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Fin de la travesía



HÉCTOR SÁNCHEZ DE LA MADRID


Viernes 09 de Abril de 2021 7:35 am


Hace 67 años, 5 meses y un día, Don Manuel Sánchez Silva fundó Diario de Colima con el objetivo y el compromiso de convertirlo en un periódico cotidiano y el mejor de nuestro estado. Lo logró con el apoyo y el consejo de su esposa, Doña Amalia de la Madrid Béjar.

El 8 de noviembre de 1953, día en que nació esta Casa Editora, en su Saludo a la sociedad colimense, imprimió en su primer ejemplar la columna vertebral de lo que ha sido este matutino hasta el día de hoy bajo la responsabilidad de las familias Sánchez de la Madrid y Sánchez Espinosa: “DIARIO DE COLIMA es un periódico moral y económicamente independiente. No tiene ni tendrá compromisos de ningún género con nada ni con nadie. Sus columnas están abiertas a todas las corrientes del pensamiento, sin otra limitación que la decencia y la salvaguarda del bienestar colectivo. Dentro de esta libertad de expresión y amplitud de conciencia, los errores en que se incurra, no tendrán otra causa que las naturales fallas de la condición humana, pero nunca se incubarán en el dolo o en los intereses inconfesables. Por encima de todo y todos, DIARIO DE COLIMA dirá y sostendrá la verdad, como inspiración única y suprema tendencia”.

Han transcurrido desde entonces 24 mil 624 días, en los que este periódico ha estado al servicio de las y los colimenses, abanderando sus mejores causas, defendiéndolos de los abusos, de las arbitrariedades e injusticias de las autoridades, sin doblegarse ni someterse ante ningún gobierno, federal, estatal o municipal, como tampoco servir de instrumento a los intereses particulares de políticos y empresarios poderosos. Siempre estuvimos del lado de la comunidad, exaltando sus valores familiares y personales, preocupándonos por su salud, su seguridad, su educación y el respeto a sus Derechos Humanos, además de ofrecer sus páginas para que las y los ciudadanos denunciaran, comentaran, difundieran lo que les sucedía, siempre y cuando fueran situaciones de interés público, ya que la vida privada para nosotros es intocable. La libertad de expresión de columnistas y articulistas fue irrestricta.

Diario de Colima ha sido la principal escuela de periodismo en nuestro estado, de donde han surgido las y los mejores periodistas y articulistas. Su suplemento cultural, Ágora, ha publicado poemas, relatos, cuentos y ensayos inéditos y otros ya impresos con anterioridad, de escritores locales, nacionales e internacionales, creando el Premio Estatal de Viñetas “Manuel Sánchez Silva” como un homenaje al trabajo literario de nuestro fundador y autor de las Viñetas de la Provincia, que semana a semana hemos publicado los domingos una de ellas para el disfrute de nuestros lectores.

Desde el 14 de marzo de 1979, día en que falleció Don Manuel Sánchez Silva, mi papá, tomé las riendas de Diario de Colima por designación de mi mamá, Doña Amalia de la Madrid Béjar, a quien siempre reconoceré y agradeceré la confianza que depositó en mí. El principal e insuperable reto fue cubrir el hueco que dejaba Don Manuel, situación imposible de llenar, ya que nadie es sustituible y menos una figura del nivel periodístico y literario de mi progenitor, por lo que decidí continuar su línea informativa y editorial, sin imitarla, con mi estilo, al tiempo que me rodee de periodistas y editorialistas que sabían mejor su trabajo que yo, con lo que pudimos salvar a esta Casa Editora que estuvo a punto de irse a pique.

Así como mi papá tuvo el respaldo de mi mamá para fundar a Diario de Colima, yo tuve la fortuna de contar con el apoyo de mi esposa Patricia Margarita Espinosa Sotelo, quien me ayudó a madurar y a encontrar el camino para llevar a buen puerto la embarcación que me quedaba grande en aquel entonces. Sin Patricia nunca hubiera salvado al periódico ni llevado al lugar que Don Manuel vislumbró y prometió en su hermoso y profundo Saludo a los colimenses. Mi amor y agradecimiento perennes a Patricia.

Mi hija Paty siguió los pasos periodísticos de su abuelo y su papá, convirtiéndose en una figura relevante del periodismo colimense, a través de su leída columna Sentido común, en la que tocaba temas actuales de sumo interés público, y de sus interesantes entrevistas a personas de todos los sectores sociales, económicos y políticos; se desempeñó como Subdirectora General. A mi hija Dany no le atrajo la actividad periodística, sin embargo, heredó la perspectiva crítica y aguda de la función pública y de la gente. Mi hijo Héctor también incursionó en Diario de Colima, escribiendo su gustada columna Reflejos y realizando novedosos reportajes para el impreso y el online del cual fue Director General.

A mis papás, a mi esposa, a mis hijas y a mi hijo, les doy las gracias por acompañarme en esta larga odisea, llena de alegrías, satisfacciones y triunfos, a la vez de tristezas, sinsabores y derrotas, que es de lo que está compuesta la vida humana cuando se escoge un camino en el que se puede sobresalir o fracasar.

A mis familiares y amigos que estuvieron con nosotros les agradezco su solidaridad, críticas y reconocimientos. A los lectores y anunciantes su lealtad con Diario de Colima, un periódico que si bien perteneció a las familias Sánchez de la Madrid y Sánchez Espinosa, la verdad es que sus verdaderos propietarios son los colimenses a los que se debe desde el 8 de noviembre de 1953.

A las autoridades civiles y militares nuestro reconocimiento por respetar nuestro trabajo y garantizar la libertad de expresión, particularmente al gobernador del Estado, José Ignacio Peralta Sánchez, hijo de mi querida hermana Adriana, a quien recuerdo con cariño y nostalgia. Incluyo a mis fraternos, Manuel y Jaime.

A los directivos, personal administrativo, de redacción, de circulación, de intendencia, a los voceadores, a quienes hicieron posible el proyecto de Don Manuel Sánchez Silva, a todas y todos ellos les doy las más sinceras gracias.

Hoy, 9 de abril de 2021, después de 42 años y 21 días de estar al mando de Diario de Colima, parafraseando al Capitán Nemo, personaje de Julio Verne en su novela Veinte mil leguas de viaje submarino, que utilizó de pseudónimo nuestro fundador en su columna Crisol desde la primera edición, llegamos mi familia y yo al fin de la travesía, apasionante y azarosa, con la satisfacción plena de haber hecho realidad el sueño de mis señores padres, a quienes les podemos decir: ¡misión cumplida!, edificamos el mejor periódico de Colima y nos retiramos en plenitud después de 67 años, 5 meses y un día, ante el inevitable cambio de paradigmas, como lo mencioné en mis columnas anteriores, En solfa y Tiempo fuera.