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Alianza ganadora



LUNES POLÍTICO


Lunes 29 de Marzo de 2021 6:55 am


LA semana pasada retomaron fuerza versiones sobre la posibilidad de una alianza de facto entre el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y la coalición “Va por Colima” PAN-PRI-PRD, para ganar la elección del 6 de junio.

Esto no es nuevo, se venía escuchando desde diciembre del año pasado y ahora lo hicieron públicamente. Primero el candidato del Verde a la gubernatura, Virgilio Mendoza Amezcua, y luego aceptó esa posibilidad el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Arnoldo Ochoa González.

A raíz de lo ocurrido en 2018, con el avasallamiento hecho por Morena en las urnas, quedó la idea en el resto de los partidos políticos de que eso se podría repetir en 2021, aunque en realidad no será así, pues cada elección es diferente y en este caso ha habido desgaste tanto del Gobierno Federal como de Morena, que aún no ha podido dar el paso de un movimiento a contar con la estructura de un partido político.

De hecho, “Va por México”, con su variante “Va por Colima”, surgieron precisamente por esa necesidad de PAN, PRI y PRD de fortalecerse para los comicios este año y con la idea de que por encima de intereses partidistas, aún en este caso tratándose de adversarios históricos y naturales, está el general, y frenar las malas decisiones que está tomando el Gobierno Federal.

Así es que la posibilidad de crecer ese bloque antiMorena, está ahí y en el caso de Colima, el Verde podría ser un aliado que finalmente inclinaría la balanza a su lado.

Se ha mencionado que el método para seleccionar a quien sería el abanderado, será una encuesta de cuyos resultados dependerá que quien vaya en segundo lugar entre Virgilio Mendoza y Mely Romero, se una al otro, para la parte final de la campaña.

Hay que precisar que sería una alianza de hecho, no de derecho, pues para eso, los tiempos autorizados por el Instituto Electoral del Estado (IEE) se vencieron en diciembre.

Es una buena idea, completamente profesional y de gran conciencia de los candidatos y los partidos políticos que no quieren que en Colima gane Morena y su abanderada Indira Vizcaíno Silva.

Por eso ha mencionado Mendoza Amezcua la importancia de ejercer un voto útil para darlo a quien tenga mayores posibilidades de ganar el domingo 6 de junio.

El medir al candidato del Verde con la postulante de “Va por Colima”, les daría certeza de quién en realidad podría ganar la elección encabezando una alianza de facto pluripartidista.

Faltaría ver la postura del candidato de Movimiento Ciudadano (MC), Leoncio Morán Sánchez, quien compite por cuarta ocasión por la gubernatura, pero se ve difícil que pueda ganar yendo solo.

Tendría que haber un acercamiento del Verde y “Va por Colima” con Morán Sánchez, y él a su vez debería analizar fríamente esa posibilidad, pues ésta es la última oportunidad que tiene de ser Gobernador.

Locho podría medirse también con Virgilio y Mely y entonces sí se aseguraría un bloque ganador, aunque Indira, con su soberbia característica, haya declarado que “ni unidos me ganan”.

Nadie sabe cómo terminará este proceso electoral, en el que además hay demasiados elementos inéditos, el más grave e importante es la pandemia, así como la evaluación de los electores al Gobierno Federal, a Morena, al Gobierno del Estado y los Ayuntamientos.

Otro elemento será la designación de candidatos a cargos locales, en donde en el caso de Morena, ha habido inconformidades que aseguran que se va a caer en lo que tanto criticaron del PRI, la imposición por dedazo, e Indira Vizcaíno pretende imponer a amigas suyas sin importar que sean o no capaces o tengan experiencia para el cargo al que aspiran.

Además, desde precampaña y ya en campaña, Vizcaíno Silva no tiene un acierto siquiera, va de tropiezo en tropiezo. Con sus declaraciones confirma que no sabe construir, sólo destruir, amén de su engreimiento que probablemente será su perdición.

No tiene caso mencionar una vez más sus malos resultados, primero como Diputada federal, luego como alcaldesa de Cuauhtémoc, secretaria de Desarrollo Social del Gobierno del Estado y finalmente delegada estatal de Programas para el Desarrollo.

Es probable que al final de la campaña, Indira se convierta en un tigre de papel, que aparenta ser una amenaza, pero en la realidad es vulnerable.

Sorpresas y explicaciones


SI algo ha marcado esta campaña electoral, es la sorpresa por hechos inusitados, convergencias que se creían imposibles, alianzas sin precedentes y negociaciones entre antiguos rivales que estuvieron a punto de llegar a los golpes.

