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Apuntes



MARIO CÁRDENAS DELGADO (ACPE)

Compromiso incumplido con la Universidad


Jueves 26 de Agosto de 2021 7:19 am


“Pese a las gestiones hechas, aún no tenemos una respuesta resolutiva del Gobernador y el impago nos tiene al borde de no poder cumplir con nuestras obligaciones salariales con los universitarios, y nos coloca en una situación crítica para atender nuestras funciones sustantivas”. Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, rector de la Universidad de Colima.

El día que tomó posesión del cargo de gobernador, José Ignacio Peralta Sánchez expresó con relación a la Universidad de Colima: “Es inaceptable que el gobierno no se plantee un ajuste y un ahorro, mientras tiene una deuda histórica con la Universidad. Vamos a saldar el 100 por ciento de esta deuda. Este será el primer paso de una nueva relación entre el Gobierno del estado y la Universidad de Colima”.

Esta expresión motivó el aplauso de los asistentes al acto, en especial los integrantes de la comunidad universitaria, sabedores de que, durante las administraciones de los dos Gobernadores anteriores, la administración estatal acumuló un adeudo de 400 millones de pesos con la Casa de Estudios, además de que incumplieron la entrega de otros recursos etiquetados en el Presupuesto de Egresos, lo que afectó programas como el de infraestructura y equipamiento, entre otros.

En ese momento de euforia, todo parecía indicar que tras ese oscuro túnel gubernamental de 10 años se veía, por fin, una luz de esperanza para las finanzas universitarias, sobre todo porque el nuevo Mandatario reconoció la existencia de la deuda histórica con la Universidad. Ocho días después, él mismo manifestó durante un acto de entrega de becas en la UdeC:

“La educación es la base de la productividad, la competitividad, el crecimiento económico, el progreso y el bienestar social, por eso, ante el recorte federal a las becas por mil millones de pesos, seguiremos haciendo equipo con la UdeC para mantener nuestros programas de apoyo”, expresión con la que mandó un mensaje esperanzador a la comunidad universitaria y además la convicción de que Peralta era un hombre de palabra que cumpliría lo que prometía, percepción alimentada por esta otra afirmación:

“Asumir nuestras responsabilidades y cumplir la palabra empeñada, es y debe ser el signo distintivo de la nueva clase política. Soy consciente de que con la participación de cada ciudadano, pero sobre todo con el trabajo de las autoridades, vamos a recobrar la confianza de la ciudadanía. Este es el primer paso de una nueva relación entre la Universidad y el gobierno, que entiende que su universidad es la palanca hacia el futuro”, fervorín que incrementó la confianza de los universitarios en que Peralta cubriría el pasivo acumulado y apoyaría sus programas y acciones.

Tres meses después de este encuentro, el Gobernador asistió como invitado al festejo conmemorativo del Día del Trabajo, convocado por la dirigencia del Sutuc, espacio que aprovechó el rector José Eduardo Hernández Nava para hacer esta demanda: “Solicito frente a todos los sectores universitarios, poner especial atención en la defensa decidida de nuestra Máxima Casa de Estudios, de su autonomía y su presupuesto”, arenga ante el cual Peralta manifestó el “compromiso sólido” y la voluntad política de su gobierno de seguir no sólo respetando, sino fortaleciendo a la Universidad: su autonomía y su capacidad de autodeterminación.

Para concluir a tambor batiente su alocución, Nacho Peralta anunció que durante 2016 la aportación del gobierno a la Casa de Estudios se incrementaría en un 30 por ciento, y ratificó el compromiso de que “en breve saldaremos en un 100 por ciento la deuda histórica acumulada a lo largo de muchos años con la UdeC y el Gobierno del Estado”, afirmación que motivó expresiones espontáneas de gratitud por parte de los más de 3 mil universitarios que asistieron al convivio.

Después de esto y de que el 17 de julio de ese mismo año el gobierno de Peralta abonó 262 millones a la deuda, dejando con esto el pasivo en 132 millones de pesos, de ahí que se creyó que en un plazo razonable esta obligación quedaría saldada, suposición alimentada por el hecho de que no hubo más planteamientos al respecto por parte del Rector.

Pero a partir del 30 de julio pasado, fecha en que el Gobernador declaró que no tenía dinero para pagar las nóminas de sus trabajadores y menos para cumplir las obligaciones financieras con otras instituciones, la debacle financiera del gobierno salió a flote, estando entre los damnificados la Universidad de Colima.

Esto motivó al actual rector, Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, a demandar al gobernador Peralta para que a la brevedad sea cubierto el adeudo de más de 236 millones de pesos que el Gobierno del estado mantiene con la institución, ya que esta mora pone en riesgo el salario de los trabajadores universitarios, planteamiento que respaldan los integrantes de los sectores de esta comunidad académica, sus familias y en general la sociedad colimense.

Aunque el Rector pidió prudencia a sus representados, si los trabajadores son afectados en sus percepciones por este compromiso incumplido no serán pacientes, casi puedo asegurarlo. Una raya más al tigre.


apuntesmario@hotmail.com