Indicador político
CARLOS RAMÍREZ
Acuerdo del PAN con la ultraderecha española beneficia a AMLO
Lunes 06 de Septiembre de 2021 7:47 am
AUNQUE
nació en 1939 desde sector conservador
del callismo, para combatir al radicalismo socialista utópico del presidente
Cárdenas y el Partido de la Revolución Mexicana, el PAN ha sido siempre el refugio de la derecha anticomunista.
De ahí que no debe sorprender el
acuerdo político de senadores del PAN con la ultraderecha española heredera del franquismo, el partido VOX. El
PAN ganó posiciones de poder
cuando se movió con habilidad en el espacio de un conservadurismo tradicional
antipriista; pero perdió apoyo
electoral en las ocasiones en que se radicalizó a una derecha ideológica: en 1975 con José Angel Conchello; en 1984-1987,
con la captura del partido por los empresarios de Luis H. Álvarez y sus bárbaros del norte, que pactaron con Salinas de
Gortari en 1988; y en 2003-2009, con la decisión de Vicente Fox y Felipe Calderón
de incorporar al partido a la Democracia Cristiana Internacional. Los
senadores panistas que invitaron y se aliaron
a un acuerdo anticomunista con el partido VOX, de Santiago Abascal, localizado
a la derecha del Partido Popular posfranquista, introdujeron un factor de polarización ideológica que nunca ha
beneficiado al PAN. Inclusive, el PP en España ha mantenido una distancia crítica con VOX por sus
argumentaciones ideológicas propias del franquismo. La autocolocación del PAN
en la derecha anticomunista le
cae como anillo al dedo del
discurso nacionalista-popular
del presidente López Obrador. La
circunstancia política mexicana
para firmar la Carta de Madrid en Defensa de la Libertad y la Democracia es
la Iberosfera presenta un escenario diferente
a la polarización conservadurismo-comunismo. Sus cuatro principales objetivos
se fijan en el escenario de una polarización
comunismo-anticomunismo inexistente en México. -Contra
“el avance del comunismo” como “seria
amenaza” para la prosperidad, el desarrollo, las libertades y los derechos. -Por
“el Estado de Derecho, el imperio de la ley, la separación de poderes, la
libertad de expresión y la propiedad
privada”. -Porque
la “defensa de nuestras
libertades compete no sólo al ámbito político, sino también a las
instituciones, la sociedad civil, los medios de comunicación, la academia. -Porque
“el futuro de los países de la Iberosfera
ha de estar basado en el respeto a la democracia, los Derechos Humanos, el
pluralismo, la dignidad humana y la justicia”. La
Carta de Madrid a la que se adhirieron
senadores panistas, encabezados por su líder de bancada, Julen Rementería, construye
un nuevo fundamentalismo
conservador que promueve la ultraderechista VOX a través de su Fundación
Disenso: “Una parte de la región está
secuestrada por regímenes totalitarios de inspiración comunista, apoyados por
el narcotráfico y terceros países. Todos ellos, bajo el paraguas del régimen cubano e iniciativas como el Foro de
São Paulo y el Grupo de Puebla,
que se infiltran en los centros de poder para imponer su agenda ideológica”. El
llamado Grupo de Puebla es una organización
nacida en 2019 que busca construirse como Internacional Populista
y que agrupa a partidos de filiación popular no comunista, aunque sin participación
de Morena de México ni de los chavistas de Maduro. Y a este grupo pertenece el
partido Unidas Podemos de la alianza de izquierda de España, formado de manera
importante por profesores de ciencia política disidentes con el bipartidismo español PSOE-PP. La
visita de Abascal a México fue avalada
por la bancada senatorial del PAN, aunque provocó el distanciamiento inmediato de algunos militantes panistas. Al
difundir su firma en la Carta de Madrid, el senador Rementería señaló
con claridad: “Vamos por la defensa de la democracia, la libertad y la propiedad privada”. La
alianza estratégica de una
fracción del PAN con la ultraderecha española refiere al acuerdo político forjado por el
embajador John Gavin en 1984 y 1985 para un bloque PAN-empresarios-obispos conservadores-EUA,
que quiso desplazar al PRI del
poder en las elecciones de 1985 y 1988. Aunque
senadores panistas firmaron en lo individual
esa carta apoyada por republicanos de Bush hijo y Trump, el PAN como partido esperará
la votación de su nuevo presidente para decidir
si participa o no como partido en la nueva cruzada anticomunista mundial. Política para dummies: La política, a veces, es lo que
Revueltas llamaba locura brujular. @carlosramirezh