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Sorpresas y vaticinios



MANUEL GODINA VELASCO


Miércoles 09 de Junio de 2021 7:18 am


LOS resultados del proceso electoral que culminó con la votación del pasado domingo 6 de junio, echaron abajo muchos vaticinios de comentaristas que, basados en las diferentes encuestas publicadas durante semanas, daban como favoritas a determinadas candidatas y candidatos para los diversos cargos de elección popular. La primera conclusión a la que podemos llegar es que las encuestas no tienen mayor credibilidad, ya que son ordenadas por los propios actores y a quien las paga lo declaran con posibilidades, aunque no las tenga.

La anterior observación se basa en lo ocurrido con las 15 gubernaturas en juego, donde todas las encuestas daban como ganadores a 10 de los candidatos de la oposición a Morena, pero resulta que, sorpresivamente, 11 de esas gubernaturas se las lleva Morena. Sólo en Chihuahua, Colima, Querétaro, Nuevo León y San Luis Potosí se cumplieron con las expectativas o los vaticinios que señalaron las encuestas.

En cambio, un buen resultado se dio en la composición de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, donde Morena y sus aliados perdieron la mayoría calificada; lo que es un respiro y una tranquilidad para los mexicanos que no están de acuerdo con la supeditación de un poder a otro. El caso de la Ciudad de México resulta emblemático, tras 24 años de tener el control de alcaldías, diputaciones locales y diputados federales, la CDMX es partida en dos; mayoría de alcaldías para la oposición, 11 diputados federales para la coalición y pierden la mayoría calificada en el Congreso local.

En Colima, el triunfo de Indira Vizcaíno no es ni puede considerarse una sorpresa, ya que desde meses atrás siempre fue la puntera en todo tipo de encuestas y mediciones, el electorado colimense sólo refrendó la popularidad y la esperanza de un cambio que los ciudadanos anhelan tras 90 años de administraciones priistas. En mi próxima entrega comentaré lo que a mi juicio debe hacer Indira para lograr un gobierno exitoso.

Otra gran falla de la credibilidad de las encuestas son los casos de Villa de Álvarez y Manzanillo, donde, desde meses atrás, se vaticinaba el triunfo de Guillermo Toscano y Jorge Luis Preciado. En el caso de Memo Toscano se entiende por la guerra sucia que le hicieron en las últimas 2 semanas de su campaña, y el fuego amigo de los morenistas que no simpatizaban con su candidatura; el merecido triunfo de Esther Gutiérrez no es propiamente una sorpresa, más bien es el premio que los electores otorgan a una mujer que ha dado lo mejor de sí en las actividades políticas del priismo.

En Manzanillo resultó todo lo contrario, el esperado triunfo de un aguerrido político local con muchas tablas y recursos para ganar una elección, se vino abajo de repente, no para favorecer a una excelente candidata como Irene Herrera, abanderada por el PVEM, en el bastión virgilista por excelencia que es Manzanillo, sino para refrendar por 3 años más a una pésima alcaldesa como lo ha sido Griselda Martínez, rijosa y conflictiva hasta con los propios morenistas.

Como analista político la verdad no entiendo cómo todo un pueblo, a través de la mayoría de sus electores, decide con su voto padecer 3 años más de un mal gobierno. Lo mismo sucede, aunque en menor escala, con Elías Lozano en Tecomán, donde un anodino alcalde es ratificado para seguir al frente de ese municipio.

Donde sí funcionaron las encuestas fue en Colima, Comala y Cuauhtémoc, cuyas candidaturas de la coalición “Va por Colima” cumplían con las expectativas de un buen gobierno municipal, en las figuras de Margarita Moreno, Felipe Michel y Gabriela Mejía, respectivamente, que resultaron triunfadores no obstante sus rivales de peso que hicieron dura campaña.

Otro grato triunfo es el de Rosa María Bayardo Cabrera, quien obtiene la diputación federal por el segundo distrito electoral federal. Rosi es honorable, preparada y equilibrada en su actuar personal y político.


*Analista político