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Candidatos desconocidos



LUNES POLÍTICO


Lunes 31 de Mayo de 2021 7:13 am


EN la elección del próximo domingo 6 de junio se elegirá Gobernador, 10 ayuntamientos, 16 diputados locales de mayoría relativa y dos diputados federales.

En esta campaña proselitista, los candidatos a legisladores, tanto federales como locales, son los que menos han trabajado, la gran mayoría ha brillado por su ausencia, se la ha pasado nadando de muertito, por lo que los electores que acudirán a las urnas poco o nada los conoce y menos sus propuestas.

Muchos de estos aspirantes se han concretado a hacer acto de presencia acompañando a las candidatas y candidatos a Gobernador, como si las simpatías hacia estos postulantes se les pudieran hacer extensivas a aquellos, cuando no es así.

El Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Electoral del Estado (IEE), antes del proceso electoral, asignan a los partidos políticos un presupuesto para que lo ejerzan los candidatos en las campañas, por lo que el dinero no es un pretexto para no haber hecho proselitismo.

Muchos se limitaron a colocar algunas lonas en camellones o a tirar volantes afuera de las casas, en cuyos papeles aparece su imagen y alguna frase trillada como “seré tu representante en el Congreso”.

En el caso de los postulantes de Morena –partido que arrasó en las elecciones de 2018 por la ola que generó Andrés Manuel López Obrador–, en esta campaña se encuentran desaparecidos, prácticamente nadie sabe de ellos, por lo que es un hecho que sus esperanzas de triunfo están fincadas en la marca del partido y en los votos que de rebote les pueda dar la candidata al Gobierno del Estado, Indira Vizcaíno Silva, y el trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador, que en el caso de Colima mantiene una alta aprobación.

Lo mismo sucede con los abanderados de la coalición “Va por Colima” (PAN, PRI y PRD), no han hecho trabajo proselitista, la gente desconoce quiénes son y cuáles son sus propuestas o agendas, de llegar a la Cámara de Diputados y a la Legislatura local. Pero si los electores no identifican a los abanderados de los llamados partidos grandes, o tradicionales, menos saben de quienes fueron impulsados por los institutos políticos de nueva creación.

Una gran mayoría de los colimenses ignora quiénes son los candidatos a diputados que participan por su distrito local y federal, por lo que seguramente miles de votos se emitirán a ciegas, optando por el que considere el menos malo o, en el último de los casos, por el partido de su preferencia.

No obstante que en el país se elegirán 15 gubernaturas, mil 926 alcaldías y miles de diputaciones locales, la joya de la corona es la Cámara de Diputados, pues el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena, buscan mantener la mayoría para seguir avanzando en la agenda de la Cuarta Transformación, mientras que la coalición PAN, PRI, PRD se ha enfocado a tratar de quitarles esa mayoría, para frenar las reformas legislativas impulsadas por el Mandatario y, sobre todo, para tener el control del Presupuesto de Egresos que en este año fue de 6 billones 295 mil 736.2 millones de pesos, que representa el 25.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Abiertamente PAN, PRI y PRD, en alianza con la Coparmex y con apoyo del INE, quieren en esta elección arrebatarle la mayoría a AMLO y Morena, porque consideran que gran parte del presupuesto federal, que se aprueba en la Cámara de Diputados, se destina a programas sociales y quienes reciben los beneficios son quienes conforman la base social que mantiene una alta aprobación del Presidente y su partido.

Como sea, es deplorable que si los candidatos a los Congresos federal y local buscan ser los representantes populares y la voz de los ciudadanos, ni siquiera se hayan preocupado por hacer campaña para que la gente los conozca y sepa cuáles son sus propuestas de llegar al cargo que aspiran.

Fin de campañas


LLEGAMOS prácticamente al final de las campañas político-electorales y el próximo domingo 6 de junio los colimenses acudirán a las urnas a elegir a quien será la próxima Gobernadora o el siguiente Mandatario estatal, a alcaldes y a diputados federales y locales.

Fue ésta una campaña que se puede calificar como tranquila, con propuestas de las y los abanderados y pocos ataques. Quizás se esperaban más, pero dentro de lo que cabe imperó la civilidad y afortunadamente no hubo hechos violentos como sí ocurrieron en otras partes del país, en los que incluso se presentaron asesinatos de candidatos.

