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Inseguridad



EDITORIAL


Miércoles 31 de Marzo de 2021 7:26 am


AL ofrecer un mensaje con motivo de los primeros 100 días de su tercer año de gobierno, ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que los delitos de feminicidio y extorsión han aumentado durante su gobierno.

Destacó que se redujo el huachicoleo en 95 por ciento, los homicidios bajaron 1.6 por ciento, igual el robo de vehículos en 40 por ciento. En suma, dijo, de 11 delitos considerados de mayor impacto, solamente han aumentado los feminicidios en 8.5 por ciento, y extorsión, 21 por ciento.

Argumentó que todo este esfuerzo para conseguir la paz se ha llevado a cabo sin violaciones a los Derechos Humanos, “sin cometer masacres, sin cometer tortura, sin desapariciones forzadas, ni ejecuciones extrajudiciales, como ocurría antes”.

Es una lectura optimista en exceso la del presidente López Obrador, pues por ejemplo, el 1.6 por ciento de reducción de homicidios no es para cantar victoria. Además, la percepción de la sociedad es que sigue aumentando la violencia en todo el país. Dice el Mandatario que no ha habido masacres, lo cual es inexacto, pues sí se han registrado y han sido numerosas, tanto de ciudadanos comunes como de policías.

Es positivo que reconozca que los feminicidios siguen al alza y el caso de la ciudadana salvadoreña refugiada en México, que fue asesinada por policías en la población de Tulum, Quintana Roo, es indignante, pues se muestra la facilidad con la que se puede privar de la vida a una persona, sobre todo a mujeres, en nuestro país. Peor aún, perpetrado por quienes deben de cuidar a la población.

En México no ha funcionado esa política de buen trato a delincuentes, porque las bandas del crimen organizado dedicadas al narcotráfico, que es el principal generador de inseguridad, siguen aumentando su fuerza y presencia a todo lo largo y ancho del país.

El crimen organizado controla alrededor del 35 por ciento del territorio de México, aseguró el general Glen Van Herck, jefe del Comando Norte de Estados Unidos. La declaración fue rechazada por el Mandatario mexicano sin argumentos ni datos.

No obstante el optimismo del Presidente, las cifras en seguridad son desalentadoras. La violencia es tan alta como antes, por lo que debe cambiar sus políticas públicas y estrategias, para cumplir su compromiso de devolver la seguridad y la paz a los mexicanos.