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Letras y números



JOSÉ ÁNGEL BRAMBILA LEAL

La hora de la verdad


Lunes 31 de Mayo de 2021 7:09 am


DOS días más y, como dijo Jesús en el Calvario, todo estará consumado. Se terminaron las especulaciones, las encuestas y las posibilidades de que alguien decline a favor de otro. Durante 90 días los aspirantes a gobernar Colima recorrieron cada uno de los 10 municipios de nuestro estado, estrechando manos, repartiendo sonrisas y prometiendo ríos, puentes, escuelas, barcos en los balnearios y hasta un teleférico que vaya del volcán al mar.

Pero a partir de la mañana del jueves como por arte de magia se habrán esfumado los equipos de sonido y desaparecerán las cancioncitas pegajosas, las caravanas vehiculares, los anuncios en radio y televisión, y las cabalgatas; no volverá a escuchar los fuertes toquidos en la puerta de su casa anunciándole que dentro de un minuto tendrá el privilegio de recibir la visita del candidato –hombre o mujer–, que llevará las riendas del estado y que –con su voto– encaminará a Colima a competir en calidad de vida con los mejores lugares del orbe.

Serán 3 días de tranquilidad donde parecerá que la calma ha regresado a nuestro estado; pero sólo será esa calma chicha que presagia una tempestad, porque el domingo, desde las primeras horas del día una guerra silenciosa se librará en todos los frentes. Las casillas serán como un aparador donde todo transcurrirá pacíficamente. Los residentes estarán formados pacientemente esperando la hora en que sean llamados a cuentas, y cuando depositen las boletas en las urnas, abandonarán esas casonas con un dedo manchado, pero con la sonrisa en los labios, sabiendo que cumplieron con el ejercicio social más importante que como vecinos tienen en la comunidad que habitan.

El domingo por la noche las caravanas vehiculares empezarán a recorrer las calles de las ciudades, sonando las bocinas de los autos en señal de triunfo. No importa que el conteo de votos oficial ni siquiera haya empezado, pues, con la tecnología actual, todos los partidos tendrán en sus cuartos de guerra los resultados de cada una de las casillas aún antes de que los representantes firmen las actas de escrutinio, pues primero que las formalidades, lo que importa es el número de votos obtenidos por su aspirante.

A partir de ese momento empezará la hora de la verdad. Entonces sabremos cuánto había de cierto y qué tantas mentiras soltaban de forma inmisericorde las encuestadoras, los equipos de los candidatos y algunos grupos de poder que, por intereses propios, buscaban influir en los resultados de las elecciones. En una de las casas habrá risas, abrazos, jolgorio, música y una fila interminable de gente que buscará tomarse la foto con quien haya obtenido el triunfo.

En las casas de los otros seis candidatos y candidatas habrá de todo. En algunas, los ex aspirantes dormirán a pierna suelta, agradeciendo que por fin todo haya concluido, pues a fin de cuentas sabían de antemano para qué habían sido contratados. En otras habrá llantos, desilusión y comenzará la búsqueda de los culpables del fracaso, sin aceptar que se pierde por los propios errores. Ese es el síndrome del político mexicano en la derrota, provenga del partido que provenga, ensimismado en su ambición de poder y en obtenerlo a cualquier precio.

Todo depende del cristal con que se mire, pero también perdiendo se gana. Alguien llorará porque lo único que le importaba era su gloria personal y no valorará los éxitos de quienes lo/la acompañaban. Algún otro estará llamando a sus compañeros que hayan obtenido el triunfo, felicitándolos y orientándolos en las labores que se les avecinan. Ese es un verdadero liderazgo, porque su institución se fortalece. Después llegarán las grandes conquistas, porque nada es para siempre. 

Por favor, salga a votar. ¡Por quien usted quiera, pero vote!


¡HOY CUMPLO AÑOS!


Se aceptan felicitaciones, pero más que ello, bendiciones y buenos deseos. Son mis primeros 72 años. Ya les avisaré cuando cumpla otros tantos.

¿Gusta opinar? Lo espero en Las Mentadas.


jbrambilaleal@yahoo.com.mx