Cada uno de los partidos y sus postulantes hicieron lo suyo para tratar de convencer al electorado de que representan la mejor opción para gobernar el estado, el municipio o ser sus representantes en el Congreso del Estado y en la Cámara de Diputados.

Es positivo que ahora las campañas sean más cortas que antes, no sólo por el ahorro que eso representa, sino por el hecho de reducir el bombardeo mediático y la contaminación visual y auditiva que sufren los ciudadanos en estos procesos.

Los postulantes podrán decir que les faltó tiempo para presentar propuestas, pero es un hecho que al menos en asuntos fundamentales y que están en el ánimo de la sociedad, prácticamente todos se quedaron cortos y no dejaron una postura clara de lo que harán para solucionarlos.

Ninguno de los candidatos tocó a fondo, por ejemplo, el grave problema de la desaparición de personas en nuestro estado, de los feminicidios y la violencia intrafamiliar.

Hablaron en sus campañas de líneas generales para enfrentar la inseguridad, pero ni siquiera se interesaron por reunirse con organizaciones de personas que buscan a familiares desaparecidos, sólo lo hizo la abanderada de Morena-Nueva Alianza, Indira Vizcaíno.

Y es sólo un caso, pero en todos los rubros mencionados, sólo generalidades mencionaron, nada concreto, como si no fueran asuntos que requieren una atención y solución inmediatas.

También fue un común denominador entre los que aspiran al máximo cargo político en el estado, el que sus campañas fueron de más a menos, de tal forma que se les acabaron las ideas y durante varias semanas repetían lo mismo.

También fue evidente que se centraron en Manzanillo. Todos sabemos la importancia de ese municipio y lo que aporta a la economía nacional y el desarrollo de la entidad, pero las y los abanderados hicieron a un lado a otras demarcaciones, que ciertamente son más pequeñas, pero cuya población demanda igualmente atención a sus problemas.

Candidatas y candidatos resaltaron el abandono en que la autoridad tiene a Manzanillo, pero no dijeron lo mismo de otros municipios, varios de ellos con problemas iguales o más graves de pobreza, inseguridad, adicciones y desempleo.

Ni siquiera ante los daños que ha provocado y dejará la pandemia de Covid-19, en materias de salud y economía, se han pronunciado convincentemente los aspirantes. También aquí sólo generalidades y si acaso proyectos poco claros de cómo harán para de inmediato reactivar la economía estatal.

Terminan las campañas, vienen unos días de reflexión y el próximo domingo hay que ir a votar para elegir a las autoridades para los próximos años.

Ayuntamientos, sin novedad


LAS campañas han llegado a su fin. Hoy, mañana y pasado, las y los candidatos harán sus últimas presentaciones públicas para cerrar la cruzada proselitista, pues de acuerdo a las autoridades electorales la veda aplica a partir de los 3 días previos a los comicios, es decir, desde el jueves 3 de junio, y hasta el cierre de casillas tras la votación del 6 de junio. 

El pasado 6 de abril, fecha en que el Instituto Electoral del Estado de Colima (IEE) aprobó las planillas que competirían por los cargos en los 10 ayuntamientos, se dio el arranque oficial como banderazo de salida para las campañas a las presidencias municipales y a las diputaciones locales.

En el caso de los aspirantes a las alcaldías, siempre hay una expectativa mayor entre los habitantes por ser quienes gobiernan los municipios, toda vez que son quienes tienen que resolver las necesidades básicas de la población como los servicios públicos, su principal responsabilidad y obligación, pero también porque son los primeros gestores para atraer inversiones y obras, incentivar estímulos y crear programas que permitan el desarrollo y bienestar de la gente.

No obstante, a lo largo de estos casi 2 meses de campaña, no hubo propuestas novedosas para los municipios. La gran mayoría de los postulantes se fueron por el mismo discurso desgastado de hacer mejoras que sólo quedan en la superficialidad del concepto, a la seguridad, a la economía, a la infraestructura, al transporte, entre otros, pero sin profundizar en los temas. Dicen y hasta prometen lo que harán, pero no cuándo ni cómo.

Los electores de ahora son más conscientes y están mejor informados que antes, no basta convencerlos con simples promesas. Además, hay problemáticas específicas en los municipios y comunidades rurales que algunos candidatos no mencionaron cómo serán resueltas, como las desapariciones, los robos y la falta de agua.

