A propósito...

Mega catastrófico

Martes 30 de Marzo de 2021 6:50 am

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LA cifra real de muertos por Covid-19 podría llegar a 322 mil 139 decesos. Según el reporte oficial de exceso de mortalidad en el país, dado a conocer por la Secretaría de Salud, el subregistro alcanzaría 60 por ciento de los 201 mil 623 casos reconocidos inicialmente, así lo demuestran las actas de defunción.

Malaquías López, miembro de la Comisión para la Atención de la Emergencia de Covid-19 en la UNAM, apuntó que: “la cifra se obtiene si sumamos 294 mil 287 (del exceso de muertes), más 27 mil 852 casos del acumulado diario; pero incluso podríamos sumar a esos casos los 182 mil 301 registros confirmados por el sistema de vigilancia epidemiológica, que no indica si están incluidos en el registro de exceso”.

En esa circunstancia, dijo, “estaríamos hablando de una cifra cercana a los 500 mil fallecimientos. La cifra es brutal”.

En su opinión, estos datos muestran que la pandemia rebasó por completo al sistema hospitalario, pues hubo personas que no fallecieron en los hospitales sino en sus propias casas.

Lo que quiere decir es que sí se colapsó el sistema hospitalario y que mucha gente murió en sus casas porque no encontraron lugar en hospitales o porque les dio miedo acudir a ellos.

Se ubicaría a México por encima de Brasil, que reporta 307 mil fallecimientos, con la agravante de que este país tiene una población mayor.

“Seríamos el segundo país con más muertos, pero Brasil y Estados Unidos tienen el triple de habitantes que nosotros; sin esa diferencia del tamaño de población, ya tendríamos la mortalidad más alta del mundo”.

La doctora en Ciencias Médicas, Laurie Anne Ximénez, afirma que tarde o temprano se sabrá la verdadera magnitud de la catástrofe que ha azotado a nuestro país por el criminal manejo que nuestras autoridades le han dado a la pandemia.

El exceso de mortalidad incluye los confirmados, los no confirmados y las muertes indirectas.

Carlos M. Urzúa, ex secretario de Hacienda con AMLO, acusa: “Como han denunciado tanto especialistas nacionales como internacionales, las autoridades mexicanas han mentido de manera reiterada desde hace meses. Ha sido una mentira tras otra. Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno Federal ha tergiversado la gravedad del problema: ha subestimado el número de personas infectadas por el coronavirus; ha ignorado en su contabilidad a las decenas de miles de mexicanos que han fallecido fuera de los hospitales de salud pública; ha mentido, inclusive, sobre el simple calendario de vacunación contra el virus. Un calendario cuya versión final sigue siendo esperada, con ilusión, por millones de adultos mayores en toda la República.

“Si no se puede confiar en las cifras gubernamentales sobre los fallecidos por la pandemia, ¿cómo podría estimarse entonces la verdadera magnitud de la tragedia?”.

¿QUIÉN DAÑA LA DEMOCRACIA?

El presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió ante los gobernadores y el pueblo de México, mediante pacto público, a no intervenir de ninguna forma en las elecciones del 6 de junio, pero al parecer ya rompió el acuerdo y, además, agrede a la Institución Electoral que reconoció y validó su triunfo a la Presidencia de la República.

El sistema electoral mexicano, con las imperfecciones que pueda tener, ha sido reconocido en el mundo y varias naciones lo han tomado como ejemplo a seguir, por lo que desacreditarlo no hace más que generar ruido en el mayor ejercicio de una sociedad democrática que son las elecciones, por lo que ahora cabría preguntarse ¿quién daña más a la democracia?

El presidente López Obrador acusó al Instituto Nacional Electoral (INE) de “jugar sucio” y atentar contra la democracia.

“¿Cómo voy yo a quedarme callado? ¿Nada más porque soy Presidente? Eso para mí es un atentado a la democracia, así de claro, es juego sucio, es antidemocrático”.

Claro que debe quedarse callado, y precisamente porque es el Presidente de todos los mexicanos no debe actuar como líder de Morena y salir en la mañanera en defensa de su partido y de sus candidatos.

