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ALEJANDRO BERNAL ASTORGA

Consecuencias del adeudo del Gobierno del Estado a la Universidad de Colima


Miércoles 15 de Septiembre de 2021 7:42 am


LAS crisis financieras internas no son espontáneas; presentan síntomas y efectos previsibles que requieren la aplicación de medidas preventivas y correctivas para mitigar sus impactos. En toda organización y especialmente en el ámbito público, la efectividad de la estrategia para solventar una crisis financiera habla de la capacidad, visión y compromiso de quienes toman decisiones, ya que esta tendrá efectos negativos en la sociedad a la cual se deben.

El Gobierno del Estado de Colima tiene una crisis que merma sus finanzas y la traslada a otras instituciones, provocando por efecto multiplicador, un mal mayor; hasta septiembre del presente año, la administración que encabeza Ignacio Peralta Sánchez adeuda a la Universidad 264 millones de pesos, correspondientes a las aportaciones estatales establecidas en el anexo de ejecución 2021 del convenio marco de colaboración.

La Universidad de Colima no tiene una crisis, el Ejecutivo estatal sí, y la dilación en las aportaciones estatales compromete cada vez más el cumplimiento de las obligaciones laborales de la Universidad con sus trabajadoras y trabajadores, por lo que cuando Christian Torres Ortiz Zermeño, rector de la Universidad de Colima, exige la entrega de los recursos adeudos, no está pidiendo un favor, si no el cumplimiento de una obligación legalmente pactada entre la Secretaría de Educación Pública, el Gobierno del Estado de Colima y la Universidad.

Con base en ello (y si la gestión y los oficios de solicitud no han dado resultados), la máxima Casa de Estudios puede emprender acciones legales ante las instancias pertinentes para garantizar el cumplimiento de las obligaciones estatales.

El Gobernador del Estado ha reconocido a la Universidad de Colima como un pilar para impulsar el desarrollo de la sociedad y ha manifestado la voluntad de cubrir los adeudos, pero esto no se refleja en los hechos; ha señalado que para ello gestiona recursos, pero no especifica cuándo serán transferidos. Al término de la administración, las respuestas a un problema financiero estatal son trasladadas al Ejecutivo federal, como única alternativa de solución.

De acuerdo con la plataforma en rendición de cuentas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el subsidio del Gobierno Federal ha sido otorgado en tiempo y forma; incluso para afrontar la falta de aportaciones del Ejecutivo estatal, ha adelantado ministraciones que, si bien solventan la solución en el corto plazo, no la resuelven, afectando a los trabajadores y consecuentemente a los estudiantes.

La economía del estado también se podría ver afectada, ya que ante la falta de ingresos de los trabajadores, los niveles de demanda podrían disminuir, comprometiendo las ventas y la estabilidad de diferentes ramas productivas y prestadoras de servicios, justo cuando más lo necesitan. Postergar el problema no es la solución; se requiere atacar la causa, no solo el efecto y el Ejecutivo estatal lo sabe.