A diferencia del periodo electoral anterior, donde la ola morenista (en coalición con el PT y PES) logró cuatro de 10 alcaldías –MC, PRI y PAN consiguieron dos respectivamente–, además de la mayoría en el Congreso, se prevé que en esta ocasión no habrá hegemonía de un solo partido. Es muy posible que los municipios se pinten de diferentes colores.

Si bien en los comicios pasados la elección del Presidente de la República contribuyó al tsunami guinda, en la figura de Andrés Manuel López Obrador, ahora el panorama electoral en los ayuntamientos puede ser distinto. Sin embargo, la marca Morena tiene un peso relevante, pues pese al desgaste que genera el ejercicio del poder, el Mandatario está bien calificado por los colimenses, lo que de algún modo confiere cierta ventaja para los candidatos de ese partido. Incluso, algunos de los aspirantes morenistas han manifestado cierta seguridad y confianza por este motivo.

Aun así, nada está definido. Será hasta el próximo domingo 6 de junio, cuando la gente acuda a las urnas a emitir su voto real, no basado en encuestas, cuando se tenga el resultado final y se conozca la voluntad popular.

Reapertura de escuelas


LA Secretaría de Educación del Gobierno de Estado de Colima implementará, desde este lunes, un programa piloto de asesoría académica y apoyo socioemocional, en las escuelas públicas y privadas de educación básica que voluntariamente deseen participar en esta estrategia.

Dicho pilotaje, diseñado para las condiciones de riesgo moderado en que se ubica la entidad respecto a la pandemia de coronavirus, busca que las escuelas se conviertan en Centros Comunitarios de Aprendizaje y puedan atenderse casos de menores en situación de rezago académico o problemas socioemocionales.

El titular del sector educativo, Jaime Flores Merlo, fue enfático en señalar que “no se trata de un regreso a clases, pues éste se dará cuando el semáforo epidemiológico esté en verde y haya condiciones de seguridad sanitaria, lo que probamente ocurra hasta el mes de agosto, cuando inicie el próximo ciclo escolar”.

Mientras tanto, es correcto que algunas escuelas, las que se inscriban para participar en el pilotaje, reabran sus puertas y atiendan situaciones particulares de estudiantes que por diversas circunstancias, no han podido atender la estrategia de educación a distancia.

La actividad en las escuelas permitirá que se vayan preparando las condiciones para el eventual retorno a las aulas, pues hay planteles sucios, abandonados o que necesitan reparaciones para cumplir con los requisitos mínimos de sanidad que exige la circunstancia actual.

Además, los docentes podrán implementar estrategias que les permitan regularizar alumnos que no han mantenido una comunicación constante; mientras que los directivos tendrán más elementos para preparar el cierre del ciclo escolar 2020-2021.

Por todo lo anterior, es una medida oportuna la implementación de esta prueba piloto, ahora se espera que haya una buena participación de las escuelas, pues hasta el fin de semana, la difusión entre el magisterio local era muy poca y más bien privaba la confusión y la apatía.

Quienes decidan reabrir las escuelas, tendrán que ser muy estrictos con la aplicación de medidas sanitarias como el uso de cubrebocas y gel antibacterial, así como evitar las aglomeraciones y mantener la sana distancia entre los alumnos, en caso de que se decida convocarlos.

El sector educativo, los maestros, estudiantes y padres de familia deben poner la muestra a quienes no han cumplido con las reglas sanitarias, específicamente a los políticos en campaña, quienes actúan con irresponsabilidad y negligencia, al provocar tumultos y muchedumbres en actos baladíes y que bien pudieran realizarse sin público.

Bienvenido el retorno, aunque sea parcial y en condiciones extraordinarias, de las actividades educativas; más de un año sin clases presenciales puede generar severos retrasos en algunos niños y adolescentes, pero también afectaciones socioemocionales que deben ser atendidas antes de que deriven en problemas más graves.

Con este programa piloto, el Gobierno Estatal da señales de vida y lo hace en un tema tan importante como el educativo. Es deseable que en los próximos días veamos acciones más específicas en esta estrategia por parte de las autoridades, para que alumnos y padres aprovechen la presencia de los maestros en las escuelas.