Uno de tales hechos es el respaldo del priista Martín Flores Castañeda y su sindicato, el de los burócratas estatales, a la candidatura de Leoncio Morán Sánchez, de Movimiento Ciudadano.

En un intento de explicación, el dirigente de los empleados de gobierno aseguró que más de mil 200 miembros del sindicato participaron en una encuesta por WhatsApp para saber a quién darían sus votos de entre cuatro aspirantes, dos varones y dos mujeres. Ellos son Mely Romero, de la coalición “Va por Colima”; Indira Vizcaíno, de la alianza Morena-Nueva Alianza, Virgilio Mendoza, del Verde, y el propio Morán Sánchez. De entrada, eso excluye a Claudia Yáñez Centeno, candidata de Fuerza por México; a Aurora Cruz, del PT, y Evangelina Bañuelos, de Redes Sociales Progresistas.

En el análisis, según Martín Flores, se descartó primero a Indira Vizcaíno. Ella, siendo Alcaldesa, confrontó al sindicato de empleados municipales de Cuauhtémoc, propició que hoy haya tres de esos gremios, dejó de pagar prestaciones contractuales y dilapidó el dinero del presupuesto a pesar de que fue el único municipio, en ese momento, que recibió un incremento cuantioso de participaciones por eficiencia recaudatoria, mérito de su predecesor, Jesús Plascencia. Y luego, como secretaria de Desarrollo Social en el Gabinete de Ignacio Peralta, “llegó y pasó” sin resultado alguno. Despidió a 50 personas para colocar en la nómina a otro tanto de sus seguidores. Por esas razones, no la respaldan, dijo Martín.

De Mely Romero, señaló que es eficiente y honesta, pero la postula un partido que no posee esas mismas virtudes. “Al PRI, lamentablemente, se lo acabó una dirigencia estatal”, sostuvo en referencia a Rogelio Rueda Sánchez. Recordó que al salir de la presidencia del CDE de ese partido, Flores Castañeda dejó en caja 18 millones de pesos que Rueda Sánchez desapareció, por lo que ni construyó el edificio del tricolor y causó que el INE sancionara al partido con una multa de 16 millones de pesos. Además, en el periodo de Rogelio Rueda, el PRI perdió electoralmente casi todo: las 16 curules de mayoría de la Legislatura local y ocho municipios, quedándose con sólo dos pequeños, Coquimatlán y Minatitlán. También fue derrotado para el Senado y las diputaciones federales.

Eso es verdad, aunque un partido no se destruye en unos días, semanas o meses. Es un proceso más prolongado. De tal trayectoria, Martín Flores también es corresponsable. Como lo es igualmente de un periodo oscuro de la política priista en Colima durante los gobiernos de Silverio Cavazos y Mario Anguiano, en los cuales el dirigente de los burócratas y en ese momento líder del Congreso del Estado, fue factótum en la operación política durante una década. Él también aportó a la declinación del tricolor que se gestó durante años. En política hay que tener buena memoria.

De Virgilio Mendoza dijo que, según los burócratas, durante las dos veces que fue alcalde de Manzanillo, fue “bueno a secas”.

Y de Leoncio Morán aseguró que es un gran administrador de las finanzas públicas. Las dos veces que ha sido Alcalde de la capital, recibió las arcas en desastre, de manos de los panistas Enrique Michel Ruiz y Héctor Insúa García, respectivamente. Las compuso la primera vez y las entregó saneadas a Mario Anguiano. Esta vez, la presente, también las encontró deterioradas y las va a ceder a su sucesor saneadas.

Los elogios no pararon ahí. Flores Castañeda incluso se autodenigró con tal de halagar al candidato emecista. Siendo Diputado local, dijo, aprobó contratar deuda, a lo que Locho se opuso y polemizó con Martín. Ahora, este último dice que estaba equivocado y que Morán tenía razón. La capacidad administrativa del candidato de Movimiento Ciudadano convenció a los burócratas, pero sobre todo a Flores Castañeda.

En aquellos tiempos, septiembre de 2015, Martín y Locho se encontraron afuera de la XERL. Se enfrascaron en una discusión que estuvo a punto de llegar a los golpes (de ese pasaje hay un video) y terminó diciendo Flores a Morán: “Yo soy tu padre”. En consecuencia, parece que hoy los acuerdos terminan en familia y el candidato de MC es casi perfecto para el líder de la burocracia. “Confiamos en que Locho sea un gobernante incorruptible”, subrayó.

