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ALEJANDRO BERNAL ASTORGA

¿Quién gana en las elecciones?


Miércoles 02 de Junio de 2021 6:50 am


Vencer al abstencionismo es el principal reto en todo proceso electoral.

 

Los teóricos afirman que el abstencionismo electoral se presenta cuando un país marcha excelente, ya que al no haber temores o inconformidades, la población no acude a votar, optando por una “continuidad pasiva”. Otra visión afirma que “los ciudadanos no acuden a votar porque no esperan mucho de la política, no creen en los políticos y consideran que acudir a las urnas es una pérdida de tiempo, ya que no cambiará nada”, como lo señala Lluís Foix.

Más allá de una visión optimista o pesimista del tema, un factor clave para revertir esta situación, es que la población sea consciente de que votar es un derecho (conquistado por diferentes movimientos sociales a través de una lucha ardua, como es el caso de las mujeres) y una obligación para que a partir de las preferencias individuales podamos construir un proyecto colectivo de nación.

Dada la importancia de las próximas elecciones intermedias, se comparten las siguientes ideas:

El Instituto Nacional Electoral (INE), estima que la presente elección será la más grande en la historia del país, ya que podrán participar 93.9 millones de ciudadanos.

Dada la pandemia que nos afecta, un primer reto para el INE es lograr la organización de las elecciones, sin poner en riesgo la salud de los ciudadanos en el desarrollo de las campañas electorales y en la jornada electoral.

José Roberto Ruiz, presidente de la Comisión de Capacitación y Organización del INE, afirma que “las autoridades reformularon todo el proceso de organización de la elección, desde los trámites de la credencial para votar, la fiscalización de los partidos, la capacitación de los funcionarios de casilla, entre otras actividades, para que los ciudadanos puedan ejercer su voto con tranquilidad el primer domingo de junio”.

Asimismo, si consideramos que la aplicación de la vacuna contra el SARS CoV 2, podría acercar a los ciudadanos de las urnas, cabe señalar que, al 30 de mayo de 2021, han sido vacunadas 21 millones 636 mil 247 personas (el 57 por ciento con esquema completo y el 43 por ciento con medio esquema), lo que significa que a nivel nacional solo el 23 por ciento de quienes integran el listado nominal de electores han sido inmunizados.

De acuerdo con el INE los cargos en juego para el proceso electoral en 2021 son: 15 gubernaturas, 500 diputados federales, 1,926 alcaldías y 30 congresos locales se renovarán.

Si bien la elección de gobernadores y presidentes municipales acapara la atención, deberemos considerar que la elección de diputados locales y federales es igualmente importante, ya que realizan funciones legislativas (elaborar, aprobar o derogar leyes y decretos); de control, inspección y fiscalización de los recursos públicos y de representación de los intereses de los electores en el congreso.

En los últimos procesos electorales, el abstencionismo, ganó las elecciones. Menos de la mitad de los mexicanos definió quién legislaría o gobernaría a nuestro país en los últimos comicios. La participación ciudadana en 2003 alcanzó el 41 por ciento del total de sufragios esperados; en 2009, el 44 por ciento; y en 2015, el 47 por ciento.

La inercia se rompió en 2018, cuando el 63.4 por ciento de los mexicanos emitieron su voto. Aun así, el 36.6 por ciento de la población que se abstuvo de votar pudo haber cambiado el resultado de las elecciones en México. Para 2021, el listado nominal se incrementó en un 5.1 por ciento por lo que la participación debería ser mayor.

Aproximadamente, cada voto de las y los mexicanos tendrá un costo de 291 pesos en esta elección. Cuando no votamos contribuimos al desperdicio de recursos públicos que bien podrían utilizarse para satisfacer necesidades apremiantes en materia de salud.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que “mientras mayor sea la participación electoral, se evita que la elección de quienes representan los intereses de la ciudadanía sea coaptada por una minoría (los que efectivamente votaron)”.

Asimismo, propone estrategias para incentivar la participación electoral entre las que se encuentran: incluir programas de educación ciudadana y cívica desde la formación escolar; promover simulaciones electorales y realizar campañas promocionales, haciendo un llamado al público a tomar conciencia de la importancia de ejercer el derecho a voto.

Hay un adagio que afirma que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece” y quien no ejerce su derecho al voto, pierde la oportunidad de hacer la diferencia; votar más para después quejarnos menos, es de mexicanos sensatos y coherentes.