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Maldonado dice



CARLOS MALDONADO VILLAVERDE

La mirada en el centro


Jueves 08 de Abril de 2021 7:11 am


¿Se acuerdan de ese libro de José Agustín? Publicado en 1977, hablaba sobre que la mirada se mueve y el centro se pierde. Norte, sur, este y oeste se confunden con tanta facilidad como izquierda y derecha. La mirada en el centro enfoca, pero no se mantiene ni en el centro ni en el foco. Si la brújula se confunde, ¿cómo hallaremos el norte?

Esto viene a colación por la forma en que la política se ha movido desde la tiranía (casi) ilustrada de Porfirio Díaz, con todo y sus “científicos”, hasta el monopolio de partido (la dictadura perfecta, dijo Vargas Llosa), a un régimen incipiente de partidos con “plataformas políticas” diferenciadas y, ahora mismo, a una mezcolanza tan complicada que los principios, las doctrinas, las ideologías y las convicciones terminaron en el drenaje de las ambiciones políticas o, como suele decirse, “la búsqueda del poder por el poder mismo”.

Cómo, si no, interpretar la alianza inimaginable entre PAN, PRI y PRD. ¿No eran enemigos irreconciliables por cuestión de principios hace unos cuantos sexenios? ¿Se imaginan a Carlos Salinas, Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel Clouthier haciendo equipo en una coalición para ganar el Congreso? ¿A Tatiana Clouthier en el bando contrario con los morenistas? ¿A Luis Donaldo Colosio Jr. en Movimiento Ciudadano?

El mismo batidillo se ha hecho en Colima, de más está enumerarlo. El tema es que no hubo “traiciones” a los partidos, pues los partidos abandonaron sus ideologías, los liderazgos partidistas se definieron por el interés de ganar elecciones o de sobrevivir al pasado tsunami morenista y cada activista político tuvo que redefinir su camino. Además, era el camino de la redención o de la perdición, pues algunos políticos –como Locho Morán y Felipe Cruz en la pasada elección– fortalecieron el alcance del nuevo partido al que se integraron, llevándole a niveles que nunca había alcanzado y poniéndolo en la jugada. De hecho, según las últimas dos encuestas que he visto publicadas, el candidato a gobernador por Movimiento Ciudadano es el que más cerca está de alcanzar a la candidata de Morena. Esto no es aún un “empate técnico”, pero sí a unos cuantos puntos que pueden alcanzarse con un acierto del primero o con un pequeño “resbalón” de la segunda.

Ahora entran los y las aspirantes a las alcaldías municipales, así como a las diputaciones locales y federales… Esto cambia el escenario, pero también lo hace más impredecible, pues hay nombres social y culturalmente valiosos en partidos emergentes y nombres casi desconocidos en partidos que en el pasado (o en las pasadas elecciones) tuvieron gran peso. Las aguas se moverán a gran velocidad. No hay tinta que alcance para hacer especulaciones con tantos candidatos en juego.

Nada más observando la composición de candidaturas a alcalde del municipio de Colima, queda claro que los partidos ya no importan. Ahora lo que cuenta es la trayectoria y el prestigio personal de cada aspirante y se deberá ver reflejado en la suma de sus votos, pero, ¿aportarán al proyecto político de su candidato o candidata al gobierno del estado?

¿Podrá Diana Vega jalar a las mujeres empresarias de Colima y al sector empresarial en general al proyecto político completo de Fuerza por México? ¿Jalará José Manuel Romero a los priistas a votar por Virgilio? ¿El profesor Federico Rangel convencerá a los maestros de votar en bloque por Movimiento Ciudadano? ¿Moverá Verónica Zamora a la comunidad cultural de Colima a votar por el partido RSP?

Hoy parece que la única marca fuerte de partido es la de Morena, pero, ¿Gisela Méndez podrá capitalizar esa fortaleza? Máxime cuando tanto ella como Indira Vizcaíno, la abanderada a la gubernatura, vienen de ser funcionarias del gobierno estatal priista y, hasta donde recuerdo, el enorme desamor de Andrés Manuel contra el PRI (del que también fue militante) fue lo que le valió convertirse en símbolo del antisistema y ganar al tercer intento la Presidencia de la República.

Sólo el tiempo será el cronista veraz de esta historia plagada de incertidumbre. Nadie la tiene segura y cada voto cuenta, vale, pesa y se cuida.


carlos.maldonado.v@hotmail.com