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Innovemos algo ¡ya!



MARÍA EUGENIA GONZÁLEZ PEREYRA

La cita


Domingo 06 de Junio de 2021 7:10 am


UNA cita literaria se entiende como la referencia de un libro. Si hablamos de una cita de amor, quizás pensamos en ese momento tan esperado para darle rienda suelta a la pasión; y si hablamos de una cita médica, sé que estaremos atentos al reloj para gozar de todo el tiempo que ese encuentro nos regale y, así en este parafraseo, lo que quisiera es encontrar esa comprensión nace del entendimiento reflexivo.

Citas en la vida con amigos, amores y doctores todos tenemos; es más, yo diría que todos los días atendemos varias citas. Incluso hay citas que sin que fuesen acordadas con razón o voluntad, nos toca atender y experimentar. No todas las citas son elegidas por nosotros, aun así siguen siendo compromisos que nos corresponde honrar en cabalidad.

Por ejemplo, ahora nos toca atender la cita con la democracia. Tenemos la oportunidad de hacer de nuestra opinión una participación, y quisiera que tú y yo podamos sincronizar lo que sea necesario para poder cumplir con nuestro deber cívico, abrazar nuestro derecho ciudadano, ya que mientras más personas en México lo hagan, mejores resultados se contabilizarán en las urnas.

Si el total de las personas habilitadas cívicamente asisten a votar, van a adquirir su derecho, sumarán para que sea realmente el resultado un deseo mayoritario. Si un mínimo porcentaje de la ciudadanía vota, los votados habrán sido elegidos desde la minoría, eso dejaría de ser derecho y libertad para ser un resultado sin peso claro, por eso es importante acudir a las casillas para dar nuestro voto consciente, quizás así el ejercicio democrático tenga una representación más cercana al real anhelo de los ciudadanos.

Aunque pareciera que intento hablar de temas que no son mi fuerte, si nos fijamos, hasta en estos ámbitos la estabilidad emocional, relacional, espiritual y social de las personas importa. Las relaciones humanas implican cierta dificultad y varios desacuerdos. A veces ni con nuestro yo interno tenemos una buena relación, quizás por eso es que pudiéramos estar viviendo y conviviendo a la mínima capacidad de felicidad; es tiempo de elegir diferente. Cada uno es responsable de su ser, incluso para nacer requerimos de más una persona, por eso los acuerdos sociales también son inherentes a las circunstancias privadas.

La sensación de pertenencia es tan importante que a veces se sacrifica lo íntimo con tal intentar o de creer ser apreciados por los demás, atendernos en lo emocional hará que no seamos electores ciegos; pocas cosas son tan complejas como la objetividad de nuestra libertad y, sin adentrarme mucho, creo que ser un ciudadano que toma sus derechos y que da su responsabilidad, es también un asunto y señal de una alta inteligencia emocional.

Luego tocará mostrar nuestra capacidad para aceptar los resultados, sobre todo si no son lo que queríamos. La colectividad hará que los votantes y los votados tengan por fin el bienestar de todos los ciudadanos, sean o no emocionalmente responsables o de diferentes ideas.

Innovemos algo, ¡ya!, por favor. Salgamos a votar aunque estemos desvelados; aunque tengamos reuniones en línea o una cita esperada con nuestra almohada; aunque estemos decepcionados; aunque sea lejos; aunque las filas sean largas o tengamos que ver el futbol. Hoy nos toca actuar. La inteligencia emocional es prioridad, ya que nos alcanza en todo lo cotidiano, en lo social.


*Terapeuta psicoemocional


innovemosalgoya@gmail.com