“Yo siempre voy a defender la democracia, siempre, y no voy a aceptar que de arriba, por intereses cupulares, por intereses de mafias, por los intereses de la ‘maleantada’, de los malandros de cuello blanco, se pisotee la democracia.

“En la pasada elección les dieron registro de candidato a quien no reunió los requisitos, pero como se los ordenaron a los mismos que están ahora, les dieron el registro. Y lo mismo en el caso de los nuevos partidos”.

AMLO no dice a quién le entregaron candidaturas y los registros a nuevos partidos; es obvio que no se lo dieron a Margarita Zavala por el choque de Calderón con López Obrador y los tres registros otorgados son a partidos políticos afines a él.

“Estos que están de autoridades electorales entregaban candidaturas a quienes no reunían los requisitos, candidaturas de famosos, por consigna de los presidentes de la República”.

Recordemos que en la elección de 2000 a la Jefatura del Gobierno del Distrito Federal, AMLO no llenaba el requisito de la residencia y el presidente Ernesto Zedillo influyó para que se le dejará competir y ganó.

“Existe una estrategia política en contra nuestra para que el movimiento de transformación no tenga mayoría en la Cámara de Diputados, que los consejeros del INE están convertidos en el supremo poder conservador, ya deciden quién es candidato y quién no”.

Las acusaciones del presidente López Obrador son un atentado a la democracia y una forma de intervenir en las elecciones del 6 de junio próximo, opinaron ex consejeros presidentes del organismo electoral.

1.- “Hace 30 años que se fundó el INE [antes Instituto Federal Electoral, IFE] y nunca había visto desde la Presidencia de la República una agresión tan sin fundamento contra una institución autónoma; eso nos debería alarmar a todos porque en México costó mucha lucha edificar una institución confiable, encargada de organizar las elecciones, y atentar contra ella es atentar contra la frágil democracia mexicana”, expresó José Woldenberg.

2.- Luis Carlos Ugalde: “El presidente López Obrador está interfiriendo en el proceso de las elecciones de este año con sus críticas al INE, a pesar de que se había comprometido a no hacerlo cuando firmó su Acuerdo Nacional por la Democracia con todos los gobernadores.

“Está cuestionando las decisiones del INE y está apoyando a su partido político. El Presidente persiste en su idea de atacar al árbitro electoral, lleva 20 años haciéndolo, lo sigue haciendo y con eso alienta a Morena y a sus aliados para que digan que el INE está favoreciendo al PRI y al PAN, lo cual es falso”.

3.- María Marván Laborde, la primera consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral, opinó que las decisiones de ese organismo, como la de bloquear la sobrerrepresentación en el Congreso de la Unión, no tienen una etiqueta contra Morena.

“La decisión del INE es una decisión legal para hacer cumplir la Constitución, en una resolución del tribunal de 2015 se ordenó que se tomarán las previsiones para que se respetara 8 por ciento como máximo de sobrerrepresentación [en el Congreso de la Unión], entonces yo esperaría del Tribunal Electoral que se dé cuenta de que esta resolución lo que está haciendo es cumpliendo en última instancia un mandato de ellos y no es una cuestión personal dirigida a Morena”, concluyó Marván Laborde.

EL INE SE SOSTIENE

El Instituto Nacional Electoral (INE) aseguró el pasado 25 de marzo que respetó el derecho de audiencia de quienes les fue cancelada su candidatura, pues les otorgó un plazo de 3 días para que manifestaran lo que a su derecho convenía. No se subsanó la irregularidad de no haber presentado el reporte de gastos e ingresos de precampaña. El proceso de fiscalización no afectó a quienes sí cumplieron con esa tarea.

Además, el artículo 79 de la Ley General de Partidos Políticos establece la obligación de presentar los informes de gastos e ingresos, mientras que el 229 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales señala que, si un precandidato incumple dicha tarea, no podrá ser registrado como candidato. Aunado a ello, el artículo 456 de esta última refiere que las infracciones de los interesados en un cargo de elección popular serán sancionadas con la pérdida del derecho a ser inscritos como contendientes.

Eso dice la ley y eso: respetar la ley, es lo que no hace, ni quiere, ni le gusta a AMLO ni a Morena.