soportan, porque consideran algo del pasado.

Para que la tuerca apriete en forma definitiva el cuello del neoliberalismo, está saliendo a la luz pública la valerosa intervención de Muna Dora Buchahin, quien tuvo un puesto importantísimo en la Auditoría Superior de la Federación en el sexenio de Enrique Peña Nieto; fue despedida en ese sexenio porque quería dar a conocer la forma en que se llevó a cabo La Estafa Maestra; los partidos que quieren regresar al poder pusieron de auditor a David Rogelio Colmenares Páramo. ¿Cómo la ven?

Finalmente, no encuentro palabras para despedir a los amigos que se nos adelantan. Dice una canción: “Del mar se escucha un lamento de tristeza y dolor, viene de un viejo cayuco, donde Miguel se embarcó”. Mi más sentido pésame a su esposa Victoria y sus hijos, César, Xóchitl y Hugo, por la sensible pérdida de mi amigo Miguel Flores García, acaecido el 24 de febrero de 2021.