Hay un punto nodal en este acuerdo inusitado e inesperado. Martín Flores dio a conocer la posición de su sindicato al día siguiente de que la secretaria del Interior del gremio, Patricia Alcaraz, fue postulada candidata de Movimiento Ciudadano a la diputación federal por el primer distrito. Alcaraz Pulido se encontraba en la lista de candidatos a diputaciones locales por el PRI, por medio de la coalición “Va por Colima”.

Es evidente que hubo una negociación previa entre Martín y Locho. A cambio de la postulación de la sindicalista, candidatura que a Flores le interesaba impulsar, el sindicato la respalda a ella y a Morán. Esa es la explicación del encuentro de dos políticos que hace poco más de 5 años se insultaron y casi se lían a golpes. Tal es el nivel de la política local.

Congreso paralizado


LOS diputados locales integrantes de la 59ª Legislatura iniciarán, el 1 de abril, su último periodo ordinario de sesiones, justo en plena campaña electoral y con más de 200 iniciativas pendientes de revisar y dictaminar en las diferentes comisiones de trabajo.

Ya de por sí errático, por los vaivenes en la gobernanza interna, el trabajo en el Poder Legislativo corre el riesgo de paralizarse debido al poco interés de muchos diputados, quienes están más atentos al desarrollo de actividades proselitistas que al correcto desempeño del cargo por el que perciben un salario cuantioso.

Al menos ocho legisladores participan actualmente en los respectivos procesos internos de sus partidos políticos para buscar un nuevo cargo o reelegirse en el actual, en tanto que otros más esperan los tiempos legales para registrar sus candidaturas ante las autoridades electorales.

Hasta este momento son precandidatos Araceli García Muro, Ana Karen Hernández Aceves, Vladimir Parra Barragán, Claudia Aguirre Luna y Blanca Livier Rodríguez Osorio, aspirantes de Morena a una diputación federal los tres primeros y a las alcaldías de Colima y Villa de Álvarez las dos últimas.

El independiente Guillermo Toscano Reyes se inscribió como precandidato de Morena a la Presidencia Municipal de Villa de Álvarez; en tanto que los panistas Francisco Rodríguez García y Gretel Culin Jaime buscan repetir como diputados locales, postulados por la coalición “Va por Colima”.

Además hay otros como Carlos César Farías Ramos, Arturo García Arias y Rogelio Salinas Sánchez que seguramente se inscribirán como candidatos, aunque en este momento no participen en un proceso de selección previa en sus respectivos partidos.

De esa forma, el Congreso del Estado que apenas había llegado a una etapa de cierta estabilidad, corre el riesgo de convertirse en una institución improductiva y poco útil a la sociedad, pues sus miembros están distraídos en las campañas electorales.

En la congeladora están iniciativas como la que busca prohibir la venta y distribución de alimentos chatarra a menores de edad; la que crea la Ley del Seguro de Desempleo para el Estado de Colima; así como la que instituye la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos del Estado de Colima.

También permanece sin análisis la iniciativa de Ley para Evitar el Desperdicio de Alimentos en el Estado de Colima y la Ley de Fomento a la Cultura del Estado de Colima. Otra de las olvidadas es la iniciativa de Ley de Protección y Bienestar Animal para el Estado de Colima.

Controlado por una fuerza pluripartidista desde julio del año pasado, el Poder Legislativo no ha podido sacudirse el desorden en que lo sumió la mayoría de Morena, fracción que llegó a tener hasta 12 diputados en diciembre de 2018, pero despilfarró su fuerza y ahora está reducida a ocho tribunos.

El manejo del entonces bloque mayoritario por parte de Vladimir Parra Barragán y, a trasmano, Indira Vizcaíno Silva, generaron discordia y conflictos en el Congreso del Estado, lo que incidió negativamente en el trabajo legislativo.

Fueron varios los diputados que no se plegaron a ese nocivo control, como Miguel Ángel Sánchez Verduzco, Fernando Escamilla, Lizeth Anaya, quienes en su momento renunciaron a la fracción de Morena; así como las diputadas Claudia Aguirre Luna y Jazmín García, también disidentes del liderazgo de Parra Barragán, a quien incluso denunciaron por violencia política de género, por lo que el Legislador fue sancionado por su partido.

Ahora, el Poder Legislativo tiene el reto de continuar su trabajo en beneficio de la sociedad, al margen de la intensa actividad política y electoral que se vivirá en las próximas semanas. Los tribunos reciben un sueldo bastante elevado para cumplir sus tareas con responsabilidad, sin distraerse en otros asuntos.

