Indicador político
CARLOS RAMÍREZ
Organismos, ¿autónomos?
Lunes 03 de Mayo de 2021 6:52 am
El análisis de los
autodenominados organismos autónomos del Estado debe partir del hecho de que
nunca han sido ajenos al Estado. El actual modelo de organismos autónomos del
Estado fue una estructura creada por Carlos Salinas de Gortari en 1979-1994 al
pasar el viejo Estado priista como representante de las clases sociales no
propietarias (Revolución Mexicana) a un Estado autónomo neoliberal de mercado
(Theda Skocpol) en poder de una élite tecnocrática. Un caso simbólico es el INE
actual, que nació como IFE en 1990 a propuesta de Salinas de Gortari: fue un
aparato del Estado y su primer presidente fue hasta 1996 el Secretario de
Gobernación, una especie de Comisión Federal Electoral tipo Bartlett, aunque
con nuevos-viejos rostros. En 1996, Zedillo mantuvo la estructura y sólo sacó
al gobierno de los cargos, pero controlando el Instituto a través del mecanismo
legislativo de designación de consejeros ciudadanos. El IFE-INE nunca ha sido
ciudadano. El primer consejero presidente fue José Woldenberg, salido del
aliado salinista Grupo (A)Nexos de
Aguilar Camín (fue director de la revista 2004-2009) y militante de una
izquierda socialista con espacios universitarios y no en la clase obrera. Luego
llegó Luis Carlos Ugalde, en 2003, por un acuerdo del presidente Fox y el PAN
con la maestra Elba Esther Gordillo como poder magisterial-electoral, para
responder a la elección presidencial de 2006 que ganó, por milímetros, el
panista Felipe Calderón, en medio de impugnaciones de López Obrador. Leonardo
Valdés Zurita (2008-2014) fue posición del PRD de Los Chuchos ya arreglados con el PRI de Peña Nieto a través del
Pacto por México. Lorenzo Córdova Vianello era
consejero electoral, por reglamento no podía repetir, pero una maniobra
leguleya peor que la de Félix Salgado Macedonio lo incrustó como consejero
presidente por un acuerdo PRI-PAN en 2014, fruto del Pacto por México. Las
decisiones de Córdova Vianello y sus escuderos, en este contexto, responden a
los intereses antilopezobradoristas de los grupos que violentaron las reglas
electorales para dejarlo en el INE, incluyendo la violación a las leyes contra
la discriminación que Córdova Vianello violó y que ameritaban su cese
fulminante; en los hechos, Córdova Vianello fue sostenido en el cargo en 2015
por decisión de Peña Nieto y del PAN, a cuyos intereses hoy representa en
contra del grupo de López Obrador. Los consejeros electorales nunca
representaron a la ciudadanía y han terminado en partidos o agrupaciones ideológicas
definidas: Miguel Ángel Granados Chapa, Santiago Creel Miranda, José Agustín
Ortiz Pinchetti, José Woldenberg, Jesús Cantú Escalante, Alonso Lujambio
Mauricio Merino, Emilio Zebadúa, Juan Molinar Horcasitas y otros. Por lo tanto, el INE fue un aparato
político controlado por la élite partidista y de grupos de poder. Los
consejeros son designados por la Cámara de Diputados a través del partido
mayoritario en turno y vía acuerdos de reparto del poder. Además, el consejo
general tiene asientos para representantes de partidos políticos y
representantes legislativos por partidos. Sí, el INE es un organismo electoral
operado por una sobrerrepresentación de partidos, en función de sus intereses. De ahí la conclusión, en el
ejemplo del INE; que los organismos autónomos del Estado siguen formando parte
del Estado, tampoco son ajenos a los controles y compromisos con el gobierno en
turno que los designó vía su partido legislativo y en sus decisiones no piensan
en función del proceso electoral democrático, sino de los intereses de los
grupos que los encaramaron en esa posición y los sostienen con sus votos. La decisión de Salinas de Gortari
de inventar el IFE como organismo colegiado subordinado a Gobernación fue el
pecado original del INE actual; hoy el organismo se controla vía los partidos
en el congreso. Por eso es que Morena tiene todo el derecho, en función de su
mayoría, de mantener o deshacer el INE y de construir otro organismo electoral
en función de sus intereses, así como Salinas y Zedillo y su aliado Woldenberg
y Aguar Camín lo hicieron en 1990 y 1996. La ciudadanización del INE es un
mito; hoy el organismo electoral es un cacicazgo político de Woldenberg, al
grado de que todo su equipo de 1990-2003 sigue al frente del organismo,
comenzando con sus entonces asesores oficiales –jóvenes veinteañeros– Córdova
Vianello y Ciro Murayama Rendón. Y la intención de López Obrador es
desalinizar, deswoldenbergizar y desanexar al INE. Política
para dummies: La política es de
quien la trabaja. @carlosramirezh