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Psico-tips



GERARDO OCÓN DOMÍNGUEZ

Mi verdad, tu verdad y la verdad


Domingo 30 de Mayo de 2021 6:52 am


EN épocas electorales es frecuente que familias enteras y algunas amistades longevas, rompan lazos por discusiones acerca de cuál candidato es el mejor o cuál partido político es el más honesto. Cada parte cree contar con argumentos sólidos, datos verdaderos e irrefutables.

Algunos se apoyan en encuestas, de las cuales, pocas están realizadas con metodologías objetivas que midan la realidad. Un ejemplo: “¿Le gusta la nieve de limón?”, es muy diferente a “¿qué sabor de nieve compró la última vez?”.

De la misma manera con el tema de la vacuna, surgen diversas tendencias de opinión que desarrollan miles de páginas de información. Algunas de esas tendencias muy válidas y otras tantas generadas por personas, ya sea con buenas intenciones.

Están las teorías oficiales que quizás son de las más difundidas junto con las fake news (noticias falsas de diseño); después están las teorías conspirativas que tal vez sean las más populares. La diferencia entre ambas puede ser tan diametral como un ratón y un elefante, o tan tenue como el grosor del pelo de un gato. Generalmente las noticias falsas y las teorías conspirativas contienen un par de hechos reales que se utilizan para parecer reales.

Así, pues, en el tema de la vacunación, tanto si decidiste vacunarte o no, seguramente es porque has estado leyendo (o viendo memes) más publicaciones que apoyan tu forma de pensar y no necesariamente porque sean la verdad.

A veces caemos en la trampa y tomamos por cierta una nota o reportaje, pero gracias al apoyo e intercambio de ideas con otras personas más documentadas que nos muestran los detalles finos (y a veces gruesos), podemos finalmente notar el grado de falsedad de la misma. A eso se llama criterio. Y el criterio se define como la opinión o juicio sobre una cosa.

Desde luego, forjarse una opinión no requiere de mucha información, pero para emitir un juicio sí es importante contar con amplia información al respecto. Es decir, tener un criterio desarrollado al respecto. Y como nota al calce hasta este momento, los memes no cuentan como fuente de información.

No obstante ésta es una época en la que todos los días se generan miles de gigabytes de información (unidad de medida de información que podemos ver a través de nuestras pantallas). Se genera información en todas direcciones alimentando las teorías y las noticias. Nutriendo las opiniones y fortaleciendo las posturas. Fotos borrosas y testimonios, por ejemplo, alimentan la creencia de que el chupacabras existe, aunque todavía no tengamos un ejemplar vivo, un fósil o un esqueleto que lo valide.

Entonces, ¿cómo podemos desarrollar un criterio confiable? No existe una fórmula mágica, pero existen algunos tips para poder ver la vida a través de un cristal menos empañado.

Busca pasatiempos nuevos. Probar el ciclismo de montaña o el campismo. Si ya lo practicas, intenta nuevas rutas. Lo mismo que si ya lees, intenta un género diferente, cambia poesía por ciencia ficción o viceversa.

Reúnete con personas que piensen diferente. Hay cosas exasperantes como estar con personas que nos contradicen, pero si nos atrevemos a tolerarlo, tendrás pocas cosas enriquecedoras.

No trates de obligar a los demás a pensar como tú. Escucha las opiniones, experiencias y conocimientos de otras personas es más enriquecedor que dar una cátedra acerca de nosotros.

Busca datos que contradigan tu forma de pensar. Graduarse de cualquier carrera tiene varios requisitos. Uno de ellos es la elaboración de tesis, de la cual uno de los principales procedimientos consiste en comprobar que podemos estar equivocados.

Después de todo, creer tener la razón total es el primer paso al error. Y dicho sea de paso, la verdad, en términos de ciencia, se considera prácticamente inalcanzable. Pero la neta, la neta es absoluta.


*Psicólogo