Incluso y aunque no estén obligados por la ley, lo más ético sería que quienes participarán en las campañas, pidan licencia para separarse temporalmente de su cargo, así podrían dejar el lugar a una persona que se dedique de tiempo completo a la importante labor de representar a los colimenses.

Semana Santa


DESDE ayer y hasta el próximo 4 de abril será el periodo vacacional de Semana Santa, por lo que las autoridades del Sector de la Salud han advertido que pudiera presentarse una ola de nuevos contagios por la movilidad de vacacionistas que habrá en el país.

A poco más de un año de que se declaró la pandemia de Covid-19 en el mundo y en México, la población ha cambiado drásticamente su ritmo de vida, inclusive ha tenido que pasar semanas de encierro total o parcial, para reducir contagios y muertes.

Este cambio en la sociedad ha generado otros problemas, como depresión, ansiedad y dolor en aquellas familias que han sufrido la pérdida de un ser querido por este virus, que a todos nos tomó por sorpresa y que el Gobierno de México no lo dimensionó en los efectos devastadores que tendría en la salud y la economía.

Es un hecho que muchas familias saldrán de vacaciones a los diversos destinos turísticos del país, a pesar del riesgo que ello implica, pues aún permanecen estados en naranja y amarillo, en el Semáforo Nacional Covid-19.

La población se ha venido acostumbrando a la nueva normalidad, donde es indispensable, en todo momento, el lavado de manos, el uso de gel a base de alcohol al 70 por ciento, el cubrebocas y la sana distancia, entre otras medidas. Muchos optarán por tomar estos días de asueto en destinos turísticos conscientes del riesgo de contagiarse y enfermar a otras personas.

Lo injusto es para aquellas personas que se quedarán en sus casas, que preferirán el encierro para no exponerse al riesgo de contagio; no obstante, cuando hayan pasado las vacaciones, muchos de quienes salieron serán portadores del virus y enfermarán a otros, entre ellos a quienes no salieron a recreación.

Lo grave es que a estas alturas, son muy pocas las personas que en el país han sido vacunadas, pues sigue fallando la estrategia de vacunación del Gobierno Federal. Es cierto que siguen llegando a cuentagotas las vacunas, pero también que no se ha afinado la Campaña Nacional de Vacunación. Todo porque el gobierno de la 4T sigue buscando darle un sentido electoral a su favor a la inmunización.

Este fin de semana llegaron al país 10 millones de dosis de diferentes vacunas, sin duda una buena noticia, no obstante, persiste la desorganización en todo el país, el Gobierno Federal insiste en que se vacune primero a la población de las zonas rurales, donde prácticamente no hay contagios y sigue desprotegida la mayoría de mexicanos que se concentran en las ciudades.

Es evidente que el gobierno de López Obrador ha fallado en el manejo de la pandemia, pues el jueves pasado se rebasó la cifra oficial de 200 mil muertos por Covid-19. Los expertos sostienen que la cantidad real es de por lo menos el doble de defunciones. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, declaró el año pasado que si se llegaba a los 60 mil fallecimientos sería “catastrófico”. ¿Qué puede decir ahora que casi se cuadruplica la cifra?

En Colima, con muchas dificultades y esfuerzos del Gobierno Estatal y el apoyo de gran parte de la población, se ha logrado pasar del color rojo al naranja y actualmente al amarillo, en el semáforo Covid-19. No se ha podido alcanzar el verde, como ya ocurre en siete entidades del país.

La Secretaría de Salud, Coespris, Protección Civil y los Ayuntamientos deben ser enérgicos en estas vacaciones de las Semanas Santa y de Pascua y obligar a los comercios, restaurantes, bares, discotecas, cines y prestadores de servicios turísticos a respetar las medidas sanitarias y de distanciamiento social, para evitar al máximo los contagios y muertes.

A quienes incumplan, se les debe sancionar y cerrar los establecimientos, pues no es justo que por ganarse ellos unos miles de pesos más, se exponga a la población. Se deben respetar el aforo permitido y contar todos, sin excepción, con gel a base de alcohol, tapetes con sustancias desinfectantes y respetar la distancia de mínimo 2 metros.

La misma población debe ser consciente y no ingresar a lugares donde haya aglomeraciones, y muchos menos a sitios a puerta cerrada, inclusive, reportar a las autoridades sanitarias a esos negocios incumplidos. Todos tienen derecho al descanso, al esparcimiento y la diversión, pero también, todos deben ser responsables y cuidarse.